El miércoles 12 de octubre de 2016, publiqué recogiendo lo escrito el viernes 12 de Octubre de 2012, sobre la efemérides, lo reproduzco.
Dice la locutora de TVE que durante el desfile por primera vez en varios años no ha habido gritos ni insultos. ¿Se darán cuenta de que esto señala un problema? Porque ello quiere decir que para los asistentes ‘verdaderos españoles’ España es azul, solo es de ellos, la bandera solo es suya, los ejércitos solo son suyos… el resto estamos de prestado. Supongo que en la derecha hay personas inteligentes y racionales que entenderán que esto es un problema.
Tenemos muchos problemas sin resolver, al margen de la crisis. Uno de ellos podría ser el del día de la Fiesta Nacional de España. Para empezar, no parece que fomente demasiada unión celebrarla con un acto principal que recuerda a muchos el desfile de la victoria, aquel con el que los franquistas conmemoraban la derrota de la mitad de los españoles. Difícilmente un desfile militar de estas características podría unir, es más, parece que facilita ‘salivar’ y viejas pasiones fascistoides y exclusivistas…
Nunca compartí la excesiva importancia que un gobierno cede a los militares, lo cual por otra parte solo oscurece al resto de españoles, médicas, maestras, arquitectos, mineros, pescadores, agricultores, barrenderos, poceros, electricistas, biólogas, etc. etc. al menos, tan necesarios e importantes como el que más.
La transición dejó cosas sin resolver,
muchas podrían haber ido encontrando salidas poco a poco, pero se fueron
pudriendo, a veces por olvido o por pocas fuerzas que se dedicaban a otras
tareas. Ningún español asesinado debería estar en cunetas, cuevas y pozos
–salvo que sus descendientes lo deseen como símbolo, lo cual es comprensible-,
los emblemas fachas de calles, plazas, edificios, deberían haberse quitado hace
mucho tiempo,… porque seamos serios, mantenerlos supone un insulto a la mitad
de los españoles -‘¿recuerdan? que se jodan’ - que solo pretende degradar a los
que perdieron y encabronar a medio país lo cual aleja a millones de personas
del nuevo estado democrático.
Los días festivos deberían haberse alejado el máximo posible del aroma franquista, tanto en la elección de fechas como en la parafernalia que los acompañe. Los símbolos son importantes para la gente, de tal forma que si unos individuos se apropian de banderas, días, ejército, conceptos como patria, españolizar… otros muchos individuos los rechazaremos, porque no representarán nada agradable.
Este es el problema de la bandera, complejo sin duda, no era sencillo encontrar una bandera nueva con la correlación de fuerzas existente, pero, mantenerla casi igual para muchos representa el anterior régimen sanguinario que destrozó la España democrática de la República, por eso sigue viéndose por todas partes la bandera tricolor republicana, lo cual tampoco parece una salida que fuera aceptada mayoritariamente. Lo que está claro es que los símbolos para que hubieran unido más deberían haber sido nuevos, sin historias sangrientas entre mitades de población de las que este país tiene sobradas experiencias. –Esta es una de las ventajas de los nacionalismos periféricos, nacen vírgenes de maldad o con inventadas historias de sufrimiento compartido ante enemigos externos-
Por seguir con el día de la Fiesta Nacional, no sería tan raro celebrarlo con un carácter abiertamente civil, modificando también la fecha que tiene algún componente rancio, volcándolo al día de la Constitución, elemento nuevo, sin sangre, sin malos demonios detrás, de unión de mayorías… y suprimir tentaciones de aplausos militaristas y apropiaciones indebidas. Precisamente ahora que gobierna la derecha, es cuando mejor se pueden hacer estas cosas, incluidas las órdenes, o sugerencias para que la utilización de símbolos patrios fuera extremadamente cuidada en todo momento a fin de evitar sentimientos hostiles. Que se generan no les quepa duda, que no suman, sino restan.
PD: ¿Ustedes no creen que ha sido una metedura de pata monumental celebrar en Barcelona un día de la raza, de la hispanidad, 12 de Octubre o reivindicación españolista?
Jesús Herrera Peña14 de octubre de 2012, 12:46
¡¡No has dicho tú ná, Manué!!
«♫Cuando
la fiesta nacional yo me quedo en la cama igual, que la música
militar nunca me supo levantar♫»
Totalmente de acuerdo con lo que dices en este artículo. ¿Pa qué desgastar más
teclas? Saludos,
manuhermon14 de octubre de 2012, 20:47
Pues no es tan difícil, comparado con
las cosas que se están cambiando. Y las que se cambiarán. El 12 de octubre no
tiene tantos apoyos como día de la gran fiesta nacional, sí parece que habría
mayor consenso en vincularlo a los lazos con América, pero podría quedar
civilizado, festivo, excluido lo militar y el tufillo que respira el desfile.
Hoy en 2017 abundo en la reivindicación del 12 de Octubre como día de fiesta hispana, o latina. La fiesta del español, del idioma, es un hecho que representa uno de los grandísimos activos que disfrutamos, poco valorado a pesar de permitir relacionar y unir a muchos millones de personas a ambos lados del Atántico, y por el resto del mundo. Sobre el tema encontrarán en 'Arian seis' :
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