Muy
bonito, y empalagoso, pero mucho más grave, cada vez que veía las imágenes algo
chirriaba en mi cabeza, aquella orquesta ¡no tenía mujeres! A pesar de que el
director de la emisión pasaba y repasaba para mostrar una y otra vez a las
mismas cuatro o cinco mujeres en un mundo, casi exclusivamente de hombres
La
Filarmónica de Viena dirigida por uno de los grandes mitos de la dirección,
Zubin Mehta, estaba celebrando el Concierto de Año Nuevo, que podían estar
viendo cientos de millones de personas, ya que era retransmitido a decenas de
países por las televisiones públicas, y privadas y en él estaba difundiendo,
propagando la imagen, el valor, de que la música es cosa de hombres.
La
idea que puede calar en las hijas de los hijos de mis amigos, en mis nietas, en
hermanas, primas y madres… es que ellas no deben entrar como protagonistas en el
mundo de la música y las grandes orquestas y se dediquen al ballet, porque eso
solo lo saben hacer los hombres. ¡Pero bueno! ¿A quién se le ocurre defender
hoy que no hay músicas de calidad contrastada? solo encuentran hombres útiles,
los que buscan solo entre hombres.
La
Europa, culta y moderna del siglo XXI no puede permitir estas barbaridades,
¿donde están las mujeres del Parlamento Europeo?, no hay partidos específicos
de mujeres, al estilo de verdes, pero ¿no hay lobbies femeninos que presionen a
los partidos e instituciones?
Al
igual que en otras muchas cuestiones la presión de las mujeres debe hacerse
notar y lograr cambiar la imagen vergonzosa que transmite Europa a través del
Concierto de Año Nuevo. Presiones en el Euro Parlamento, sobre las escuelas de
música, sobre los sponsor, patrocinadores y ejecutivos de orquestas,
instituciones y entidades de conciertos, sobre las cadenas de televisión,…
¿para cuándo el boicot al Concierto de Año Nuevo? de asistencia presencial, de
difusión y audiencia.
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