Muchas veces nos liamos la manta en la cabeza y empezamos a calibrar sesudamente sobe tal o cual cuestión, por ejemplo los problemas de la izquierda, y da para mucho y muy variado porque las aristas y matices son casi tantos como individuos, pero en ocasiones nos pasamos.
De poco sirve escribir y repensar, si luego llega un individuo y se le permite hacer lo que quiera con todos los planes, estrategias y programas, sin dar cuentas a nadie, si el grupo no ha sido capaz de comprender que esta vida es una aventura colectiva, que un partido son múltiples equipos y militantes, que encuentran el apoyo de ciudadanos y electores, siempre que éstos sientan que se pacta con ellos las políticas, una línea de actuación, y que muy probablemente dejarán de apoyar si se ven ninguneados. De tal forma que algunos problemas de aquí y ahora, de la izquierda mayoritaria, la gobernante, la no gobernante, la sindical y la extrasindical, son muy concrequitos.
Llama la atención que el PSOE, sus militantes no se hayan revelado ruidosamente contra el individualismo del presidente del gobierno, que ha sido capaz de tomar las medidas que le han dado la gana, sin que nadie cuestionara su improcedencia, ha ocurrido mas bien al contrario, al menos en público, como Rodríguez Ibarra, han regañado a los ciudadanos por no haberle apoyado lo suficiente. El problema no es tanto el tomar decisiones, como el no consultarlas y compartirlas con equipos mas amplios, o tomar decisiones y modificarlas ipso facto.
El problema es hacer repentinamente lo contrario de lo que se ha estado diciendo durante años y no dar explicaciones PÚBLICAS a militantes y electores, máxime cuando ese hacer lo contrario supone recortes en las condiciones de vida de millones de personas, es un problema no disponer de un discurso político en donde encajar las políticas y que así todos puedan entender. ¿Había que tomar tal o cual medida?, probablemente, pero ¡explíquelo! No considere a los ciudadanos como seres que adornan sus decisiones.
Hace un mes pude comprobar panfletos municipales, maravillosamente bien editados, de varios ayuntamientos gobernados por el PP y PSOE e IU, en ellos contaban los planes de austeridad y ahorro municipal como consecuencia de la crisis económica. Planes municipales (y autonómicos) fechados en JUNIO de 2010, ¡pero bueno donde estaban estas gentes y sus partidos para que esos planes tengan la fecha actual y no la de hace 2 o 3 años! Desde 2007 empezó el derrumbe de la burbuja inmobiliaria que llevaba implícito reducir los ingresos municipales (entre otras), y posteriormente la crisis internacional secaría el crédito disponible a empresas y administraciones.
Donde estaban los partidos y sindicatos que no asesoraron a sus administradores municipales y autonómicos para tomar medidas de austeridad que entonces hubieran sido mas efectivas y suaves. Y los sindicatos y otras izquierdas, ¿donde estaban cuando la temporalidad de los contratos era del 30%? ¿Pero no veíamos todos que teníamos 2 millones de parados en momentos de crecimiento económico?, ¿entonces nadie entendía la necesidad de una reforma laboral?
Paro y precariedad en el empleo, afectaban a varios millones de personas, mientras se miraba fundamentalmente a un sector de la población, los trabajadores fijos, se olvidaban otros, fundamentalmente los jóvenes. Sentido común y racionalidad y estropajos para restregar ronchones de viejos clichés, y el miedo. Aquí el miedo paraliza para enfrentar los problemas y se espera hasta el último momento cuando ya no hay remedio para afrontarlos.
Hace tan solo un año se firmaban convenios con subidas salariales en sectores públicos y privados, en plena crisis y con varios millones de parados, ¿era lógico, o faltaba apoyarse en equipos de asesores? y ahora se producen recortes, y las reformas actuales seguro que habrían tenido un formato diferente efectuadas hace uno o dos años, lo cual deja algunas responsabilidades no depuradas a la izquierda, por su falta de perspectiva y visión de lo que estaba ocurriendo y de lo que podría provocar.
Sin olvidar el desastre de funcionamiento poco democrático e individualista del partido de gobierno y sus máximos líderes, cuyo presidente se pone ahora a realizar reformas estructurales que en algunos casos dan un vuelco a las posturas colectivas anteriores. Así que para hablar de problemas de la izquierda, empecemos por hablar de sentido común, de racionalidad, de trabajo en equipo, de colectivos, de menos salvadores en cualquier instancia política, e mayor democracia en las organizaciones, porque de lo contrario la gente se apartará. Crisis de la izquierda? tengan en cuenta a los ciudadanos, a los militantes y a los electores y reducirá su dimensión.
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