domingo, 16 de abril de 2023

Se instalaba un peligroso espíritu anti política

Contra los políticos no todo vale. En los tiempos que vivimos se ha extendido la ira contra los políticos, acercándose en muchos casos a la majadería que cuentan dijo el dictador Franco ‘haga como yo, no se meta en política’. Es la idea asentada en lo profundo de millones de españoles durante 40 años, ‘la política es mala, los políticos son malos’, expresión que formulada igual o de forma similar recorre muchas calles y redes sociales.

Es normal que cale mucho y rápidamente, porque es simple, fácilmente transmisible, requiere poco esfuerzo aceptarla y encima permite pensar que al denunciarlo se gana un plus de modernidad y queda la idea de hacer algo. Además, señala culpables de lo que ocurre, algo útil en sociedades complejas, y, por si fuera poco, en ocasiones contiene algunas dosis de verdad. Sabemos que una cualidad fundamental de toda buena coartada o mentira es que sea demostrable alguno de sus aspectos, lo cual hará más fácilmente ‘tragable’ el conjunto.

La idea se extiende por la red en forma de cientos de correos, vídeos, o comentarios en blogs y redes sociales, sin encontrar oposición alguna, porque siempre se aprovecha del momento penoso que sufrimos, normalmente soportada en algunas verdades que nunca se someten a discusión, a través de las cuales en demasiadas ocasiones enseñan humo, o directamente falsedades que nadie discute, porque el pensamiento único, generalmente aceptado, es tachar a los políticos de corruptos e ineptos. Ejemplos hay demasiados y cada individuo debería hacer ejercicio de su racionalidad en cada momento. Hace meses tuve oportunidad de ver un cuadro con los 445.568 políticos españoles, que no publiqué en mi blog por inicial desconfianza, luego he recibido muchos correos con el descubrimiento y leídos montones de proclamas y acciones basadas en el mismo.

La cuestión de fondo no es tanto si las cifras son o no exactas, - no lo son en algunos casos que he constatado-, sino que en general tenemos un problema de inflación de cargos responsables de muchas tareas bajo el poder directo de las cúpulas partidarias, -poco sometidas al control ciudadano- y que cobran salarios en ocasiones desmesurados, hay prebendas, gastos anexos, coches, viajes, trampas y corruptelas apoyadas en el cargo, e influencia directa, etc. que deberían revisarse, como el funcionamiento de los partidos y la ley electoral, y en esta línea siempre habrá que estar dispuesto a discutir propuestas en concreto, al tiempo de no tragar con todo lo que se difunda por la red. Cuando vean ustedes propuestas concretas, en lenguaje normal, lean con atención, por el contrario cuando vean propuestas grandilocuentes con fraseología bonita sin ninguna concreción, piensen mal, o al menos sean escépticos. Ejemplo, la propuesta del PP, para mejorar la democracia en el Parlamento.

Amo la racionalidad, reflexionar, estudiar, porque se cuelan muchos gazapos y soy un escéptico ante cuestiones como pensar que en Alemania o Francia no haya puestos similares a los de la lista de los 445.000 citada, que recuerden, incluye: ‘‘entidades de astronomía y astrofísica, de investigación oceanográfica o pesqueras, planes antidrogas, organismos de trasplantes, protección medioambiental y costeras, agencias meteorológicas, mercados centrales, gestión de cuencas hidrográficas, bibliotecas y museos, servicios estadísticos y padrones municipales, catastro, tribunales de mediación, institutos de su idioma, etc. etc.’’

Entiendo la desafección actual provocada en gran parte por la crisis, pero creo que hay intencionalidad en demasiadas cosas que se difunden para colar la anti política ¿Aquí tenemos el doble de políticos que en Italia como se afirma a raíz de la lista?, ‘me lo demuestre oiga’, suelo ser incrédulo de inicio y me pregunto siempre que veo cosas así. No creo que una lista de organismos españoles sea prueba de ello, ni siquiera la muestra de las cifras de dicha lista prueba que los datos reflejados sean ciertos –Congreso y Senado 616. Sobre 650-. Preocupa más todavía si quieren decir que habría que prescindir de esas tareas citadas de organismos de la lista. Mejor discutimos caso a caso, con debate, aportando pros y contras, en un lugar adecuado.

La idea que se transmite es culpabilizar de la crisis a los políticos, a su ineptitud y sueldos, lo cual deriva a un ataque a la política en general que perjudicará a las izquierdas, y tapa o despista de los especuladores, banqueros, caciques, promotores, constructores, gestores privilegiados, de los cuales poquísimos pasan por los juzgados ni son denunciados en los medios… En esta dinámica sorprende que nadie hable de los astronómicos sueldos de los futbolistas españoles de élite, con enormes exenciones fiscales, extraordinariamente alejados de la suma salarial de cientos de políticos. Sueldos que abonan los clubes que luego no pagan a Hacienda generando un enorme déficit que posteriormente asumirá el Estado, o sea nosotros.

Una idea que suele ir anexa es la de que en las dictaduras, con Franco, esto no pasaba, pero miren ustedes, los cargos que citan en la lista son similares con iguales o diferentes nombres a los existentes durante la dictadura, salvedad de las autonomías, pero a cambio engordados en gobiernos civiles, mandos militares, abastos, controles de radio, prensa, empresas del INI, religiosos, judicatura y otros no conocidos, colocados en el mundo privado de las empresas ganadoras de la guerra o de los activos incautados.

El CIS desveló quienes despreciaban a los políticos. Hasta hace poco era un pensamiento común considerar que los jóvenes rechazaban la política, mira por donde el CIS en una de sus baterías sobre la sociedad española revela datos algo diferentes al tópico. Sabemos que figura como el tercer problema entre los españoles, la percepción sobre los políticos, que no sobre la política, tras la crisis y el paro, ambas mismas cosas son. La media de españoles que consideran a los políticos como gran problema es del 20.4%, pero los jóvenes los estudiantes y los parados están por debajo de la media, lo cual quiere decir que hay otros españoles que cargan con la consideración de los políticos como problema, que son la gente de mayor edad, entre 55/65 años los que más, y los profesionales con trabajo. Justo los menos perjudicados por la crisis, curioso.

No quiere decir que no haya parados, jóvenes y estudiantes que consideren como problema a los políticos, sino que los que más tienen esta idea en contra de las apariencias, son los mayores, y no los viejos, y profesionales currantes. Respecto a la adscripción ideológica, los considerados extrema izquierda lo consideran problema, pero en bastante menor medida que los considerados extrema derecha, que son con mucho los que más cargan las tintas en este hecho y ambos por encima de la media. También entre los que lo identifican como grave problema son mayoría de hombres sobre mujeres, y de trabajadores sobre parados, mayoría los de titulación educativa frente a los que no la tienen y mayoría por situación económica superior a la media sobre los trabajadores. La guinda, que ya casi se espera después de leer lo anterior, es que los que consideran grave problema a los políticos, son mayoría entre los que tienen intención de voto PP que entre los posibles votantes PSOE.

¿Curioso?, ¿reminiscencias del franquismo? ‘haga como yo y no se meta en política’, referido a los otros, siempre a los otros. Hay que andarse con pies de plomo ante los tópicos. Así que el problema se convierte en grave preocupación y se magnifica porque entre los votantes de la derecha y los menos perjudicados por la crisis no aguantan a otros políticos, salvo a los suyos, porque según los datos uno puede vaticinar que cuando gobierne el PP, las aguas volverán a su cauce y será menor el problema. Cuan importantes son los medios para instalar en la sociedad estados de opinión o agravarlos.

(08-07-2011)

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