Políticas progresistas a impulsar
para la ciudadanía (22/09/2010)
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Con los datos estadísticos del cuadro y los comentarios al mismo parece que las personas que no encajan en el concepto de clase obrera, son una mayoría social en la España actual, pero al mismo tiempo, de ese grupo son mayoría los que en general tienen iguales o peores condiciones de vida que ellos. Lo importante, son las cosas que hay que hacer, las políticas a impulsar, y gran parte de las necesarias, no veo que puedan etiquetarse como políticas de clase, pero son progresistas, para beneficiar a los menos favorecidos y a los ciudadanos en su conjunto, consiguiendo una sociedad más libre e igualitaria.
1) Es necesaria mayor democracia interna en los partidos, para poder extenderla por la sociedad. Tenemos que poder decidir dentro, para determinar las políticas de los órganos de poder.
2) Hay que modificar la ley electoral para dar mayor
proporcionalidad a la representación de los votos y mayor libertad para los
electores de elegir dentro de cada lista.
3) Hay que priorizar economías productivas
competitivas, por encima de las de casino y suprimir privilegios a grandes
empresas, como las energéticas y constructoras…
4) Hay que terminar con las profesiones de números clausus, con clientes cautivos de sus privilegios, notarios, jueces, registradores, controladores aéreos, pilotos… miles de nuevos puestos de trabajo esperarían a jóvenes preparados y lograríamos mayor eficacia y competitividad social.
5) Rediseñar las inversiones públicas en función de
rentabilidad económica y social ciudadana y no de las grandes empresas
constructoras encargadas de realizarlas y de sus intermediarios.
6) Reformar la justicia, dotándola y organizándola
para conseguir rapidez en sus actuaciones, modificando la elección de sus
órganos de gobierno.
7) Reestructurar las administraciones públicas, sus derroches y duplicidades,
en todas ellas, autonómicas, locales y general del Estado. Fuera tantísimo
asesor mamando de ellas.
8) Acabar con la masiva asistencia a consejos de
administración de políticos, donde encontramos demasiadas veces una docena de
pertenencias a empresas públicas o semipúblicas.
9) Hay que comprometer a todas las fuerzas sociales en
un gran plan urgente para el empleo, suficientemente distante de la reforma
laboral, para que sea efectivo.
10) Hay que rediseñar una política fiscal, que haga
efectiva la realidad de la Constitución y un estado moderno.
11) Definir un modelo energético para largo plazo,
sostenible, menos dependiente y barato y aceptado por la mayoría.
12) Hay que lograr una sociedad segura, luchar contra
el delito, de propiedad, ecológico, contra la corrupción, contra las mafias que
se instalan aquí, contra el crimen.
13) Hay que conseguir una sociedad más laica, donde
todos quepamos en condiciones similares. Pederastas a la cárcel, ningún
privilegio a las iglesias y religiones. Fuera la X de la declaración de la
renta, todos debemos pagar impuestos al Estado y sus autoridades elegidas por
todos distribuirlos.
14) Defender lo público, lo de todos, por eficacia, rentabilidad y
sostenibilidad, permitir reglas de juego similares, menos privilegiados mamando
de las ubres del estado.
15) Dedicar mayores esfuerzos a la I+D+i, a la
educación a la sostenibilidad, mayor Formación Profesional.
16) Contra la enfermedad, por la salud, contra la
ignorancia, por la educación, por la asistencia a los impedidos. Nadie
desamparado socialmente.
Como podemos apreciar la lista puede agrandarse todo lo que se quiera, (falta la cuestión nacional) y hacerse más precisa en sus actuaciones y ninguna de ellas es una política de clase, aunque sí son progresistas, favorecen a los ciudadanos por encima de los privilegiados de turno que acechan en cada rincón.
Como podemos apreciar la lista puede agrandarse todo lo que se quiera, (falta la cuestión nacional) y hacerse más precisa en sus actuaciones y ninguna de ellas es una política de clase, aunque sí son progresistas, favorecen a los ciudadanos por encima de los privilegiados de turno que acechan en cada rincón.
Partidos y sindicatos
se muestran agotados. Y la sociedad (2/5/2013)
6.- A La complacencia
social a la que me refiero en párrafos anteriores, -identificada
con la aceptación acrítica de la sociedad de consumo, o del tipo de sociedad en
el que vivimos- contribuyó el hecho de una cierta ocultación del capitalismo tras el telón, por miedo, precaución
e interés, durante los años posteriores a la II Guerra Mundial en Europa, y en
España a partir de la Transición cuando lo más brutal del capitalismo pareció
esconderse tras la cortina, al tiempo que los trabajadores lograron evidentes
mejoras en las condiciones de vida y trabajo, vacaciones, salarios, viviendas y
barrios, pensiones, subsidios de paro y enfermedad, universalización de sanidad
y educación, ampliación de la universidad, mayor igualdad para la mujer,
mayores derechos globales…
El miedo del capital se metió por la
sucesión de luchas obreras –anarquistas, socialistas y comunistas- del XIX y
XX, que junto con la existencia del comunismo en la URSS y en China,
consiguieron durante un tiempo atemperar
a las fieras, que empezaron a despertar a finales del siglo XX
apareciendo claramente ante el telón con la nueva forma de los mercados financieros
en este siglo XXI, sirviéndose de la crisis para retroceder al pasado, a los
obreros, trabajadores y clases medias occidentales, que era quienes disfrutaban
del estado de bienestar, o socialdemócrata.
No se puede obviar que al aumentar
la satisfacción social hizo
aparecer más noble al capitalismo, -y
viceversa- lo cual incidió en
la pérdida de influencia de las izquierdas en su conjunto, y no solo de la
cultura política de la clase obrera. También contribuyó decisivamente a dicha
pérdida de influencia, los cambios demográficos que muestran las cifras de
población española;
aumentos significativos de sectores no obreros, lo cual hace bajar su peso e
influencia relativa, crece el número de trabajadores vinculados a los
servicios, de millones de estudiantes, millones de pensionistas, y grandes
contingentes estables de sin trabajo y otros cientos de miles de trabajos
precarios…
Grandes
cambios de población entre 1982 y 2008:
Aumentó la población total. Y
envejeció. De 37.943.000 personas a 45.328.700. Los mayores de 65 años
aumentan de 4.401.000 a 7.414.000. Mientras que los menores de 16
disminuyen de 10.460.000 a 7.120.000.
La población activa pasa de
13.206.000 a 22.848.200, por el crecimiento de los asalariados que pasan de ser
7.684.000 a 16.681.200. Pero el aumento de trabajadores cambia el peso relativo
de los grandes contingentes sectoriales.
En la Industria los asalariados
disminuyen significativamente su peso relativo a menos de la mitad, de
representar un 33% del total de asalariados a representar un 12%, de 2.512.000
a 1.927.300. Por contra en los servicios los asalariados aumentan significativamente
su peso pasando de trabajar 3.856.000 hasta 11.497.000 llegando a representar
un 69% del total.
En la Construcción los asalariados
crecen desde 758.000, un 10% hasta pesar un 17% con 2.832.000.
Sin duda estos cambios influyeron en
la disminución de las huelgas y en lo que podemos llamar el agotamiento de la
etapa de la Transición. Más desarrollo lo encontrará en mi trabajo ‘’Clases, obreros, ciudadanos, sujetos políticos’’.
En las últimas décadas se produce la
incorporación a la sociedad española, de nuevas hornadas de jóvenes más
integrados en el sistema, que basculan ideológica y electoralmente hacia la
derecha, como recogen las estadísticas del CIS, en lo que probablemente influya
disfrutar de mayor calidad de vida respecto a las anteriores generaciones, y a
la mayoría de países del mundo, con gran sentimiento de naturalidad y
perdurabilidad respecto a lo que disfrutan, al tiempo que en la mayor confianza
de esos jóvenes en la derecha y su alejamiento de las izquierdas quizás también
influya el desconocimiento de la historia y el papel de la derechona española.
Como también influirá en esos jóvenes la infravaloración de los logros conseguidos,
por parte de amplios sectores izquierdistas que siempre los criticaron como si
nada hubiera cambiado nunca.
Gran parte del problema del
alejamiento de visiones progresistas en la sociedad, debería buscarse en el
entramado izquierdista, y preguntarse ¿qué aporta a la sociedad ante cada
problema, ante cada reto? ¿Por qué en Madrid, o en Valencia, arrasa la derecha
y ninguna fuerza roja o verde
consigue ganar desde hace 15 años?,… quizás convendría dejar de mirar siempre a
la acera derecha para tratar de
explicar las cosas, y empezar por dudar si utilizar hoy los mismos discursos
que se utilizaban hace 40, 30 o 20 años, para aclarar realidades que han
sufrido enormes cambios. Abandonar clichés y estudiar los nuevos fenómenos que
nos rodean y cuestionarse errores de interpretación, diagnostico, deseos,
utopías, relaciones, mensajes, comunicación, fuerzas, etc. etc. es trabajo
pendiente de individuos y grupos sean anarquistas, comunistas, socialistas,
verdes, o feministas,… Porque lo único que parece claro es que las ideas que
mejor calan son las derechistas –En Islandia vuelven a ganar los partidos que
llevaron a la crisis, en Italia Berlusconi conserva gran poder, en España aplastó la derecha del PP, en Grecia
creció como la espuma Amanecer Dorado...- Mas opiniones sobre el asunto las
desarrollo en la serie ‘Izquierdas
y crisis’
PD. La imagen de cabecera procede como otras
veces del trabajo ya referenciado David Luque ‘Las huelgas en España: intensidad, formas y determinantes’
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