Antes
de seguir adelante, hacemos una pausa para recordar una de las frases que
espoleó este trabajo, ‘’es decir, a
los capitalistas, hoy diríamos muy finamente a los mercados’’.
Ideas similares
a la reflejada, se encuentran profusamente utilizadas por grupos e
individuos de izquierdas en páginas web, redes sociales, blogs… contenidos que
se apoyan casi exclusivamente en textos con cien años de edad, alejados de la
interpretación y análisis de hechos concretos actuales, lo cual impide aclarar la
actualidad y salidas posibles. A partir de lo expresado en mis escritos desde 2009 sobre
la crisis, y éstos últimos sobre los mercados financieros, pretendía mostrar
que dos términos como capitalistas y mercados no son equivalentes,
siendo diferentes y válidos pero no para reflejar la misma realidad, sino que
cada uno de los conceptos encerraba dentro de él relaciones y contenidos que mostraban y definían épocas distintas. Las
cuales requieren de análisis y actuaciones políticas diferentes, sobre todo ésta
en la que actualmente vivimos.
Las
opiniones de esta serie de post anteriores, reflejan situaciones, mecanismos y
contradicciones diferentes a las conocidas en el pasado, batallas de intereses
que cuesta trabajo comprender –muchas veces basados en la irracionalidad
humana-. La posible interpretación de los fenómenos que vivimos en estos
tiempos, cada día se alejan más de la posibilidad de interpretarlos utilizando
como único medio textos antiguos, sin recurrir a explicaciones concretas que
aclaren lo que sucede hoy con la crisis económica, el problema del paro, o los problemas de la deuda,… información y
aclaraciones que debemos buscar donde se encuentren, gran parte de ellas entre los
profesionales y agentes que trabajan en los mercados.
En
los momentos actuales vemos posturas acomodaticias en grupos e individuos que
siguen manteniendo concepciones anticuadas como si fueran líneas de trincheras de la Primera Guerra Mundial, que
pretenden hacer pasar por aclaraciones válidas del funcionamiento del capitalismo
reducidas a una frase generalmente utilizada desde que yo era niño, hace ya demasiado
tiempo, eludiendo explicaciones sobre los mercados financieros, que es tanto
como decir olvidando el sistema capitalista del comienzo del siglo XXI. Si las
izquierdas no entran en esta dinámica de estudio y análisis de lo nuevo, serán arrasadas por la crisis, en tanto
partidos políticos, y lo que es peor, en cuanto pensamiento o cuerpo teórico de
ideas susceptibles de tener utilidad para comprender y transformar la vida
actual.
Que la realidad no
esté clara, que la
apariencia esconda la esencia, no significa que cedamos a la tentación de
explicar todo mediante la magia de un término, o a seguir utilizando imágenes
carcomidas por el tiempo. Debemos hacer mayor esfuerzo en estudiar y aclarar
los elementos diferenciadores de la época que nos toca vivir, es un inexcusable
esfuerzo para poder actuar sobre la realidad. Lo contrario nos lleva
directamente al fascismo pasando por populismos varios, ya que chocar contra un
muro no garantiza derribarlo y por contra desmoraliza buscando falsas salidas.
En pasados escritos de estos años críticos, mantengo la tesis de que la crisis
arrasará a la izquierda, apoyado en la idea de que vivimos un cambio de era
para el que no sirven antiguas explicaciones ni formas y acciones similares a
las de la Transición.
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