Las declaraciones del Papa sobre el
terrorismo, ponen el foco sobre la pobreza. Y tapan la responsabilidad de la
religión, cuna y respaldo de un fanatismo atroz que justifica para el yihadista
la muerte y tortura de los no creyentes. El Papa habla así, desviando el foco
de la atención religiosa, como parte interesada que es en la religión.
Cuidado con poner a la pobreza como
cuna de todos los males, basta ya de criminalizar la situación social de
miseria como cuna de todo mal, bastante tienen los pobres con resistir el día a
día, como para que les pongan más losas encima que generen mayor rechazo y
represión. El Papa actúa como un trilero poniendo el foco sobre la pobreza, cuando
en todo caso son las desigualdades las causantes de múltiples problemas y estallidos
de violencia. Conocemos montones de países y pueblos pobres, actualmente e
históricamente, que no generaron terrorismo alguno
Por otra parte la historia no aporta
pruebas de esa vinculación que sugiere Francisco. El
historiador David Rapoport describe cuatro tipos y fases de terrorismo; el
anarquista, el anticolonial, cuyo objetivo está claro, la autodeterminación de
la colonia, el izquierdista y el religioso, que luchan por mundo nuevos
idealizados. Aunque algunos
militantes terroristas fueran de extracción obrera, otros, mayoritarios eran de
clase media o alta, -como está ocurriendo en el yihadismo- Los diferentes grupos
terroristas han estado soportados en una base ideológica con suficientes dosis
de fanatismo teórico como para actuar sin necesidad de vivir individualmente situaciones
de pobreza, ni se encontraba la lucha contra la pobreza como base teórica justificativa
de sus movimientos. Como referencia recordemos los grupos cercanos europeos, el
IRA, la Baader Meinhof, ETA o Brigadas Rojas, o los más lejanos anarquistas,
quizás los más cercanos a las tesis papales, que lucharon por un mundo mejor, incluida
la lucha contra la desigualdad, por libertad, derechos…
Situándonos en la época presente, y
sobre el terrorismo yihadista, estigmatizar a los pobres vinculándolos al
terrorismo, supone echar una cortina de humo sobre las casusas del yihadismo,
entre las cuales aparece en primer término la religión. El mundo musulmán se
encuentra en la Edad media del cristianismo, que en el pasado bañó Europa de
sangre por sus constantes guerras de religión, católicos-protestantes, cruzadas
o guerras santas contra los infieles, persecución a herejes,… las torturas,
muertes, y represiones varias encontraban amplia justificación en la religión y
sus textos sagrados y sobre todo en los altos cargos religioso-políticos
intérpretes de los mandatos divinos.
El Papa no debería olvidar este
componente del terrorismo actual, al cual se suman otros aspectos, sin duda. Como
cualquier otro fenómeno sociológico no hay una única causa que fácilmente lo pueda
explicar, al contrario la complejidad del mundo actual ofrece múltiples
aspectos que iteran hasta conformar la realidad del yihadista que atenta gritando
componentes religiosos de la yihad y se inmola invocando a Alá.
Sin alejarnos demasiado de la
cultura española y sus fuentes de información/documentación, como Elorza,
Reinares, Napoleoni, Torreblanca, Álvarez-Osorio, Gilles Kepel, Sami Nair,
Naím, Bernard Godard, … destacan como magma esencial en el conglomerado del
yihadismo, la religión musulmana y los choques entre los sectores más puros e
impuros, los poseedores de la verdad y los infieles, o entre islam y
cristianismo, sin ese magma fundamental que silencia el Papa, no se entendería
el terrorismo actual. Después habrá que preguntarse por los apoyos, la financiación,
la implantación, difusión, captación, entrenamiento… y las causas inmediatas y
concretas que influyan en el salto del fanatismo ideológico a la yihad, etc.
pero todas ellas son preguntas posteriores, que tienen sentido porque se
realizan tras la existencia de la yihad. Dice J.A. Moliner en http://www.seguridadinternacional.es/revista/
que ‘el terrorismo yihadista, tiene como finalidad la ordenación
política de la sociedad sobre una interpretación fundamentalista del Islam.’
Son importantísimos los apoyos
logísticos e ideológicos y la financiación de ricos países petro-árabes para
extender su influencia, religiosa y política por Oriente Medio, vinculado a
ISIS, así como el mundo talibán en el área de Pakistán y Afganistán, vinculado
a Al Qaeda. Por descontado en ISIS influyen los graves errores geopolíticos
occidentales, la última guerra de Irak, destrozando el estado y todas las estructuras
que mantenían estable el área, Saddam Hussein, era un brutal dictador, pero
laico, su desaparición como la de otros dictadores durante la primavera árabe
del norte de África, dejó un rosario de países por el que se extendieron los
grupos que estaban más organizados, aquellos de ideología islamista muy
alejados del laicismo occidental.
Seguro que influirán en la captación
de militantes yihadistas, la base religiosa, el odio a la vida occidental, la
libertad e igualdad de las mujeres, niños, de las costumbres, la separación del
poder político y legislativo entre iglesia y estado, la marginación y desprecio
que sienten en Europa muchos individuos de origen mayoritario árabe, la
influencia de las penurias relativas y la cárcel, la existencia de guetos… seguro
que también influyen el atraso del mundo árabe en aspectos económicos y
políticos, las enormes desigualdades del mundo árabe, -aunque no parece que
dirijan su furor hacia los petro-países, los elementos históricos de dominio
occidental serán justificación apropiada a sus desdichas, y los bombardeos
indiscriminados para quienes reciben las bombas en ocasiones sometidos por
abajo a los yihadistas y por arriba a los aviones occidentales, etc. etc. en
definitiva un conglomerado de causas distintas a la pobreza que marca el Papa.
Otras fuentes: http://www.start.umd.edu/
http://www.usip.org/category/issue-areas/countering-violent-extremism
http://icsr.info/2015/11/
- http://economicsandpeace.org/
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