1)
No
creo que hayan convencido a muchos indecisos, muchos periodistas y tertulianos
siguen hablando de un 40%, pero esa cifra era al comienzo de la precampaña,
ahora pueden ser la mitad, un 20%, de los cuales la mitad tienen decidido el
bloque, a falta de elegir al capitán del mismo.
2)
Particularmente
no me gusta el formato del debate, plantados como pasmarotes, me gustaría más
verlos sentados, en plan conversación, quizás así el estilo de los
contendientes sería menos cliché, menos acartonado. Ninguno suele explicar ni lo general ni lo
particular: bajar o subir impuestos, por qué? Que significado tiene? qué
repercusiones? como afecta, y a quienes?
3)
Resulta
pesado escucharles repetir como muñecos. En un alto porcentaje dicen lo mismo y
de la misma forma que ya han dicho una y cien veces.
4) La tele, los realizadores y
periodistas agravan el formato, lo acartonan más, lo hacen pesado, repetitivo,
sin interés. A quien se le ocurre salir después del debate a las sedes de los
partidos participantes? Que tonterías esperan mostrar? Todos dicen haber ganado
ellos y perdido sus adversarios, todos dicen lo mismo y de la misma forma, mi equipo fue el mejor, el penalti fue el
suyo, aquello otro no fue falta, futbol es futbol… ah, perdón, que no era
eso.
5) Termina el debate y comparecen
ante montones de fotógrafos, no había fotógrafas. Ávalos se equivocó en salir
tanto tiempo y querer precisar tanto, sobre todo saliendo el último y sabiendo
lo rápido que se fueron Casado, Rivera e Iglesias. Nadie le dijo que no podía
poner tantos puntos sobre las íes de lo dicho por Sánchez sin que pareciera
desmerecerle.
6) Pactos? Pesadez, la decisión
última dependerá bastante de los resultados. Primero los votos, después
dependiendo de lo dicho por los electores veremos las alternativas para formar
gobierno. Así lo haría yo. Tengan en cuenta que incluso algunos líderes podrían
quemarse en las elecciones y lo dicho por ellos irse por el desagüe.
7) En todo caso los pactos
conocidos son el andaluz y el de investidura, ambos legales celebrados con
partidos legales, deseables o indeseables, eso es otra cuestión pero si están
en las instituciones tienen sus derechos de votos y elección -Por cierto, mejor
dentro votando que fuera-. Pesados en marear la perdiz con legitimarse unos y
deslegitimar a los otros, son partidos legales? están en las instituciones
representando votantes? Pues tan válidos son unos como otros, y si no,
échenlos, con votos o con leyes lo cual requiere votos previos.
8) La ley del embudo ya vale,
porfa dejen de considerar esto como si fuera su cortijo particular, Aznar y
Rajoy sí pueden negociar con ETA, con PNV, con Pujol, con Mas, Puigdemont,…
pero no el resto. El PP pactó con Bildu 130 veces y ahora maldice al PSOE, por
si lo hace, Maroto uno de los principales líderes del PP actual justificaba no
hace mucho sus propias votaciones conjuntas con Bildu, señalando que era lo
adecuado. Ellos pueden moverse, pero los demás, quietos.
9) Otra cuestión son las
preferencias de cada cual, mejor con éstos, los próximos, que con aquellos, y
mejor soñar nosotros solos, pero la realidad política española muestra una
necesidad imperiosa de pactos para gobernar lo cual implica dejar insultos y hablar
con los diferentes, y ceder, y arrimarse a los posibles aliados
circunstanciales con los que se coincida en algún punto, ello siempre tendrá costes,
dependerá de los resultados de las acciones políticas, pero serán realizados
por conjuntos de partidos, otras ideas, no solo las tuyas,… esto forma parte de
la democracia, el reparto de poderes.
10) Son las mismas dudas de los
votantes, por ejemplo dar mi confianza a un partido u otro, este me gusta por
tales cuestiones de política social, pero se aleja de mis preferencias en el
asunto catalán, aquel se acerca en cuanto al tema X, pero se aleja bastante
respecto a otros asuntos… no siempre el voto coincide totalmente con las
preferencias, deseos e intereses de cada persona, contiene muchos elementos
diferentes, de premio y de castigo, de concepciones generales sobre la vida y
menos de las particulares del programa.
11) Aquello de programa, programa,
programa, era un error, error, error, la gente en general no vota por los
programas concretos, que ni conoce ni le interesan, si los debates televisivos
se centraran solo en propuestas concretas se equivocarían, movilizar a la gente
requiere emociones, proyecciones de vida a medio plazo explicadas a partir de
grandes líneas de actuación. Y perdonen, pero sigo sin ver un proyecto de
futuro, ni siquiera una idea de camino común… si, sí, las cosas a corregir las conocemos,
los problemas inmediatos a veces los vemos, los impedimentos globales, las
grandes amenazas nadie las cita, nadie cuenta nada. Las posibilidades de
avanzar, o retroceder, no están claras, porque despejar incertidumbres requiere
considerar nuestras fuerzas las de los enemigos, los adversarios, los aliados…
12) El debate real y efectivo
debería celebrarse por la gente en pueblos y barrios, institutos y
universidades, fábricas y empresas comerciales y de servicios, en los medios de
comunicación, en las redes,… expertos en energía y economía podrían situar problemas
enormes a los que nos enfrentamos sin que nadie los nombre, y la deuda pública
y privada, y como afecta la globalización a la educación y cambios
tecnológicos, y la robotización al trabajo, expertos medioambientales deberían
situar el problema de la desertización, del abandono del campo, del cambio
climático que deberían dejar de ser palabras políticas huecas y formar parte de
los debates de obreros, profesores y catedráticos de los que salen muy poco en
las teles, barrenderos, doctoras y enfermeros, jóvenes y mayores, albañiles y
conserveras…
13) Envidia de los debates
impulsados por Macrón y los chalecos amarillos en Francia. Y aquí mientras
mirando a Casado, Sánchez, Rivera e Iglesias.
14) La sensación es que el PP se va
a dar un enorme batacazo, que Podemos pelea por lograr votos socialistas, lo
cual no aumenta el conjunto, que el PSOE puede ganar, mejorando lo actual, pero
podría ser insuficiente para gobernar. Una lucha endiablada entre Ciudadanos y
PP por liderar la derecha, una vez que C’s claramente abandonó el centro. Un
ausente del debate que juega con muchas posibilidades de dar un gran salto
conformando la extrema derecha parlamentaria, lo cual dejaría poco espacio a
los otros dos que podrían terminar siendo uno.
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