Convertirse en el gran aglutinador, como lo fue el PSOE de los ochenta, requiere
tiempo, muchísimo trabajo y bastante más que unas cuantas líneas sobre un
proyecto común, en aquel entonces se visualizaba nítidamente en Europa, pero
hoy, parece más difícil de construir.
En Podemos, existen múltiples grupos con ideología, práctica e historia muy diferentes, pero por simplificar lo que ha salido últimamente en los medios es que aparentemente hay dos
grandes corrientes, una más izquierdista tradicional, cercana en postulados e
ideas a la antigua IU, -Iglesias ha cultivado incluso una imagen cercana a
Anguita- la otra más proclive a abrirse al centro, a la socialdemocracia, realmente
hoy por hoy la única posibilidad de ganar elecciones para gobernar. Aparentemente
los Pablistas pretenden ganar
utilizando más las viejas tradiciones de izquierdas, su lenguaje y políticas,
pretenden sumar fundamentalmente votos de los 1.2.3 de la escala izquierda
derecha. El problema es que esos electores, aun sumando todos en una sola sigla,
nunca sumaron mayorías suficientes para ganar.
Los Errejonistas, creen que para ganar hay que sumar electores de
izquierda, centro, e incluso derecha, afirman rotundamente que con 1.2.3 de la
escala izquierda derecha, no es suficiente para ganar, por tanto habría que
sumar 4.5 y 6 de esa escala. Y ello solo será posible con un lenguaje y unas políticas
adecuadas que se adapten a la gente de centro y a los primitivos apoyos electorales
que los impulsaron en 2014 antes de la explosión de Ciudadanos. En ese intento
de sumas tan diverso, el miedo lo descartan como política adecuada. Tanto Errejonistas como Pablistas cuentan con personas relevantes que tienen posiciones
comunes en muchos aspectos con los del campo contrario. Escuchar a Bescansa
suena a música de los otros, los Errejonistas,
si escuchan a Monedero, por ejemplo sus ideas sobre la creación de nación española, verán enfurecerse a los
militantes de IU y otros extrema-izquierdosos de antaño, muchos de los cuales son
colegas de corriente.
Además están los anticapitalistas, aparentemente
no son una corriente política con proyecto político diferenciado, son un sector
organizado dentro de Podemos que por su importancia, puede decidir con su
inclinación a uno u otro lado cual de las corrientes pueda ganar, por tanto
venden sus apoyos al mejor postor. El eurodiputado Miguel Urbán, uno de sus
líderes, decía hace poco que había que
dejarse de broncas internas y montar un partido para derrotar al tripartidismo,
PP, PSOE y Ciudadanos. Se supone que intentaba parar la bronca iniciada por
los Pablistas en Navidad, en la que intentaban minar prestigio y fuerzas a
Errejón.
La frase televisiva de Urbán condensa
la idea central de mucha gente en Podemos: hay que crear un partido contra la
derecha. Y contra la izquierda y contra el centro, contra todos aquellos que no
sean Podemos. La idea muestra con claridad uno de los errores de los que son
acusados, sin construir en positivo no habrá forma de ganar, sin construir un
proyecto político en positivo que sume gente diversa de izquierda y centro, no
podrán ser gran aglutinador, única forma
de ganar. Construir la alternativa de izquierda ya lo intentó durante
muchos años IU y otros, con pobres resultados.
En la trifulca que tienen organizada,
airean bastante lo relacionado con la composición de los órganos de gobierno,
debate y representación, lo cual es importante en todos los partidos y
sociedades, pero desconocemos un relato sobre qué modelo de sociedad impulsarían
con claridad, porque la defensa de la Venezuela de Maduro sigue presente en sus
líderes, -como la defensa de Stalin…- también figura la salida de la UE en algún
documento de los asociados a Podemos, -la secesión catalana de España y la
española de la UE pretenden ser aplicación de consignas anticolonialistas de
los años 50/60-. Defender lo anterior puede ser tan lícito como cualquier otra
postura, pero un partido con esas líneas en su proyecto de futuro debe ser
consciente de sus límites para construir una alternativa ganadora en esta
sociedad. Si no lo creen estudien a IU durante años, y estudien por qué surgió
Podemos.
De la primitiva postura sobre el impago
de la deuda tampoco sabemos demasiado, todo el mundo coincide en que la deuda
pública es enorme, mucha de ella está generada por transferencia desde lo
privado para ser pagada por lo público, todos saben que el pago de los
intereses supone unos 30/50.000 millones de euros, y los tipos de interés
pueden subir agravando el peso de la losa… qué hacemos? Defender el impago? Ello
implica que el BCE dejaría de comprar deuda española, y entonces? La opción del
impago de la deuda sumada a la salida de la UE supondría, seguir manteniendo la
deuda en pesetas, pero sin encontrar financiación en ninguna parte del planeta durante
mucho tiempo, lo cual impediría abordar cualquier proyecto de futuro.
Qué pasaría con la energía? Sin duda
es un problemón seguir contando con una energía tan cara en manos de monopolios
de amiguetes, pero, conocen algún proyecto concreto que aborde el tema? al
margen de apostar genéricamente por las renovables. De los modelos productivos
y de creación de empleo tampoco sabemos demasiado, como se abordaría la
creciente robotización mundial? en qué sectores se puede generar empleo con qué
costes y resultados previsibles a qué plazos? Proyectos, costos, plazos,
resultados previsibles, objetivos, esfuerzos a realizar, apuestas de futuro
político, supra-alianzas, pensiones previstas, modelos productivos deseados, tratamiento
de la desigualdad, políticas contra la pobreza
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