Los
datos pasados, las series históricas, se suelen omitir porque entonces no
existía la troika, y desbarata los titulares, su culpabilidad encuentra pobre
justificación en esas muy importantes cifras para comprender el por qué Grecia
llegó en crisis a 2009. Los enormes y continuados déficit son una de las
claves, el gasto público excesivo se financiaba con deuda en los mercados
financieros internacionales, a altos precios hasta la creación del euro y a precios
muy ventajosos desde su puesta en marcha hasta 2009 que cerraron el grifo y no
hubo dinero para sostenerlo, ahora nadie concede préstamos a Grecia –o lo hacen
a muy altos intereses-, salvo las ayudas europeas, que exigen contrapartidas y
reformas. Para el futuro de las izquierdas sería importante elaborar un relato
creíble de lo sucedido en el pasado, -todo lo relacionado con Grecia y Europa,
afecta a España-, y debería alejarse de simplificaciones que no se ajusten a la
realidad histórica contrastada, o estar dispuesta a perder credibilidad a
raudales.
Si
uno se queda en los recortes recientes, con ser muy graves, no entenderá por
qué las exigencias de reformas que eviten déficit de 35 años alimentados con
créditos que hoy nadie concede. El asunto es importante porque entender lo
ocurrido, es un paso previo para poder realizar cambios en el estado y en el
sistema productivo, arreglos imprescindibles para mejorar las condiciones de
vida del pueblo griego. Se está escamoteando por corrientes izquierdosas, la
responsabilidad de las familias oligarcas griegas, del ejército y de la Iglesia
Ortodoxa junto con grupos clientelares en la creación de un estado cuasi
fallido y a su entero servicio, y se escamotea con la ayuda/apoyo de opciones
nacionalistas derechistas que tratan de reducir los problemas a una lucha entre
nosotros el pueblo y ellos los
extranjeros.
Ello oculta que Grecia ha sido tradicionalmente un desastre
económico que ha tenido fundamentalmente un apoyo político que lo mantenía
anclado en la órbita occidental, su ingreso en la OTAN, luego en la UE y
después en la eurozona, que dejaron pasar errores económicos, con la esperanza
de corregirlos una vez dentro con los apoyos correspondientes, era el precio de
la alianza de la que se beneficiaba la oligarquía griega, sin modernizar el
estado ni el sistema productivo. Hasta que explotó.
Los
gastos del gobierno griego en porcentaje del PIB, desde 1995 hasta 2015,
puestos en relación con los gastos de otros países europeos y medias de área
euro, y de la UE 15 y UE 28. En comparación con los gastos españoles los gastos
griegos siempre fueron bastante más altos en los veintiún años contemplados, de
hecho los gastos públicos españoles están muy por debajo de la media. El gasto
público, puesto en relación con los ingresos, nos dará la imagen del déficit o
superávit, en el caso griego, siempre déficit, siempre mayores gastos del
estado que los que podían soportar sus ingresos, siempre usando el recurso de
financiarlo con deuda pública, que crecía y crecía desde in hilo tempore. Interesa destacar ahora su dimensión comparativa,
y fundamentalmente anterior a 2010, antes de la intervención de la troika,
cuando creaban la Grecia conocida los grandes hijoputas oligarcas griegos –los
mismos, o familia de los actuales, neos de la troika - .
Los
diez años anteriores al primer rescate, la financiación de los déficits de
todos los países fue sencilla, por el aluvión de euros a bajos precios, como se
aprecia en los cuadros publicados, - de los precios de los bonos a 10
años, las primas de riesgo - tendió a identificar los precios de los países con
excedentes de ahorro, del norte y centro, con las necesidades de los
deficitarios periféricos. La moneda única tendió a unificar y abaratar costes,
que fomentaron burbujas y corrupción.
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