Quizás esos abstencionistas escucharon ideas sembradas
por algunos izquierdistas, de que todos
son lo mismo, por tanto, lo único
útil es derribar el sistema. Los electores no se vieron con fuerzas para
ello, después de trabajar 10 o 12 horas en varios trabajos de mierda y consumir
tiempo y tiempo en transportes de allá para acá, no quedan fuerzas para derribar
el sistema y construir otro inmediatamente. Nadie les explicó qué hacer mientras
se logra derribar y poner otra cosa en su lugar, ni cómo resolver entre tanto
la comida, vestido y alojamiento, ni lo que costaría y a quien se enfrentarían.
Mientras, crece entre los menos pudientes, desolación, desidia y pocas ganas de
votar, lo cual facilita el gobierno a la derecha. Cifras tan altas de
abstención como se vieron en Madrid, y en Andalucía, hacen sospechar que ha
calado fuerte el alejamiento de la política y la desconfianza en que el sistema
pueda mejorar sus condiciones de vida.
Así, luchar contra el sistema hasta que desaparezca, alejándose
de la política, no parece ser una buena consigna, al contrario, sus resultados
adormecen más que despiertan, apartan gente de la lucha en vez de incorporarla.
Y vivir fuera del sistema hasta construir otro no parece posible, al menos aquí
en Europa, en el mejor de los casos pasarían demasiados años y para entonces ‘todos muertos’. Por otra parte nunca antes
existió, ni ahora, ni en el futuro existirá un sistema sin problemas, quien crea
en el paraíso mejor retírese a un monasterio a rezar. Toda sociedad genera problemas,
tensiones, desigualdad, desastres ecológicos, represión y muertes… el asunto es
si más o menos que antes, si mejora o empeora la vida de la gente, la cuestión es
si posibilita encontrar formas para resolver o minorar los elementos perniciosos.
Acaso el sistema esclavista, o el sistema feudal pueden compararse con la actualidad
en el respeto a la vida, en derechos y libertades, cuidados de salud, satisfacción
de necesidades materiales e intelectuales…
Vivir fuera del sistema, dicen, lo cual queda en mera
frase vacía, porque vivir fuera significa prescindir de artilugios de las
Facebook, Amazón, Microsoft, Appel, Google,… que son representación del
sistema, significa prescindir de comprar comida, para comerte la que hayas
cultivado -decenas de miles de kilos de comida entran en Madrid diariamente, lo
cual requiere una organización y control sistematizada entre miles de personas,
para su producción, infraestructuras, transportes, mercados, transacciones, controles…-,
los enseres de droguería, cuidados y limpieza también son industriales, algunos
producidos a gran distancia de tu casa, o ropa, que el sistema suministra desde
vaya usted a saber qué países y compañías. Vivir fuera del sistema implica no
viajar, o hacerlo andando, porque infraestructuras carreteras, vías, puentes,
túneles, aeropuertos y medios de comunicación, coches, trenes, aviones… forman
parte del sistema, planeadas y realizadas mediante grandes inversiones públicas
y privadas, constituyen parte importante del sistema.
Quizás habría que explicar que en el planeta Tierra,
los que viven fuera del sistema son minorías, algunas tribus del Amazonas,
quizás los esquimales, algunas poblaciones de África y algunas de Asia,… esos
grupos humanos se entiende que viven fuera del sistema porque logran directamente
con sus manos, su comida, sacada de la tierra, pesca o caza, elaboran su
vestimenta con pieles de los animales que matan, o con fibras de las plantas,
construyen ellos mismos su alojamiento con ramas, hielos, barro, etc., no
esperan que nadie ajeno a su familiar les proteja la vida, les cuide cuando
estén enfermos, o en la vejez. Ellos hacen los caminos por donde transitan y
construyen sus medios de transporte con los materiales que les brinda la naturaleza, etc. Ni siquiera saben lo que es
el sistema, solo quienes lo saben y viven dentro de él, se pueden autoproclamar
outsiders.
Aquí en Europa, España y en gran parte del mundo, la
mayoría de la gente vive dentro del sistema, la comida, vestido, transporte,
también los cuidados sanitarios, la infraestructura educativa, la organización
social, derechos y libertades individuales y colectivos, cuidados a los no
activos y en la vejez, etc. etc. forman parte del sistema, gobiernen estos o
aquellos, aunque el sistema no es neutral, ya que favorecerá mas a unos que a
otros, dependiendo de quienes gobiernen, así que quizás mejor apostar porque
ganen el gobierno, municipal o central, los más cercanos a tus intereses,
porque el sistema será quien limpiará las calles, quien dotará de mejores
transportes los barrios del centro o los periféricos, pondrá autobuses y metro
con mayor frecuencia y limpieza, es el sistema quien dota de mejores colegios
públicos a esos barrios, o desvía el dinero público a los colegios concertados
religiosos de zonas ricas para crear las futuras élites entre los alumnos seleccionados
dejando fuera a los más necesitados. Desde los gobiernos se dota de mayores
recursos sanitarios a compañías privadas, o al sector público, consultas y
ambulatorios atendidos por más médicas y enfermeros, con mejores contratos,
desde los gobiernos también apuestan por mayor seguridad privada o pueden
dedicar recursos a proteger tu vida.
En gran parte del Planeta, el trabajo y la comida, el
vestido y el alojamiento, la seguridad de los cuidados sanitarios, pensiones o
subsidios, infraestructuras de comunicaciones y transportes… hasta la propia
vida, aquí y ahora solo se logra dentro del sistema. Los partidos políticos
intentan ganar elecciones, porque desde el gobierno pueden modificar algunas
cuestiones que afectan a la vida de millones de personas, eso muestra la
evidencia empírica. En la misma contienda electoral madrileña citada arriba, en
los barrios del centro y norte de Madrid, tradicionalmente de votantes
derechistas, su participación electoral fue bastante superior a la de anteriores
elecciones, esa gente, si parece conocer las diferencias entre que gobiernen
unos u otros, porque las mejoras nunca son para todos.
Así que seguir indicaciones de quedarse al margen de
la contienda electoral provoca erróneas relaciones entre los desfavorecidos y
la política, - partidos, gobiernos, instituciones, organizaciones… el sistema-
relaciones erróneas en cuanto que no producen resultados positivos, no mejoran
la calidad de vida de la gente. Dejar como principal actitud ir a la contra de
todo, es poco útil políticamente para resolver problemas. Se presume y jalean mensajes
de guerreros de película, confusos o inadecuados para mejorar realidades
colectivas, fundamentalmente potencian el papel de perdedor marginal, muchas
veces, simplemente, crean posturas para los amiguetes, que muy poco sirven para la gente. Poco
ayudan a remediar el desconocimiento de las propias fuerzas y de las
adversarias imprescindible para cambiar algo de la realidad. Por contra a esa actitud, se extienden ideas
que van calando sin gran oposición, las derechosas, más fáciles, menos
racionales, más emocionales, exigen poco esfuerzo para seguirlas, no se preocupen ellos lo resolverán a su
aire.
PD: Podemos, o el
Movimiento 5 estrellas, forman parte de gobiernos y parlamentos, son parte del
sistema, aunque dentro de esos grupos haya mucho antisistema, lo cual es una de
las razones que provoca tanta confusión en sus estrategias.
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