6.-
A La complacencia social a la que me refiero en párrafos anteriores, -identificada con la aceptación acrítica de
la sociedad de consumo, o del tipo de sociedad en el que vivimos- contribuyó el
hecho de una cierta ocultación del
capitalismo tras el telón, por miedo, precaución e interés, durante los
años posteriores a la II Guerra Mundial en Europa, y en España a partir de la
Transición cuando lo más brutal del capitalismo pareció esconderse tras la
cortina, al tiempo que los trabajadores lograron evidentes mejoras en las
condiciones de vida y trabajo, vacaciones, salarios, viviendas y barrios,
pensiones, subsidios de paro y enfermedad, universalización de sanidad y
educación, ampliación de la universidad, mayor igualdad para la mujer, mayores
derechos globales…
El
miedo del capital se metió por la sucesión de luchas obreras –anarquistas,
socialistas y comunistas- del XIX y XX, que junto con la existencia del comunismo
en la URSS y en China, consiguieron durante un tiempo atemperar a las fieras, que empezaron a despertar a finales del
siglo XX apareciendo claramente ante el telón con la nueva forma de los mercados financieros en este siglo
XXI, sirviéndose de la crisis para retroceder al pasado, a los obreros,
trabajadores y clases medias occidentales, que era quienes disfrutaban del
estado de bienestar, o socialdemócrata.
No
se puede obviar que al aumentar la satisfacción
social hizo aparecer más noble al
capitalismo, -y viceversa- lo
cual incidió en la pérdida de influencia de las izquierdas en su conjunto, y no
solo de la cultura política de la clase obrera. También contribuyó
decisivamente a dicha pérdida de influencia, los cambios demográficos que
muestran las cifras de población española;
aumentos significativos de sectores no obreros, lo cual hace bajar su peso e influencia
relativa, crece el número de trabajadores vinculados a los servicios, de
millones de estudiantes, millones de pensionistas, y grandes contingentes
estables de sin trabajo y otros cientos de miles de trabajos precarios…
Grandes
cambios de población entre 1982 y 2008:
Aumentó
la población total. Y envejeció. De 37.943.000 personas a 45.328.700. Los
mayores de 65 años aumentan de 4.401.000 a
7.414.000. Mientras
que los menores de 16 disminuyen de 10.460.000 a 7.120.000.
La
población activa pasa de 13.206.000 a 22.848.200, por el crecimiento de los
asalariados que pasan de ser 7.684.000 a 16.681.200. Pero el aumento de trabajadores cambia el peso relativo de los grandes contingentes sectoriales.
En
la Industria los asalariados disminuyen significativamente su peso relativo a
menos de la mitad, de representar un 33% del total de asalariados a representar
un 12%, de 2.512.000 a 1.927.300. Por contra en
los servicios los asalariados aumentan significativamente su peso pasando de trabajar 3.856.000 hasta 11.497.000 llegando a representar un 69% del total.
En
la Construcción los asalariados crecen desde 758.000, un 10% hasta pesar un 17% con 2.832.000.
Sin duda estos cambios influyeron en la disminución de las huelgas y en lo que podemos llamar el agotamiento de la etapa de la Transición. Más desarrollo lo encontrará en mi
trabajo ‘’Clases,obreros, ciudadanos, sujetos políticos’’.
En
las últimas décadas se produce la incorporación a la sociedad española, de nuevas hornadas de jóvenes más
integrados en el sistema, que basculan ideológica y electoralmente hacia la
derecha, como recogen las estadísticas del CIS, en lo que probablemente influya
disfrutar de mayor calidad de vida respecto a las anteriores generaciones, y a
la mayoría de países del mundo, con gran sentimiento de naturalidad y
perdurabilidad respecto a lo que disfrutan, al tiempo que en la mayor confianza
de esos jóvenes en la derecha y su alejamiento de las izquierdas quizás también
influya el desconocimiento de la historia y el papel de la derechona española.
Como también influirá en esos jóvenes la infravaloración de los logros
conseguidos, por parte de amplios sectores izquierdistas que siempre los
criticaron como si nada hubiera cambiado nunca.
Gran
parte del problema del alejamiento de visiones progresistas en la sociedad, debería
buscarse en el entramado izquierdista, y preguntarse ¿qué aporta a la sociedad
ante cada problema, ante cada reto? ¿Por qué en Madrid, o en Valencia, arrasa
la derecha y ninguna fuerza roja o
verde consigue ganar desde hace 15 años?,… quizás convendría dejar de mirar siempre
a la acera derecha para tratar de explicar
las cosas, y empezar por dudar si utilizar hoy los mismos discursos que
se utilizaban hace 40, 30 o 20 años, para aclarar realidades que han sufrido
enormes cambios. Abandonar clichés y estudiar los nuevos fenómenos que nos
rodean y cuestionarse errores de interpretación, diagnostico, deseos, utopías,
relaciones, mensajes, comunicación, fuerzas, etc. etc. es trabajo pendiente de individuos
y grupos sean anarquistas, comunistas, socialistas, verdes, o feministas,… Porque
lo único que parece claro es que las ideas que mejor calan son las derechistas
–En Islandia vuelven a ganar los partidos que llevaron a la crisis, en Italia
Berlusconi conserva gran poder, en España aplastó
la derecha del PP, en Grecia creció como la espuma Amanecer Dorado...- Mas opiniones
sobre el asunto las desarrollo en la serie ‘Izquierdas y crisis’
PD. La imagen de cabecera procede como otras veces del trabajo ya referenciado David Luque ‘Las huelgas en España: intensidad, formas y determinantes’
PD. La imagen de cabecera procede como otras veces del trabajo ya referenciado David Luque ‘Las huelgas en España: intensidad, formas y determinantes’
En el análisis demográfico, y con importantes consecuencias sociales, hay que tener en cuenta que desde el año 95 y en la década con mayor crecimiento demográfico de la historia de España (primera del siglo xxi) el tirón poblacional (que por cierto contradecía a todos los expertos sobre el parón que se iba a producir en torno al 2000) se debe a la inmigración, pues el Crecimiento Vegetativo estaba muy bajo. Esta aportación poblacional exterior hizo que se atenuara el envejecimiento de la población (pues excepto en de los pensionistas ingleses y alemanes la aportacion es fundamentalmente de gente en edad de trabajar)y un alivio en los gastos sociales (una tasa muy superior a la autóctana en la relación activo-dependiente).
ResponderEliminarEs frecuente, hablando de otro tema pero no tanto, que los "expertos" demográficos, sobre todo si tienen que justificar previsiones tremendistas para potenciar planes de pensiones, se "olviden" de que la variaciones poblacionales que se acomodan a los rápidos cambios socioeconómicos se deben muy frecuentemente a las migraciones.
Evidentemente el crecimiento de población fue debido fundamentalmente a los alrededor de 5 millones de inmigrantes.
ResponderEliminarY que las pensiones tienen efectos positivos a raiz de mayores cotizantes a la SS. Lo cual no excluye el problema de que cada vez haya mas pensionistas, que viven mas años, soportados en menores ocupados cotizantes.
Los datos globales ofreen algo inquietante para Europa y para España. Hemos igualado el número de viejos con el de jóvenes, y en 2 décadas hemos doblado el número de pensionistas, que viven bastantes mas años que los iniciales para los que fueron calculados el sistema de pensiones. Creo que calculaban cobrar alrededor de 5 años sobre la jubilación y ahora puede estar alrededor de 10 o 15 sobre la jubilación, del doble de personas jubiladas.
En cualquier caso es un tema del que habrá que discutir muy a fondo y no va a dar tiempo porque lo van a cambiar en breve. A su conveniencia, sin casi fuerza opositora.
Otro factor de enorme peso transformador en las relaciones sociales, que destaco en otras ocasiones que he volcado cuadros estadísticos sobre los grandes cambios demográficos españoles, es la incorporación de millones de mujeres al mercado de trabajo desde la Transición acá.
Por volver al tema población y derrumbe de las huelgas, yo quería incidir en la importancia de pérdida de peso relativo del obrero industrial y el aumento del sector servicios, en cuanto a pérdida de potencia cultural obrera. Además del número de parados, precarios, sumergidos, etc. que minoran las huelgas como forma clásica de protesta. Amén de los otros factores que cito, culturales, complacencia, integración...
Sobre el debate de la sostenibilidad de las pensiones. Cierto que una de las variables es la evolución demográfica en su crecimiento vegetativo. Pero es solo una. Otras y no de menos importancia son: a) El número de personas ocupadas, que tiene que ver en buena medida sobre los niveles de empleo y actividad. El ejemplo de las mujeres que pones y como variaría las sostenibilidad del sistema si la tasa de paro fuera otra son por ejemplo ilustrativos b) La productividad del trabajo (a principios del xix el 70% de la masa labora -si no más, pues se subestimaba a lo bestia el trabajo de las mujeres en el campo- se dedicaba en España a las labores agrícolas y no había comida suficiente, ahora con menos del 5% sobra, y cosa parecida podríamos decir de la industria...). c) El reparto social de lo que se produce en un territorio (es curioso como quienes nos asustan con el "insostenible" sistema de pensiones público vean la solución en planes de pensiones privados, cuando ese dato no modifica el total de producción ni el total de personas entre quienes repartir). d) Que se produce y para qué se emplea la fuerza de trabajo. e) Hábitos de consumo f) Reequilibrio de la población mundial (migraciones) g) Importancia del "trabajo invisible", h) Más cosas que en este momento se me olvidan.
ResponderEliminarLo que pasa es que ponen tantas condiciones "intocables" que al final solo hay que tragar. Por cierto lo de la empresa americana que "sugiere" a sus empleados el que se tatuen el logo ya nos indica de por donde vamos.
Otra cosa que habría que plantearse del absurdo modo de vivir actual es el que la jubilación sea sinónimo en muchos caso, afortunadamente en en tuyo no, de marginación social. Pero bueno mejor no menearlo no sea que a algún cerebrito se le ocurra tirar por lo sano y prohibir las jubilaciones.
El debate sobre pensiones evidentemente es muy amplio. Realmente sobre cualquier cuestión es mucho mas amplio que nuestras propias opiniones.
ResponderEliminarPor ejemplo sobre pensiones, se me ocurre que una cosa es la realidad soñada y otra la realidad soportada. Las diferencias entre lo que debería ser en el ideal de cada uno y lo que realmente es hoy en la realidad concreta que nos rodea y condiciona.
Las variables en toda realidad social son muchas y diversas y contradictorias, etc. pero las que conocíamos hasta ahora y que sustentaban la realidad de pensiones que disfrutamos, tienen que ver con como han variado en los últimos años en Europa?, han aumentado
1)el número de pensionistas,
2)con el número de cotizantes y
3)con el número de años que se disfrutan las pensiones.
El número de pensionistas ha aumentado considerablemente, hasta doblarswe en muchos países en los últimos 30 años.
El número de cotizantes se ha reducido en muchos países y la tendencia en Europa es de fuerte descenso. La inexistencia de trabajo tal como lo conocíamos en estos últimos 2o años en Ocidente, influye poderosamente.
El número de años que se disfruta de pensión per cápita ha aumentado considerablemente hasta triplicarse en los útlimos 30 años. Y su importe ha ido aumentando.
A partir de reconocer esta realidad mutante, podremos seguir discutiendo, soñando y diciendo que si tal cosa pasara sería o no necesaria tal otra cosa, que si hubiera trabajo cortizante no tendríamos problemas, etc. pero la realidad no solo es que no aumentan los cotizantes, sino que disminuyen y la tendencia es descendente.
Desconocer los cambios efectuados en la sociedad nos lleva a la realidad de que mientras discutimnos si son galgos o podencos, las pensiones están desapareciendo para millones de occidentales que no olvidemos en España no cotizan el 25% de economía sumergida q existe, los aproximadamente 5 millones de empleos sumergidos no cotizan y estos trabajadores no entran en la discusión de sostenibilidad de pensiones, porque están en la zona oscura.
Todo influye, pero veamos lo que influimos nosotros en lo cercano, porque no se trata de deseos q no hayan visto partidos y sindicatos sino de realidades dificlmente modificables. ¿Quien tendrá fuerza para aflorar trabajos cotizantes similares a los pasados para 6 millones de trabajadores en 15 o 20 años?
Pero si nos rendimos a su lógica antes de empezar seguiremos cuesta abajo. Y la solución tarde o temprano será atacar a los que tengan menos fuerza que nosotros. Sean estos interiores o exteriores.
ResponderEliminarPara proponer soluciones no podemos partir de como ellos plantean los problemas.
Nada es fácil, pero la rendición tampoco asegura que vayan a dar un buen tratamiento.
Cambiar las cosas sin que nada cambie también es muy difícil. Como el cambiar algo significativo también lo es.
Nada es fácil. Pero resulta útil no perder la perspectiva, porque ahora parece que siempre hubo pensiones en España.
ResponderEliminarCuando yo era niño, los viejos no tenían donde caerse muertos. Salvo los vencedores de la guerra, militares y sectores privilegiados afines al régimen.
Por descontado no había sanidad pública, ni educación universal... en fin un largo etc. que siempre procuro recordar.
Insisto en las cifras, en los últimos 20 años se han doblado el número de pensionistas aumentando la pensión media en tropecientas veces, ¿acaso ese salto adelante supuso una rendición? no olvidemos que en aquella época mucha gente decía que el estado socialdemócrata era una traición. Pero que opinarán los 9 millones de pensionistas actuales.
Antes de proponer soluciones habrá que empezar por situar de donde venimos y donde estamos para valorar. Y analizar lo que nos rodea, no sea que de tanto no rendirse nos estén quitando las cosas sin enterarnos.
Ejemplo, las pensiones. Para millones de españoles sin trabajo ni posibilidad alguna de encontrarlo en 20 años, en el formato conocido de antes, ¿que representarán las pensiones?, si nunca podrán cotizar 35 o 40 años, si casi todo el trabajo es sin cotización, fuera del mercado conocido.
Pensiones. Rendirse?, ¿significa pararse pretendiendo decir que todo siga como hasta ahora? lo cual será imposible, o buscar salidas? Pero las salidas ¿cuales? porque oponerse a que rebajen las pensiones no es una salida, es un deseo, que es algo diferente.