«El hombre andaluz no es un hombre coherente, es
un hombre anárquico. Es un hombre destruido [...], es generalmente un hombre
poco hecho, un hombre que hace cientos de años que pasa hambre y que vive en un
estado de ignorancia y de miseria cultural, mental y espiritual. Es un hombre
desarraigado, incapaz de tener un sentido un poco amplio de comunidad. A menudo
da pruebas de una excelente madera humana, pero de entrada constituye la
muestra de menor valor social y espiritual de España. Ya lo he dicho antes: es
un hombre destruido y anárquico. Si por la fuerza del número llegase a dominar,
sin haber superado su propia perplejidad, destruiría Cataluña. Introduciría en
ella su mentalidad anárquica y pobrísima, es decir su falta de mentalidad.» Jordi Pujol, "La
inmigració, problema i esperança de Catalunya". Editorial Nova Terra 1976.
El supremacismo aspecto esencial del
fascismo: Para
justificarse superior hay que justificarse diferente, así los catalanistas del
XIX y XX tuvieron una obsesiva preocupación por encontrar rasgos que
diferenciaran la, para ellos, raza catalana, del resto de los españoles. Lógicamente
las distinciones les favorecían resaltando la raza catalana como superior a
cualquier otra comparación española, para ello estudiaron diferencias en la
genética, en la evolución, buscaron en el aire y sus compuestos, (Pompeyo Gener) parece que diferentes
allí que aquí, en el suelo y sus materiales, (Miquel Coll) parece que
diferentes allí que en Castilla, buscaron
en las mezclas migratorias, siempre tema recurrente en Cataluña y grave
problema por su pequeñísima población y por tanto necesidad de inmigrantes, a
los que había que colonizar interiormente…
El imaginario supremacista, su abrazo
del imperialismo, (Prat de la Riva) les
faculta para dirigir a todos los pueblos de la Península y del Mediterráneo, en
su relato demuestra que fueron superiores en el pasado en cultura laboriosidad
e inteligencia, por tanto sus leyes son superiores a cualquier otra, sus ideas
son superiores a las del resto y ellos, no pueden vivir en términos de
igualdad, tienen que ser dominantes, de hecho esta pulsión supremacista es la
que invalida la salida federal para el 20% de catalanes independentistas, que
solo quiere el trato de tu a tu, confederal o independizados. El choque con la
realidad al no ser tratados como superiores, desarrolla por una parte un
constante victimismo y odio a quienes se supone que lo impiden y no les
reconocen, ese es el odio a lo español. Por otra parte, hace necesario alimentar
sucesivos sueños liberadores.
Gente que hoy apoya el secesionismo desde
las izquierdas lo hace influido por teorías favorables a la autodeterminación
de los pueblos oprimidos, tomadas del pasado y cuya justificación se encontraba
en una situación colonial, explotadora y represiva, carente de mínimas libertades
y capacidad de decisión de los individuos, pero que hoy poco tienen que ver con
la realidad de Cataluña. Aquellas ideas se dan de bruces con las poblaciones de
la Unión Europea, y sin estudiar la realidad concreta, el aquí y ahora, tratadas
de aplicar hoy se convierten en meros clichés. ¿Y si un día se dieran cuenta
que apoyaron a supremacistas?
No han considerado que el movimiento
nacionalista por la independencia, está sustentado en bases ideológicas y
comportamientos supremacistas. El movimiento soberanista es transversal, sí, pero
la base ideológica que le da cuerpo, el catalanismo, es una doctrina
nacionalista con altos componentes de raza superior, que se desarrolló fundamentalmente
en el siglo XIX y comienzos del XX. Hoy, en la Unión Europea, solo tiene el
sentido de una regresión al pasado más reaccionario.
Las élites que dirigen el proceso hunden
sus raíces en el carlismo catalán. ¡Dios, Patria, Rey! fue su grito básico y su
objetivo la defensa del viejo orden señorial, entonces generaron las guerras
carlistas durante cuarenta años, la primera
guerra 1833/40, la tercera 1872/76, para combatir el desarrollo del
liberalismo, que en aquellos momentos era la expresión democrática. Aquellas
juntas carlistas estaban dirigidas por la nobleza catalana, por sus obispos y
curas, asumiendo la identidad religiosa más carca y el tradicionalismo. Años
después fueron una de las columnas vertebrales de Franco en el golpe de estado y guerra civil 1936/39.
‘’en 1837 y 1838
en la dirección del carlismo catalán coexistieron con dificultad nobles (el
hijo del marqués de Sentmenat, el marqués consorte de Monistrol, el conde de
Fonollar, el barón de Peramola, Fernando de Sagarra, José Ignacio Dalmau de
Baquer - sobrino del obispo Guardiola- y Jacinto de Orteu, presidente interinoa
la espera de la llegada del conde de España), eclesiásticos (Torrabadella, los
canónigos Vilella y Milla, el vicario Sampons y el fraile mercedario Magín
Ferrer) y letrados (Narciso Ferrer e Ignacio Andreu y Sans).’’ Gerifaltes de
antaño. Los señores catalanes en el primer carlismo. Manuel Santirso Rodríguez /ES La Serreta. Rubí
En el terreno teórico podemos
encontrar en una extensa pléyade de autores catalanistas una gran preocupación
por las razas y la búsqueda de elementos diferenciales superiores de la raza catalana, mostrando en su obra un conjunto de abundantes
rasgos supremacistas.
A ello han sumado múltiples
comportamientos fascistas, similares al nazismo, franquismo y fascismo
italiano, desarrollando un catalano-fascismo
de nuevo cuño, puesto en marcha desde hace muchos años apoyados por el
poder catalanista, político, económico, ideológico, cultural…
No crean que la preocupación por la
raza y el supremacismo solo fueron cosa del pasado, forma parte importante
del sentir catalanista e influye poderosamente en el process, revisen los abundantes escritos de Jordi Pujol desde mitad de siglo XX. También pueden ver lo que escribirá en 1978 quien posteriormente fuera presidente del Parlament 1984/88,
Miquel Coll i Alentorn.
Miquel
Coll i Allentorn ‘La naixenca de Catalunya’, Fundació Jaime I, Barcelona 1978,
p. 28. Citado en ‘Racismo y xenofobia en el nacionalismo catalán’, edic. a
cargo de César Guarde, Agon, Grupo de Estudios Filosóficos. Barcelona 2016.
O pueden seguir a Oriol
Junqueras, quien sigue preocupado por la genética de la raza catalana en 2008
escribiendo en Avui: "En concreto, los
catalanes tienen más proximidad genética con los franceses que con los
españoles; más con los italianos que con los portugueses; y un poco con los
suizos".
¿Qué harán en el futuro cuando se
den cuenta de a quienes y qué apoyaron? no lo duden, ellos nunca dijeron o hicieron
nada de eso.
En los últimos 150 años es muy
difícil encontrar una lista tan amplia de españolistas, preocupados por la
raza, y que en su obra aporten tan variados rasgos supremacistas. Aquí tienen
un ejemplo de catalanistas:
Aiguader i Cortés
|
Jaume Anton
|
Almirall i Llozer
|
Valentí
|
Armengou i Feliu
|
Josep
|
Ballester Canals
|
Joan
|
Batista i Roca
|
Josep Maria
|
Bofill i Torrents
|
Camil
|
Bofill
|
Jaume
|
Bosch i Gimpera
|
Pere
|
Cambó
|
Frances
|
Cardó i Sanjoan
|
Carles
|
Cardona i Civit
|
Daniel
|
Carreras i Candi
|
Frances
|
Casas i Carbó
|
Joaquín
|
Coll i Alentorn
|
Miquel
|
Cortada
|
Alexandre
|
Curet i Payrot
|
Francesc de Paula
|
d'esplugues
|
Miquel
|
Folguera i Poal
|
Joaquim
|
Gener Babot
|
Pompeu
|
Guimerá i Jorge
|
Angel
|
Lluhí i Rissech
|
Joaquín
|
Maciá i Llusa
|
Francesc
|
Maluquer i Viladot
|
Joan
|
Maragall
|
Joan
|
Martí i Juliá
|
Doménec
|
Nadal i Mallol
|
Hipolit
|
Par i Tusquets
|
Alfons
|
Pernau i Canals
|
Salvador
|
Pi i Margall
|
Francesc
|
Pi i Sunyer
|
Carles
|
Pijoan i Soteras
|
Josep
|
Prat de la Riva
|
Enric
|
Puig i Cadafalch
|
Josep
|
Puig i Sais
|
Hermenegil
|
Pujol
|
Jordi
|
Robert i Yarzábal
|
Bartomeu
|
Roca
|
J. Narcís
|
Rosell i Vilar
|
Pere Martir
|
Rovira i Virgili
|
Antoni
|
Sampere i Miquel
|
Salvador
|
Sants Oliver
|
Miquel dels
|
Sentís i Anfruns
|
Carles
|
Torras i Bages
|
Josep
|
Vallés i Vidal
|
Emili
|
Vandellós i Sola
|
Josep Antoni
|
Vendrell
|
Ernest
|
Vilá i Estruch
|
Joan Baptista
|
Continuará...
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