Después de ver lo
que decíamos ayer apoyado en los estudios de Jim Reid y en el artículo referenciado
de la revista marxista ‘Monthly Review’…
Otra
de las conclusiones tendría que salir de preguntarse ¿por qué se produjo el
trasvase de capitales? ¿Qué impulsó a sacar enormes sumas de dinero de los sectores
productivos de economía real hacia el financiero? Lo cual, realmente es buscar
el origen de la crisis financiera que hoy conocemos. En este sentido y al
margen de aclaraciones de elementos concretos, siempre imprescindibles, si
buscamos las raíces, veremos algunas en la búsqueda de rentabilidad de los
capitalistas, quienes desde aquellos momentos con tendencia ralentizada del
crecimiento de los años 70 los capitales buscan otros sitios para invertir
fuera de la economía real impulsando la financiarización de la economía.
En principio lo hicieron provocando caídas en los salarios reales, que no les pareció suficiente, recuerden, en EEUU los salarios reales están hoy por el estilo a como estaban 35 años antes, mientras que la acumulación de riqueza ha aumentado considerablemente las desigualdades internas –otra cuestión son las desigualdades entre países que van disminuyendo-, si entonces el 1% más rico acumulaba el doble que el 80% de población pobre, hoy ese 1% de mayor riqueza tiene cuatro veces más que el 80% de población pobre. Observen el siguiente cuadro el crecimiento del PIB real, descontando inflación, con tendencia en descenso desde la Segunda Guerra Mundial, pero con bajón pronunciado en los años ochenta. -En rojo recesiones-
El entorno en el que se desarrollan estos acontecimientos -en EEUU, núcleo central de Occidente- es la globalización, enorme crecimiento en poder político y económico de los países emergentes, con China a la cabeza, fuertes competidores del mundo occidental. Así, en EEUU -y Occidente- con la renta familiar disponible estancada, la demanda interna se frena, la única forma de mantener el consumo, es en base a préstamos, lo cual fue aumentando durante finales del siglo XX la burbuja de crédito, hasta la explosión de las subprime provocando la actual crisis global. Por otra parte, ocurrió en el sector familias y en el sector empresarial, en los entornos del capital productivo y financiero se practicó el mismo sistema, como no podía ser de otra manera ya que las bases teóricas eran las mismas, apalancar mediante créditos todo tipo de inversiones y apuestas de riesgos con múltiplos superiores a 20 o 40 veces el capital de balance. Enorme crecimiento de la deuda privada, que con su estallido y para sujetar el sistema dará lugar al problema de la deuda pública.
En principio lo hicieron provocando caídas en los salarios reales, que no les pareció suficiente, recuerden, en EEUU los salarios reales están hoy por el estilo a como estaban 35 años antes, mientras que la acumulación de riqueza ha aumentado considerablemente las desigualdades internas –otra cuestión son las desigualdades entre países que van disminuyendo-, si entonces el 1% más rico acumulaba el doble que el 80% de población pobre, hoy ese 1% de mayor riqueza tiene cuatro veces más que el 80% de población pobre. Observen el siguiente cuadro el crecimiento del PIB real, descontando inflación, con tendencia en descenso desde la Segunda Guerra Mundial, pero con bajón pronunciado en los años ochenta. -En rojo recesiones-
El entorno en el que se desarrollan estos acontecimientos -en EEUU, núcleo central de Occidente- es la globalización, enorme crecimiento en poder político y económico de los países emergentes, con China a la cabeza, fuertes competidores del mundo occidental. Así, en EEUU -y Occidente- con la renta familiar disponible estancada, la demanda interna se frena, la única forma de mantener el consumo, es en base a préstamos, lo cual fue aumentando durante finales del siglo XX la burbuja de crédito, hasta la explosión de las subprime provocando la actual crisis global. Por otra parte, ocurrió en el sector familias y en el sector empresarial, en los entornos del capital productivo y financiero se practicó el mismo sistema, como no podía ser de otra manera ya que las bases teóricas eran las mismas, apalancar mediante créditos todo tipo de inversiones y apuestas de riesgos con múltiplos superiores a 20 o 40 veces el capital de balance. Enorme crecimiento de la deuda privada, que con su estallido y para sujetar el sistema dará lugar al problema de la deuda pública.
Por
esto resulta sangrante, insultante y estúpido escuchar un día y otro a Rajoy
criticar el gasto de lo que no se tiene, o sea la inversión, referido al Estado, dirigido a los
trabajadores y gobiernos socialistas y nunca a bancos, empresas y teóricos del
mercado. ¿Se habrá enterado Rajoy que el sistema capitalista que ellos postulan se basa
precisamente en el crédito?
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