Salimos en todas las portadas de la prensa internacional. Aquí una
muestra tomada del montón. Nunca en nuestra historia, quizás salvo
durante la guerra civil, nos han prestado tanta atención, y es que dado
nuestro tamaño todo el mundo está preocupado porque podemos destrozar
muchos otros países y arrastrar sistemas financieros relacionados.
Si los bancos españoles caen, quienes les prestaron dinero, por ejemplo bancos alemanes y franceses durante los años pasados, asumiendo riesgos
enormes, pues eso, que los asuman. Aquella orgía de crédito de 500.000
millones de euros alrededor de la burbuja inmobiliaria se infló entre
mucha gentuza, los de aquí y los que metían la pasta desde allí.
El caso es que será otra vuelta a tuerca a la intervención. Si claro,
intervención, rescate, en torno a ello gira todo el laberinto de estos
días. Reclamo su atención sobre mis últimos post sobre el asunto, en los
cuales discrepaba de Felipe González sobre la imposibilidad de una
intervención, yo he defendido que es una cuestión de grados, de niveles
que pueden ir apretando más y más y no tenía por qué producirse un
rescate en un momento puntual de gran explosión. Lo cual no descarta
momentos explosivos. Ahora estamos en uno de ellos.
España no tiene dinero, ni para mantener su estado, ni para apuntalar
sus bancos. El déficit, insisto otra vez, implica que para mantener el
funcionamiento diario, mensual, del estado necesitamos nos presten
70.000 millones anuales o 90.000 y los costes de intereses de toda la deuda no solo déficit, que suponen 30.000
millones año nos llevan a la ruina. De repente con la crisis de Bankia se tambalea todo el entramado bancario, y se aceleran los tiempos,
apareciendo una de las clásicas turbulencias, cada vez más fuertes, que
amenazan con llevarnos a pique, cada vez más pronto.
Y la reforma financiera aquella de los 50.000 millones puede pasar a
100.000 o 200.000 millones como ya decían muchos analistas españoles
hace meses –no era necesaria la prensa internacional-. Si a estas cifras
se le añaden las necesidades de financiación de las CCAA -¿35.000, 90.000? y
las del Estado Central, resulta que no es extraño que no encontremos
dinero en los mercados internacionales. A precios asequibles.
Los gobiernos de España, PSOE y PP, no quieren un rescate explosivo,
público, y se entiende perfectamente, pero necesitan el dinero para
subsistir. No quieren un rescate, que representa tomar dinero a cambio
de compromisos en firme y cesiones de soberanía, porque a pesar de lo
que digan muchas personas, puede ser bastante más terrorífico que lo
padecido hasta hoy. No les quepa ninguna duda, informes, papeles y
estudios que circulan por ahí con comparaciones internacionales de los
acreedores, abren la puerta a recortes y recortes infinitamente
superiores y salvajes a los actuales, suficientes como para dar terror a
socialistas y populares, por muy neoliberales que sean según muchos
despistados a quienes todo les pesa lo
mismo.
La acera izquierda ya sabemos que está padeciendo sobremanera la crisis,
junto con los trabajadores altos, medios y bajos, pero ahora, en
concreto ahora, el gobierno del PP. por fin se enfrenta a la realidad de
la crisis con la que estuvo jugando políticamente durante la anterior
legislatura, y al enfrentarse a ella ha visto los colmillos al lobo de
la intervención, y está aterrado, al igual que muchos sectores
empresariales y de la derecha civil también.
Que hay un nivel de intervención desde mayo 2010, parece claro. Algunas
medidas no deseadas se fueron poniendo en marcha, mientras el grifo del
crédito quedó abierto, con dificultades, pero permanecía abierto,
suficiente para ir manteniendo el Estado. Que la intervención ha ido
avanzando parece un hecho, controladores múltiples cada vez están
husmeando más por nuestras cifras, planes, cuentas, presupuestos,
perspectivas… pero ahora pueden dar varias vueltas de tuerca a la vez, a
cambio del plazo de este rescate, por ello no es lo mismo cualquiera de
las alternativas que se discuten, que el dinero lo reciba el Estado, lo
cual puede estar mejor previsto en tratados, prácticas y fondos de
ayudas ‘ad hoc’, implicaría la confesión-petición y por tanto aceptación
del rescate y la cesión proporcional de soberanía, el PP considera que
eso le hundiría a futuro.
El tema será diferente si son los bancos quienes reciben el dinero, y
máxime si se puede diluir entre el sistema financiero europeo, ya no es
un ‘rescate soberano clásico’ y al fin y al cabo todos los bancos
europeos y americanos han recibido millonadas, a pesar de que esta
opción complique el cómo y cuándo hacerlo, porque no estaba previsto
entregar pasta tan directamente –al margen las inyecciones de liquidez
del BCE los LTRO’s-, pero puede ser una vía el subterfugio de organismos
intermedios.
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