lunes, 1 de noviembre de 2021

El procéss nunca fue democrático (5)

 Nunca existió mandato popular para la secesión. Ahora tampoco

 

Resultados electorales del cuadro publicado al inicio de este apartado procedente de la Generalitat 27S 2015:

Votos a JxSI: por simplificar (CiU+ ERC)     = 1.628.714

Votos a C.U.P.                                                       =    337.794

Total, voto independentista                                 = 1.966.508

Total, censo electoral        =   5.510.853

Total, votantes                  =   4.130.196

 

El independentismo no tiene un mandato popular para luchar por la independencia, el Gobierno de la Generalitat nunca lo ha tenido. Es otra mentira. Pueden comprobar mirando los cuadros estadísticos aquí publicados procedentes del CEO de la Generalitat, sobre datos de problemas sentidos y opinión pública. En datos de 2013, un 23.5% de los catalanes consideran principal problema la relación de Catalunya con España, no parece que esa cifra suponga mandato para luchar por la secesión, máxime cuando en el mismo estudio una amplia mayoría del 66.3% considera el paro y la precariedad laboral como el principal problema. Los nacionalistas siempre hablan en nombre del pueblo catalán, despreciando al menos a la mitad del mismo pueblo que piensa diferente a ellos.  

La declaración de independencia en 2015 está apoyada por los diputados del Parlament representantes de 1.628.714 de votantes a JuntxSí, más los representantes de 337.794 votantes de la CUP, en total sumarían 1.966.508 votos de ciudadanos sobre un censo electoral de 5.510.853 de catalanes con derecho a votar. Ocurrió en las últimas elecciones de 2015, planteadas como plebiscito por JxS y CUP, que perdieron. 

Los votos de las elecciones celebradas en 2015 que arroparían esa declaración de independencia, representan un 35,68% del cuerpo electoral catalán, sería profundamente antidemocrático pretender proclamarla. Una minoría quiere imponer a la mayoría la secesión, el proceso está siendo posible sometiendo a más de la mitad de la población en todos los ámbitos de poder, sea político, social, cultural, deportivo, mediático, institucional, educativo… Esa minoría independentista trata de privar de sus derechos al resto catalanes, y ejercer un derecho en exclusividad para privar del mismo derecho a miles de ciudadanos, lo cual es profundamente antidemocrático. No es democrático, ni razonable que un estado, ni partido político alguno, acepte como criterio de decisión para una secesión esa proporción. El Estatut de Sau lo aprobó el 54% del censo electoral que fueron un 88% de los que votaron, significando participación cercana al 60%. La Ley de Claridad Canadiense acepta como criterio inicial negociador, una sucesión de muy amplias mayorías en el tiempo. 

Votar por sí solo, puede ser democrático, o no. Una democracia necesita que la gente se exprese libremente sin miedos a ser señalados y apartados por sus ideas, también necesita del voto, y además de requisitos como el debate en las instituciones, sin ocultaciones que impidan ejercer derechos al resto de parlamentarios, sin trampas que tratan de impedir la expresión al resto de representantes del pueblo, una democracia necesita del respeto a las minorías, máxime en el caso de una secesión, la cual debería requerir de muy amplias mayorías estables en el tiempo. Una democracia requiere respetar las leyes en las que se amparan las instituciones catalanas, Govern y Parlament, muchas de dichas leyes fueron votadas y elegidas exclusivamente, por los catalanes no hace demasiado tiempo.

Cuando hablan los independentistas parecería como si el pueblo catalán no hubiera decidido nada hasta ahora, aunque las pruebas del derecho a decidir en múltiples votaciones existen. Son adanistas, quieren hacer creer que todo lo bueno nacerá con ellos en el paraíso, inmaculados sin pecado original, sin corrupción, sin fascismo en sus entrañas, sin imperialismo catalanista, sin explotación ni pistoleros, sin franquismo, sin carlismo, sin racismo...

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