miércoles, 20 de abril de 2011

'Procesionar'. Elvira Lindo


Procesionar . ELVIRA LINDO. EL PAÍS 20-04-2011

Ayer escuché varias veces el verbo procesionar en el telediario, que es un verbo que nació con la democracia y por la repentina necesidad que les entró a los Ayuntamientos de que en su jurisdicción se procesionara con tanto entusiasmo como en el pueblo de al lado. A esta revitalización de las procesiones contribuyó la izquierda en gran medida, debido al empeño de algunos políticos en situarse en la presidencia de dichas manifestaciones religiosas. Ya nadie parece acordarse de que, dejando a un lado las ciudades con una Semana Santa espectacular, las procesiones estaban en franca decadencia hasta que los políticos democráticos las convirtieron en manifestaciones culturales. ..

La nota de color de la información semanasantera en un telediario fue un reportaje sobre unos niños de unos cinco años, vestidos de costaleros, a los que sus mayores habían construido un trono a su medida, con su Virgen de cartón, para que comenzaran a ensayar lo que habrá de ser toda una experiencia en la vida, cultural o religiosa; eso queda, al parecer, al libre albedrío del individuo. Según la maestra que marcaba el paso de esta procesión liliputiense, procesionar no tenía nada que ver con la fe sino con las tradiciones populares. No sé yo si esa parte de la izquierda que reclama una sociedad laica estaría de acuerdo en que pasear una imagen religiosa por la calle es un acto cultural, y no sé si a la Iglesia le gusta la idea de que las procesiones no aumentan el número de fieles sino el de turistas. ..

2 comentarios:

  1. ... de todo nos encontramos... opino que las creencias o la fé debe ser algo personal e íntimo de cada uno... y en esa medida la respeto.

    Saludos. Nieves.

    ResponderEliminar
  2. Tienes razón, Nieves.
    El problema es cuando se quieren convertir en algo público por encima de la sociedad y demasiadas veces institucional y obligatorio. Poner las leyes religiosas por encima de las de 'la república' es una constante de la Iglesia española.

    ResponderEliminar