La
concentración bancaria ha llegado a máximos históricos en cualquiera de los
aspectos que se quieran analizar. A principios de siglo XX, la teorización
marxista sobre el imperialismo explicaba el impulso interno que llevaba al
capital financiero a concentrarse y formar grandes monopolios
financiero-industriales.
Ha llovido mucho desde entonces y las cifras de
concentración bancaria solo han hecho que multiplicarse por muchísimo, hasta
llegar a grados de concentración nunca vistos. Naturalmente la historia no
discurre en línea recta por lo que es posible que se hayan producido avances y
retrocesos al respecto, desde la concentración de inicios de siglo XX, pasando
por la separación de bancos comerciales y de inversión por la Gran Depresión.
En todo caso desde la II Guerra mundial hasta mitad de los 80 parece que hubo
una cierta estabilidad en la cifra total de bancos en EEUU, década en la que
comienzas los grandes cambios que llegan hasta hoy. Los factores que han
influido en ello son la globalización, mundialización de los mercados y
tecnologías, y el crecimiento de los negocios financieros de fin de siglo, la financiarización de la economía, lo cual
fue un impulso a finales de siglo que contribuyó al gigantesco crecimiento
económico posterior reflejado en el PIB mundial entre 2000 y 2006, se dobló, pasando
de 36 a 70 Billones de dólares. Y por supuesto iterando la desregulación
efectuada durante estos procesos.
Este
último aspecto de la regulación, explica una parte del interés que pueda tener
un banco por concentrarse y aumentar de tamaño, en la capacidad de influir en
las leyes regulatorias o su ausencia, a mayor tamaño mayor capacidad de influir
en la Administración, Gobierno, Congreso, Reguladores,… el interés por crecer
estará en obtener mayores beneficios conseguidos por sinergias, control
monopolista sobre el mercado, aumento de la complejidad para ser investigados, etc.,
pero los beneficios en demasiadas ocasiones no acompañan al volumen. El interés
fundamental en conseguir gran tamaño, se encuentra en la capacidad de influir
en los poderes políticos, -a mayor tamaño mayor capacidad de presionar- hasta
el punto de confiar en asumir riesgos excesivos, muy por encima de lo que
aconsejen las normas de los mercados, confiados en que serán recatados por el
dinero de los contribuyentes gracias a su tamaño, que impedirá que los
gobiernos los dejen caer asumiendo sus errores.
Pero un rescate no es más que una manifestación de fracaso del mercado sobre el Estado, la incompetencia de lo privado sobre lo público. En el año 2012, un día la agencia Moody’s rebajó el rating de 15 de las mayores empresas financieras globales, al hacerlo indicó de manera explícita que dichas bajadas hubieran sido muy superiores de no ser porque las empresas financieras contaron con el pleno respaldo del Gobierno, que las avalaba, citado por ICBA, junio 2012, de quien proceden otros datos de este capítulo. Después de 2008 parece que todo lo que sea reducir tamaño de los gigantes financieros va en la buena dirección para el futuro, mientras que lo que ayude a mayor concentración es tentar al diablo de la próxima crisis.
Pero un rescate no es más que una manifestación de fracaso del mercado sobre el Estado, la incompetencia de lo privado sobre lo público. En el año 2012, un día la agencia Moody’s rebajó el rating de 15 de las mayores empresas financieras globales, al hacerlo indicó de manera explícita que dichas bajadas hubieran sido muy superiores de no ser porque las empresas financieras contaron con el pleno respaldo del Gobierno, que las avalaba, citado por ICBA, junio 2012, de quien proceden otros datos de este capítulo. Después de 2008 parece que todo lo que sea reducir tamaño de los gigantes financieros va en la buena dirección para el futuro, mientras que lo que ayude a mayor concentración es tentar al diablo de la próxima crisis.
La
tendencia al aumento de concentración bancaria es global, en todas partes
creció a final de siglo y aumenta después de la crisis, aunque en cada zona
tiene proporciones diferentes en relación al PIB, o al mercado, como diferente
es la base del poder financiero a ambos lados del Atlántico, tradicionalmente
en Europa los bancos controlan industrias, mientras en América son los grandes
holding quienes controlan bancos. Pero una cosa sí está clara,
la tendencia avanza arrolladora hacia unidades inmensamente grandes imposibles
de controlar para los gobiernos actuales en sus entornos nacionales, pero lo
que más preocupante, ingobernables a nivel global tal como funcionan hoy los
mercados y dado los actuales equilibrios de poder, sin que aumentara
considerablemente el poder político internacional entraremos en una dinámica
cada vez más distanciada entre unos y otros poderes.
Son
interesantes los datos del estudio La consolidación en el sector bancario EE.UU.: ¿Es el "largo y raro viaje" a punto de terminar? por Kenneth D. Jones y Tim Critchfield . Normalmente
la concentración se produce comprando entidades menores por los grandes, o
mediante fusiones entre varios, o bien por quiebras –2.700 entre 1985/2003- y
expulsando del negocio a los menos eficientes. De cerca de 15.000 bancos existentes en EEUU en 1985, en el 2003 se
habían reducido casi a la mitad, quedando 7.900, desapareciendo
fundamentalmente los considerados pequeños, con activos inferiores a 100
millones de dólares. Mientras tanto, la cifra de negocio bancario, los activos
en dicho período se triplicaron, pasando de 3,3 billones de dólares $ a más de
9 billones. Respecto a los activos, el grupo de bancos grandes con activos
superiores a 10.000 millones $ que controlaban en 1984 menos de 1/2 del
mercado, pasaron a controlar ¾ en el 2003 -del 42%, pasaron a controlar el 73%-
En el mismo estudio citan a Bank of
America, un solo banco de los 7.900, como el mayor tenedor de depósitos
controlando el 10% del mercado, con 512.000 millones $.
Si
consideramos como afecta a los depósitos, en otro estudio vemos que: de los
alrededor de 8.000 bancos de EEUU que tienen un total de casi 9.000 billones de
dólares en depósitos, los 10 mayores bancos casi controlan la mitad, unos 4.300
billones, esos 10 bancos en 1995 controlaban un 18% de los depósitos y en 2012
controlan el 48%, pero se concentra más si miramos al grupo de los 5
principales que llegan a un 40%. Los datos anteriores podemos compararlos con
otros estudios que refieren la concentración bancaria a los ‘60. Veinte años
antes de los datos de arriba, en 1965, había 13.600 bancos, de los cuales 326
controlaban el 62% de los activos. Respecto a los depósitos que en 1969 eran
unos 450.000 millones $, la mitad de los mismos están en manos de 100 bancos,
mientras que los 10 mayores tienen la cuarta parte de los depósitos. ¡La mitad
que en la actualidad! si las cifras de entonces eran muestra de preocupante
concentración, al ver las cifras actuales los teóricos de aquella época estarán
terriblemente asustados. Si miramos cómo afecta la concentración financiera al
mercado de derivados, observamos que los 4 mayores bancos de EEUU operan con el
96% de los 250 billones $ de importe
nocional –importe que marca el contrato-. Tyler Durden en Zero Hedge 09/24/2011
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