Las condiciones ‘financieras’ definitivas del mismo ya se irán sabiendo, durante las negociaciones que faltan hasta que se firme el ‘contrato’. Las opiniones definitivas sobre su bondad o… las iremos conociendo en semanas. El asunto es que hemos llegado hasta aquí desde aquella lejana burbuja de crédito que alumbró la burbuja inmobiliaria que estalló en 2007, quedando tocado el sistema financiero español y cuasi quebrado la mitad del mismo al ser imposible vender a los valores tasados suelos y promociones, lo cual impedía devolver los préstamos que se iban pudriendo en los balances, esperando al Espíritu Santo que retornara otro ciclo inmobiliario repentino y pudieran vender casas y devolver préstamos.
Creo que con esta operación de rescate ligero –la intervención es un problema de niveles, olvidemos los absolutos- se ha abierto una puerta que nadie sabe realmente a dónde conduce, porque no hay experiencia similares. Todos los agentes interesados, partidos políticos, gobiernos, bancos, ciudadanía, tienen deseos o expectativas de resultados positivos, incluso algunos hasta consideran que es el bálsamo de fierabrás que todo lo arreglará, ¡sin costes, sin contrapartidas, oigan!
Dice el presidente Rajoy ‘a mí nadie me ha presionado, no debería decirlo, pero en todo caso yo he presionado a los demás’, y me pongo triste y me da vergüenza esta chulería de garrulo de casino de pueblo presumiendo de presionar a Obama, F.M.I., B.C.E, Merkell, Hollande, Comisión Europea, Cameron,... Veo a los patriotas de hojalata dispuestos a morir o matar por evitar el término ‘rescate’, edulcorando la realidad hasta la nausea. Total, por qué voy a creerlos a ellos, mientras tengo cientos, miles de individuos, que razonan y argumentan sobre el rescate a España, a su banca, desde montones de países del mundo, incluido éste.
Mi opinión es que se trata de un rescate a la banca española, con una fórmula de nuevo uso no estrenada, así que los resultados están por ver y dependerá mucho de lo que digan los mercados, porque contiene pocas certezas y demasiadas incógnitas. Por ejemplo no sabemos cuántos bancos ni con qué importes se verán afectados después de las inspecciones de sus riesgos, y no es posible saberlo porque dependerá de la valoración que se fije los activos inmobiliarios, subjetivas a todas luces, porque como se fijen las de mercado, vamos listos, así que pegarse por las cifras exactas es un poco absurdo.
Para quitar importancia al término rescate, la derecha insiste en que es una línea de crédito, ¡pero bueno!, eso son en el fondo todos los rescates, el problema es el precio, tipo de interés, y las condiciones del mismo, desde las que afectan a su disponibilidad pasando por las de su devolución –por ejemplo, si quiere disponer de x000 deben congelar pensiones- . Abren una batalla política en torno al término ‘rescate’ porque tiene connotaciones negativas, evidentemente, y porque tienen mala conciencia, saben que tiene un precio a pagar por la sociedad española, que les pasará una parte de la factura al gobierno del PP, por su responsabilidad en el deterioro grave de la situación en estos meses, se cerraron los mercados de créditos para España, generaron enormes desconfianzas por su gestión de la crisis, por sus descalificaciones a Instituciones españoles, y por su fracaso en las 2 reformas financieras y en la gestión de la crisis de Bankia que fue el último detonante que aceleró todas las alarmas.
La línea de crédito es al Estado, no a los bancos, a los que se hará seguir por el FROB, como intermediario del Estado español, por tanto aumenta deuda soberana, por ejemplo 900.000 millones + 100.000. Pero además los intereses aumentarán el déficit anual, digo yo. Por tanto al margen de su tipo de interés, del crédito dispuesto, o de penalizaciones del disponible, si el déficit aumenta los objetivos de reducción del mismo se verán penalizados, salvo que se recorte de otros lados. Por el lado de la deuda, de los 100.000 millones, si de repente aumentamos la deuda soberana un 10%, supongo que afectará a la prima de riesgo, y si ésta se encarece aumentará costes en toda la financiación del Reino de España y sus empresas. Por supuesto el FROB lo prestará a bancos a un interés, dicen que mayor al que pague España, pero si lo prestamos a bancos en quiebra o semi, cabe la posibilidad de impago, digo yo.
Vamos, que los intereses, los pagamos todos, que el sobrecoste que experimente la deuda soberana, si se produce, lo pagaríamos todos, y los impagos del sector financiero en quiebra los pagaríamos todos. Bien, por ese lado parece claro que no es gratis, lo cual es absurdo totalmente. Pero existen otros aspectos inherentes a un rescate, por mucho que éste sea light, o suave, incluso por mucho que sea diferente a todos los conocidos y son los condicionantes en forma de controles periódicos de la situación, del uso de la pasta, la supervisión del F.M.I. y de la Comisión Europea están garantizados, los hombres de negro vendrán, pocos, porque otros ya están aquí. Y no, de ninguna forma será un recate tipo Grecia, o Portugal ni siquiera Irlanda, pero tampoco funcionaremos con la autonomía de Francia, Alemania, etc.
No tendría por qué ser así, puesto que los mercados, nuestros prestamistas, pueden ver que es un camino posible para resolver problemas críticos en nuestro sistema bancario, y apostar porque la salida nos facilitará las cosas y reducir presiones a la prima de riesgos y ver mejoras en nuestras posibilidades de pagos... Pero no hay que descartar cualquier reacción, que nos arrolle. No necesariamente visible en bolsa, ni en dos días.
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