Los robots afectan a la totalidad de
nuestras vidas, se pueden estudiar múltiples aspectos, particularmente me
interesan los cambios que producen en tres dimensiones: 1) la cuestión laboral
y la extinción de puestos de trabajo, 2) la imprevisibilidad del futuro, y los
cambios sociales y 3) los cambios que producirá en la ética.
1.- Lo relacionado con el mundo laboral
es un aspecto extraordinariamente relevante, el trabajo tal como lo conocíamos
podría estar llegando a su fin, y el trabajo lleva aparejada la subsistencia
económica y la inclusión y relevancia social de los individuos, nuestro
comportamiento humano necesita el trabajo para relacionarse socialmente. Salvo
que provoquemos una revolución mundial, lo cual a medio plazo es improbable.
Aumenta la producción y el valor
añadido, pero cada año con menos individuos trabajando, fue visible desde muchos años antes del fin
de siglo, la caída del empleo se aceleró durante la crisis de 2007 y la recuperación
se produce sin incorporar puestos de trabajo, fundamentalmente sensible en
Occidente, aunque visible también en los emergentes. Este es uno de los
aspectos que se encuentra tras los votos favorables a Brexit y Trump de amplios
sectores obreros, que desesperados, consideran posible la vuelta al crecimiento
de los empleos industriales, lo cual es prácticamente imposible, ya no por la
deslocalización fabril en los países emergentes, sino por los robots que son
los sustitutos de la clase obrera mundial.
La constante pérdida de puestos de
trabajo la provoca la deslocalización asiática, ascenso de los emergentes y la
automatización desde hace treinta años, es solo el aviso de lo que está
ocurriendo cuya dimensión empeorará, porque al incorporar los nuevos avances
tecnológicos esta cuarta revolución industrial no producirá tantos puestos de
trabajo como destruya. En todo caso la robotización provocó aumentos de
productividad que fueron a capital, no repercutieron en salarios obreros,
provocando grandes ganancias que aumentaron la brecha de las desigualdades.
La incidencia de la automatización
en los salarios de los obreros industriales aparece clara mirando la historia, el salario por hora se duplicó entre las décadas 1940/1970 y se mantiene plano desde entonces hasta ahora, bajando desde
el año 2000. Situación que hizo ganar muchos votos a Trump.
Andy
Haldane, economista jefe del Banco de Inglaterra en el reciente Congreso de Sindicatos
celebrado en Londres proclama ante los líderes sindicales ‘’80 millones de empleos en EEUU y 15 millones en UK están en riesgo
por la robotización ‘’,‘’ la
tecnología podría actuar como un impuesto sobre la renta regresivo sobre los obreros
no cualificados, que podría ampliar aún más las disparidades de ingresos’’.
Estudios
de diferentes universidades de Estados Unidos cifran la pérdida de puestos de
trabajo en próximas dos décadas alrededor del 50%. De hecho la mayoría de
empleos creados en los últimos años son temporales, la suma de horas de trabajo
totales son inferiores a las de los años 70. Si bien la tasa de paro es
reducida, lo es en relación a la tasa de actividad, que ha disminuido, fuera
del mercado de trabajo quedan cientos de miles de norteamericanos,
aproximadamente un 12% entre la población de 25/64 años. Sin embargo las tasas
de actividad de los mayores de 65 años aumentan velozmente en los últimos años.
Las pensiones no llegan y los mayores tienen que volver al trabajo. En 1980
aproximadamente la mitad de los trabajadores del sector privado tenían planes
de pensiones, hoy pueden ser menos del 20%.
Las cifras de todo lo relacionado
con la tecnología digital muestran que está destruyendo muchos más puestos de
trabajo que los necesarios para las nuevas ocupaciones, porque se extiende por
todos los sectores productivos no solo en el industrial, y no solo en Occidente,
en China comienzan a sustituir obreros por robots, su plan gubernamental ‘Made in China 2025’ es una apuesta
acelerada por la robotización.
También en la agricultura, el transporte
de mercancías y pasajeros, los servicios, comunicaciones, banca, administración
privada y la Administración Pública, sanidad, enfermeras, farmacéuticos, médicos, abogados, comercio, hostelería, ya existen
algunas cafeterías atendidas solo por robots, logística, call center, prensa, minería, seguridad, ejército… incluso, robots eróticos o dedicados a los cuidados asistenciales a disminuidos, niños y ancianos está siendo un sector ocupado por los robots, aquí principalmente los japoneses. Un libro con amplia información sobre el asunto es ‘El futuro de las profesiones’, Richard y Dasniel
Susskind, Editorial TEELL
Las
proyecciones a corto plazo son de acelerado crecimiento, una muestra en el
cuadro de abajo, tomado del artículo de Harold L. Sirkin , Michael Zinser , y Justin Rose, -los autores y la página bcg perspectives suministran amplia
información sobre el asunto- en el que argumentan su perspectiva de crecimiento
basada en: la mayor rentabilidad de los robots sobre los humanos, sus costes
están bajando aceleradamente, los avances tecnológicos son capaces de introducir
robots en todos los sectores productivos y en empresas grandes y pequeñas.
En el año 2015, Sirkin, Zinser yRose, destacaban como países avanzados en fabricación robótica China, Estado
Unidos, Japón, Alemania y Corea del Sur. En el mapa de las 25 economías más destacadas
mundialmente, que estaban adoptando/implantando robots, aparece España, en el
grupo de los lentos. Particularmente interesante
me parece un antiguo artículo publicado en septiembre de 2015 ‘Larevolución de la robótica: el próximo gran salto en la fabricación’
En un artículo de 2015, Mark Muro y Scott Andes ‘No culpes a los robots por los trabajos industriales perdidos’, mantienen
la tesis de que no son los robots los culpables
de la pérdida de los puestos de trabajo, sin entrar a debatirlo me parece relevante para
visualizar la implantación de robots industriales, el cuadro que aportan tomado de Graetz y
Michaels, “Robots en el trabajo.” sobre
el número de robots industriales por millón de horas trabajadas, entre los años
1993/2007. Interesante ver el crecimiento experimentado en ese período, doblando
su número en Italia, Francia, entre el doble y triple en Alemania, Korea, España,
EEUU, Holanda y por debajo del doble en Suiza y Reino Unido.
Fuente:
Graetz y Michaels, “Robots en el trabajo.”
Continuará
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