El cuadro recoge la inyección de liquidez del BCE a la banca y el alto uso de la banca española.
La cifra presentada a Hacienda en cuanto deuda municipal de proveedores es la mitad de la prevista, 9.600 millones, presentada por la mitad de los ayuntamientos, 4.622. La línea de crédito ICO prevista de 35.000 millones, pensada por mitades corresponder a ayuntamientos y CCAA, estaba basada en previsiones de sus militantes, ya que las facturas afloradas hasta ahora con abundante agit-prop y banda de música han sido las de administraciones socialistas que cambiaron a manos populares, pero no así las de los populares que siguieron en sus manos.
Aunque hay otra cifra, 50.000 millones, que son las previsiones de analistas independientes que consideran existen deudas del PP ocultadas, facturas que han estado escondidas y ahora podrían aparecer con la pretensión de cobrar, pero a las que el Gobierno pondrá freno para evitar poner nerviosos a las autoridades europeas y mercados que observarían un cierto descontrol del PP sobre su propia administración local y autonómica.
En cierta forma el proyecto se parecerá algo al famoso y denostado Plan E del gobierno Zapatero, utilizando una medida para inyectar dinero a la economía con la pretensión de impulsar actividad que generaría empleos, lo cual es muy dudoso y por el contrario puede generar un nuevo impulso de gasto poco productivo al ver que papá Estado está al quite para resolver todos los problemas.
Nadie imagina que las eléctricas o constructoras adeudadas –las que prestan amplios servicios tipo basuras, etc.- vayan a contratar gente por cobrar facturas pendientes. Como tampoco lo harán muchas de las pymes atrapadas con facturas por los cajones. En todo caso sujetará, evitará caer definitivamente algunas pequeñas empresas y autónomos, lo cual no será suficiente como para justificar la cifra publicitada de crear 100.000 empleos.
Quizás convenga insistir en que la situación de los proveedores municipales y autonómicos, en general es penosa. El impago de servicios es mala cosa para el funcionamiento normal de cualquier economía, el asunto es cómo resolver los problemas sin agravarlos o añadir nuevos, porque la falta de crédito bancario es un problemón enorme para toda la economía española que frena y destruye proyectos y empleos y no se resuelve tan fácilmente porque afecta a la solvencia y balances del sector financiero, privado. Ambos problemas se vinculan en la solución propuesta.
La forma de resolver las deudas de los proveedores, generará mayor deuda pública, se hará con créditos bancarios que beneficiarán y mucho a las entidades financieras, por tanto perjudicando al sector público, a todos, que tendríamos que pagar los sobrecostes del plan urdido por el gobierno. Con la llegada de Draghi a la presidencia del BCE en noviembre pasado los bancos europeos han disfrutado en operaciones puntuales de inyecciones de liquidez (LTRO’s) superiores al BILLON DE EUROS, al 1% de interés y plazo de 3 años, la medida ha salvado de la quiebra al sistema, al tiempo que grandes cantidades de ese dinero han servido para comprar deuda española e italiana por parte de los bancos que ganarían entre un 4% y 6% en la operación, lo cual saneaba bancos y ayudaba a los países en el costo de la deuda al relajar la prima de riesgo.
El sistema parece que consistirá en presentar la factura ‘testada’ al banco que pagará, cobrando una jugosa comisión por la operación, además de sumar el principal al crédito de la entidad local, la cual tendrá dos años de carencia de amortización -solo pagará intereses durante ese tiempo- para después pagar cuotas de amortización e intereses. Así que el banco por un lado cobrará comisiones por la operación global del crédito a 5 años + 5 de refinanciación y por cada factura en particular, y por otro, intereses que pueden ser del 4% o 5% cuando al banco le cuesta el dinero el 1%. Buen negocio para los bancos que podrían ingresar 6.000 millones y malo para los españoles que los pagaríamos.
Supongamos que el gobierno hubiera utilizado una banca pública para hacer lo que pretende, todo podría ser parecido, pero con menor gasto para la ciudadanía. Claro, los banqueros habrían seguido teniendo problemas, los que ellos se buscaron con sus aventuras desmesuradas de riesgos, al fin y al cabo, el mercado. Pero aquí todos tienen miedo a lo público y eficiente, a resolver problemas sin dar nuestro dinero a banqueros privados. O ¿es que se trata fundamentalmente de eso?
No tengan ustedes miedo a la banca pública, no hace mucho en España había bancos como el Agrícola, el Local, el Industrial y el Hipotecario, altamente rentables y eficientes, incluso el mismo ICO en un período de tiempo actuó de cabeza coordinadora de los mismos. Bien, pues ahora hay bancos/cajas, quebradas y con dinero público, por tanto realmente estarían ya nacionalizadas, o apoyarse en las cooperativas de crédito, o incluso crear uno nuevo basado en la estructura de otro salvado con dinero público.
No hay comentarios:
Publicar un comentario