El décimo aniversario de Zapatero al frente del PSOE parece que podría coincidir con el principio del fin de su ciclo y es lamentable la forma en que se está produciendo. El político que enganchó en la militancia, y consiguió volver a poner al PSOE sobre los raíles de la ilusión para conducir a la ciudadanía, la cual le dio su confianza en dos ocasiones, no ha tenido fuelle y capacidad de aprendizaje suficiente, realizó un buen trabajo inicial, pero la acumulación de errores desde el comienzo y el poco sentido crítico de sus colaboradores cercanos y del partido le fueron enterrando mas y mas.
En El País dominical, José Luis Barbería, realiza un reportaje sobre el asunto y recoge algunas palabras del Sr. Zapatero que muestran su falta de sentido crítico, dice ‘’soy un presidente comunicativo, que habla mucho con los ministros y con el partido’’. Parece que el presidente tiene una visión distorsionada de la realidad, porque conocidas son las decisiones sobre: recortes tomadas de la noche a la mañana, de las que se enteran la dirección del partido y algunos ministros por la prensa, decisiones sobre las pensiones y edad de jubilación comunicadas a la prensa de la misma forma, remitiendo algún documento a la UE, modificado al día siguiente, sobre el Estatuto apoyando completamente la forma en que viniera redactado de Cataluña, que era conocida su diferencia con el resto del partido, sobre la reforma laboral, cada vez mas derechizada, abordada ahora deprisa y corriendo dejando por el camino mejores soluciones, sobre los planes de endeudamiento municipales, decreto modificado al día siguiente. Demasiadas decisiones importantes han sido tomadas sin tener en cuenta opiniones de equipos y colaboradores de órganos del partido y/o del gobierno, que hubieran evitado rectificaciones y/o hacerlas mas eficaces.
En el reportaje citado, Barbería, recoge opiniones de Fidalgo, secretario general de CCOO, quien manifiesta que: 14 meses antes de la bomba de la T-4, el presidente comunicó a patronal y sindicatos que esas navidades se acababa con el terrorismo; al poco de comenzar la legislatura, les comunicó que iba a acabar con la temporalidad en el empleo; sobre la crisis CCOO le indicó que su opinión sobre la ‘desaceleración’ no tenía en cuenta la burbuja inmobiliaria que provocaría una cadena de cierres empresariales, y parece que en aquel momento, mayo 2008 estaban tan alarmados que el sindicato incluso ofreció un plan de ajuste de caballo, que no aceptaron como tampoco aceptó introducir la palabra crisis en documento alguno, anunciando por el contrario la vuelta del crecimiento a cada poco pronosticando el rebote inmediato. En todos los casos la frase ‘confiar en mí que tengo todos los datos’ o ‘confiar en mí que convenceré a Maragall’, o ‘confiar en mí porque…’ se convirtió en el mayor argumento de escucha y debate del presidente.
No, no parece un líder que escuche y atienda otras opiniones, la muestra de meteduras de pata que podrían haberse evitado escuchando/atendiendo a gente cercana es extensa, durante la negociación con ETA ha tenido varias ocasiones, durante la negociación del Estatuto, durante el reconocimiento de la crisis económica española (burbuja inmobiliaria) el reconocimiento de la recesión o crisis internacional, demasiada poca atención ha prestado a su alrededor y/o el partido ha estado dormido.
El presidente del gobierno se ha apoyado popularmente en el aumento de derechos civiles y políticas de igualdad de sexo y asimismo aumentando pensiones y salario mínimo. Pero no ha planteado una línea coherente en el terreno económico, no ha definido una política económica sostenible, solidaria, modernizadora, en el segmento de los trabajadores, en el terreno de la producción y de las relaciones laborales, en el terreno fiscal. En mi opinión ha gastado demasiados esfuerzos en contrarrestar el franquismo en el PP, entrando en el juego de la crispación, en vez de definir caminos de futuro y proyectos al margen de la derecha
Realizar ahora grandes transformaciones económicas de España, deprisa y corriendo sin apoyos y sin atender estudios y proyectos de su partido y otros colectivos sociales de izquierdas será uno de los errores históricos que la gente recordará al PSOE durante muchos años.
No es nada fácil dirigir un partido, ni mucho menos ganar unas elecciones, quienes lo hacen muestran unas cualidades de trabajo, experiencia, cierta frescura, capacidad de diálogo y pacto, fuerza y liderazgo, que se dan por dispuestas en Zapatero, por eso es mas lamentable la sensación de fracaso de oportunidad perdida, que vemos estos días.
Esta persona podría haber sido más valiosa, mejor líder, con un partido más comprometido y participativo, con órganos colectivos de mayor peso, y mayor penetración en la sociedad, con mejores equipos. Los militantes y los ciudadanos han/hemos orillado parte de nuestra responsabilidad y pusimos demasiados huevos en la misma cesta, demasiadas ilusiones en una persona que no estaba plenamente formada y que hubiera necesitado apoyarse en equipos menos fieles al individuo y con mayor fidelidad a las ideas y proyectos e modernización social.
PD. Para más interesados en otras ocasiones he hablado de la personalidad del Sr. Zapatero, una de ellas lo hice en la carta abierta dirigida a Rodríguez Ibarra
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