Hablar de desigualdad es hablar de riqueza y de pobreza. Y de exclusión social. Aunque los conceptos no tengan igual significado, en la vida real aumentar la desigualdad significa que gran parte del crecimiento social es apropiado por unos pocos que concentran en sus manos ingentes cantidades de riqueza que detraen del resto de población, así riqueza y pobreza son dos caras de la misma moneda. La pobreza es un concepto a usar de forma relativa, naturalmente no son iguales los pobres de un país que los de otro, ni los de épocas históricas comparados a los actuales.
Muchos pobres en las sociedades
occidentales no viven con los mismos niveles de miseria que los africanos, la
pobreza se puede medir en relación a mínimos vitales para vivir un ser humano, pero
al hacerlo no solo en general sino en una sociedad determinada se tienen en cuenta
unos estándares de vida del conjunto de la población. (Vean definiciones en el cuadro, tomado del informe citado antes, de la OCDE sobre España). Aparece el
concepto de exclusión social cuando muchas personas son apartadas de la vida
normal, excluidas por no poder llegar a mínimos estándar de millones de sus
conciudadanos, como consecuencia de la pobreza, el paro, las enfermedades… y por
los recortes sociales que apartan del camino a los más débiles, niños, ancianos,
enfermos dependientes, por la precarización de salarios y pensiones,… y también
por la falta de derechos. Todo ello suele generarse en una sociedad desigual.
Al tiempo de salir el informe de la OCDE, la OIT publicó otro sobre España -recomendando subidas salariales como forma de estimular demanda, crecimiento, y eliminar pobreza-. El gigantesco paro español, es una
de las causas centrales del problema de exclusión social, seis millones de personas no
encuentran trabajo y se hacen todo tipo de malabarismos con las cifras para reducirlas, pero no para crear trabajos dignos que no se encuentran. Cuando algunos consiguen un empleo, es inestable, parcial y
precario, así las condiciones salariales no son suficientes para salir del
camino que conduce a la pobreza. Sigue cayendo la cifra de horas totales
trabajadas como consecuencia de abordar electoralmente el problema, cambiar un
empleo de ocho horas, por varios de una, dos o tres horas, solo eleva
momentáneamente la cifra de trabajadores, pero baja el número total de horas
trabajadas. Se está produciendo la sudamericanización de España, que ha
iniciado un camino de atraso considerable, siendo además la situación,
generadora de inseguridad, tensiones y conflictos.
Desde comienzos de la crisis en España,
hay más personas sin trabajo durante mayor tiempo y cada vez más familias sin
coberturas sociales. El gasto público aumentó en el año 2009 para frenar posteriormente
mientras las personas necesitadas aumentaban… El país sigue en paro, sin
perspectivas de crecimiento, los brotes verdes están marchitos, agotados, sin
ofrecer creación de empresas comparable a otros países, sin planes globales de
empleo, -que solo serán posibles y efectivos con un gran pacto nacional, tipo
Acuerdos de la Moncloa-, un país con una deuda del 100% un déficit anual de
60.000 millones de euros -46.000 millones hasta agosto- por insuficientes
ingresos fiscales y sin contención de gasto corriente en las administraciones
públicas en las que siguen coexistiendo miles de empresas públicas, pagos de
intereses de la deuda de 35.000 millones, … un país así no permite vislumbrar salidas
a la pobreza y desigualdades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario