Hundimiento precios del petroleo. Contradicciones. (Y 5)

  

En los últimos años, EEUU dio un zarpazo al mercado, a la geopolítica y a las teorías del fin del petróleo, con el gigantesco desarrollo del shale oil, tratamiento a las pizarras, la revolución de los esquitos bituminosos, tanto para obtención de crudos como de gases. Utilizando técnicas como el fraking, la fractura hidráulica, -fracking con infinidad de técnicas diversas,- una simplificación general consiste en inyectar agua/arena/partículas a gran presión para romper la roca- técnica que aunque utilizada desde 1949, es hacia 2005 cuando combinado con la perforación horizontal –perfora vertical hasta el nivel estimado, girando para perforar horizontal desde entonces por ejemplo 2 km- se impulsó masivamente en EEUU, fundamentalmente en Dakota del Norte, Texas y Pensilvania, obteniendo resultados de producción extraordinarios de petróleo y gas… 

Repentinamente le convirtieron en el mayor productor mundial, dejando de ser importador neto para convertirse en autosuficiente. Como de costumbre, esas incorporaciones de nuevos hidrocarburos lo fueron a unos precios determinados, por encima de los cuales resultaba rentable estudiar, investigar y producir con nuevas técnicas. Miles de nuevas empresas de tamaños pequeños y medios comenzaron su aventura, en Texas o en Dakota, la amplitud del territorio de EEUU y su baja densidad de población en muchos lugares, junto con la crisis, facilitaron la rápida implementación de la nueva época.

Hace días con los nuevos precios del petróleo a 70/80 $, decenas de empresas comenzaron a tener problemas, sus previsiones de rentabilidad de desvanecieron y comenzaron a cerrar, los mercados giraban la veleta, el dinero ya no afluía hacia ellas, los bancos de inversión no canalizaban recursos hacia esas empresas. Muchos estudios de ampliaciones y futuras nuevas zonas fueron paralizados, y ha comenzado la selección de qué empresas y en qué condiciones pueden obtener rentabilidad. Contradicciones de los mercados y las guerras del petróleo.

Pueden imaginar lo que ocurrirá a precios de 50$, una parte del sector del shale oil desaparecerá reduciendo su producción, como también serán reducidas las inversiones en energías alternativas, eólica y solar, por el momento con un petróleo barato se paralizarán muchas investigaciones e inversiones hacia nuevas fuentes energéticas, o abaratamiento de las energías alternativas conocidas. Con petróleo barato también se reducirán los esfuerzos por ser más eficientes en su, almacenaje, transporte y utilización productiva, o en la búsqueda de construcción con mayores aislamientos, etc. Al cabo de 18 o 24 meses del hundimiento de los precios actuales y dado su mayor consumo inducido, y la desaparición de alternativas, los precios volverán a subir, y durante otros cuantos meses los viejos proyectos empezarán a desempolvarse nuevamente, y mientras se ponen en marcha, volverá a ser rentable para los viejos sectores a los que habrá acudido el dinero que salió de los nuevos. Y vuelta a empezar otro ciclo de contradicciones.

Como de costumbre, ‘hay gente pa to’. Hay bastantes analistas que sugieren que hemos entrado en una nueva era de abundancia energética, por tanto de abaratamiento. Otros, entre los que me incluyo, piensan que no es para tanto, podríamos estar en una parte del movimiento pendular, un ciclo que volverá en dos años a mercados de petróleo más caro. Mientras tanto, el hundimiento de precios, para algunos países emergentes puede llevarlos a generar tormentas monetarias dado que sus economías y monedas se resentirán, de hecho comienzan a dejarlos muchas inversiones, -inversiones que en gran parte canalizan los fondos de inversión mundiales, componente esencial de lo que hoy llamamos mercados financieros, banca en la sombra, no controlada ni sometida a regulación como el resto de la banca conocida, sea comercial o de inversión-. Ingentes cantidades de dinero que van y vienen por el mundo, buscan monedas más seguras como el dólar, aumentando su fortaleza, que aún crecerá más cuando empiecen a subir los tipos de interés que se vislumbra en meses.