Última
decena del siglo XX. Cataluña. Riqueza y poder político
Terminado el franquismo una de las
regiones más ricas de España y Europa era Cataluña, los catalanes tenían mayor
calidad de vida que el resto de los españoles, y así continuó durante la
democracia. En el apartado anterior vimos diversos indicadores sintéticos que
medían la alta calidad de vida de los habitantes de una imaginaria colonia
catalanista, superior a la disfrutada por la supuesta metrópoli, -¿se imaginan
las colonias inglesas con casas y entornos culturales, sanitarios, etc. mejores
que en Gran Bretaña?- Ahora insistiremos en datos económicos, que desmientan
ese supuesto tan extendido en la propaganda catalana a favor de la
independencia, asumido sin pestañear por demasiadas personas. Durante la
consolidación de la democracia en España una de las regiones más favorecidas
fue Cataluña, figurando siempre en cabeza de todas las cifras sobre desarrollo
económico, de hecho una de las razones que soportan su actual opción por la
independencia, es el enorme desarrollo económico logrado, sin el cual, la
opción política independentista hubiera sido algo más difícil de extender
masivamente. Intentaré seguir las indicaciones de un gran intelectual catalán,
Jaime Vinces Vives sobre el valor de la estadística.
Los cambios estructurales vividos por
la economía española quedan sintetizados en el trabajo de Clemente del Río Gómez ‘Dinámica
y distribución espacial de los servicios en España entre 1960 y 1985’, Papeles
de Economía Española, 34, 1988, de quien tomo los datos. En 1960 el empleo
se reparte de la siguiente forma: agrícola 40,5 %, industria 30,3% y servicios
29,2 % para quedar con las siguientes cifras en 1985, agrícola 16,7% muchas
menos personas son capaces de producir lo mismo que antes, industria 30,9% se
mantiene con fuerte subida y posterior bajada y servicios 52,4% aumentan de
importancia en la misma medida que lo pierde la agricultura. Aquellas regiones
más favorecidas, las modernas, manifestarán crecimientos en industrias y
servicios, sectores que aportarán mayor valor añadido a la producción, mayor
riqueza por unidad de trabajo. Y aparecerá Cataluña en los primeros lugares,
siempre acompañada de Madrid y País Vasco y surge una pregunta ante tanta queja
victimista catalana, ¿el problema lo plantearían de la misma forma si solo
hubieran crecido ellos?
El catalanismo, manifiesta
preocupación no tanto por su crecimiento, cuanto por no haber sido los únicos,
pretendían que el Estado no hubiera intentado reducir las diferencias
regionales existentes, incluso creen que el crecimiento del resto lo hicieron a
su costa, obviando que recibieron un trato preferente en las distintas épocas,
antes, durante el franquismo, y con la democracia. El proteccionismo fue uno de
los apoyos que obtuvo su industria, un mercado español cautivo para los
productos catalanes, cerrado a otra competencia que no hubiera permitido su
desarrollo industrial y comercial en las mismas condiciones que tiene
actualmente. Posteriormente, durante el franquismo recibieron recursos y
atención preferente, en infraestructuras, industrialización y tercerización,
Cataluña, País Vasco, Madrid e islas -vean la evolución del empleo en el largo
período democrático y el cuadro contribución de las infraestructuras a la renta
relativa regional- mas tarde en democracia la política económica destacó en
infraestructuras y apoyos al arco Mediterráneo, entre Gerona y Murcia, el Valle
del Ebro con Tarragona, Navarra, Álava, y Madrid, con cierta atención a las islas.
En cuanto a limar las diferencias
regionales, no se dedicó la necesaria fuerza, consiguió reducir en el extremo,
pero no profundamente, y las diferencias siguen pesando como losas, sirva como
ejemplo el dato de la renta provincial más baja que en el período 60/73 se
había logrado llevar al 57% de la media nacional, logrando, pasar en el período
73/85 al 57,5%, nulo movimiento en este período. Es cierto que en los últimos
50 años se han producido acercamientos regionales en estructuras productivas, niveles
de productividad, costes laborales,… pero no tanto en renta. Evidentemente la
culpa no es de Cataluña, pero sin duda los recursos dedicados a media España
fueron a costa de la otra media. Los cambios que motivaban las decisiones que
favorecían a unos dejando de lado a los otros no eran meramente técnicos, la
economía no lo es, se hicieron empujados por los poderes políticos en cada
momento, pero en todos los períodos mostraron que los poderes centrales estaban
acompañados de la oligarquía financiera e industrial vasca y oligarquía y
burguesía industrial y comercial catalana. Cataluña mostró su poder político
con el resultado del crecimiento económico. En la actualidad, los secesionistas
defenderán en sus argumentarios, que ahora ya no necesitan el mercado español
insertados como están en un mundo globalizado, lo cual es una forma de decir
que antaño sí, les fue muy útil su vínculo español y que hoy pueden prescindir
del mismo, por lo conseguido antes.
El cuadro ‘Estructura y variación del VAB 1985-1991’ cuenta el peso de cada sector en las CCAA, en aquellos momentos,
industria y servicios en Cataluña figuran en puestos de cabeza, dichos sectores
eran un indicador de desarrollo de superior rango, sostenible o modernizador,
ya que concentran mayor valor añadido bruto por unidad de producto, resumido en
superior caudal de beneficios que los sectores de construcción y agricultura.
En el año 1985 Cataluña representaba el 19,36 % del PIB español creciendo hasta
el 20,29 en 1991, Madrid en ambos años se quedaba en el 16,43% y 16,63%.
Siguiendo con los años de democracia, la industria fue uno de los pilares del
desarrollo económico de las regiones, y dentro de la industria la tecnología
era un aspecto esencial para el desarrollo futuro, las inversiones en I+D+i vuelven
a mostrar un interés preferente por Madrid y Cataluña.
El
Estado español no se comporta con Cataluña y con los catalanes como
connacionales del resto de los españoles, sino como enemigos. Nos hacen la
guerra desde todos los ámbitos (cultural, lingüística, medios de comunicación,
bloqueo de nuestra economía...) CCN.
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