miércoles, 6 de marzo de 2019

En torno a un problema: el patriotismo democrático

Una de las dos Españas

Corría mayo de 1937 y Azaña acabó de decidir el nombre de quién sería el último presidente del Gobierno republicano… El hasta entonces ministro de Hacienda se había formado principalmente en medicina, aunque posteriormente había estudiado química y economía… Negrín, perteneciente a una familia de comerciantes de Las Palmas, era un hombre ilustrado que hablaba seis idiomas. Se había formado en Alemania y era catedrático desde los 30 años. Aunque era un socialista moderado, un simpatizante del SPD alemán favorable al mercado (fue el primer suscriptor en España de The Economist), a las libertades individuales y contrario al comunismo, su relación con el PCE no era hostil…

El peso creciente de sus competencias políticas obligó al doctor a abandonar su carrera científica, decisión que lamentarían sus alumnos, pues Negrín, además de científico, fue un profesor muy querido por sus estudiantes, entre ellos el futuro Nobel Severo Ochoa…

Los independentistas, lograron hacer creer que España era Franco y Mola, y el fascismo y la dictadura, sus discursos lograron revivir la leyenda negra del imperio español oponiéndolo a las democracias mundiales, su objetivo evidente es que fuera considerado democracia solamente aquello que favoreciera la secesión. En su tarea de desprestigio de lo español, encontraron apoyo en muchas personas desafectas con la historia de España, sin duda plagada de carcunda y horrores, como en todas partes, pero también de lucha por la libertad en cada tramo histórico, sin duda también una historia plagada de brazos abiertos y solidaridad con pueblos que entraban a la Península o pueblos encontrados fuera.

Para desdeñar la historia española, embellecen las de otros países, ocultan los fascismos inglés y francés, amén del alemán, austriaco e italiano, el fascismo de los países nórdicos o el muy poderoso de los países del Este, ocultaron la explotación atroz y esclavista, los campos franceses, alemanes, belgas, holandeses… en África, y el imperio inglés en el mundo, o la  repetida intervención militar británica durante años en Irlanda. Lo peor de todo es que muchos españoles abrazan esta mercancía podrida. La secesión en Cataluña ha hecho aflorar la crisis en España, los nacionalistas periféricos han conseguido que muchos españoles desafectos sigan sus postulados secesionistas, fundamentalmente porque luchan contra España, que muchos identifican exclusivamente con la derechona, y ello a pesar de los ideales catalanistas bañados de supremacismo, de ideología nacional-católica y tradicionalista-carlista, y de su extendida práctica fascista.

Extrañamente quienes apoyan esta ideología separatista, tanto como sus objetivos y métodos, se consideren progres, no quieren asumir el calificativo de nacionalista, que es lo que define su práctica actual, pretenden seguir portando la insignia de izquierdista que tuvieron en el pasado antifranquista, al considerarla de mayor valor que la de nacionalista. Muchas gentes de esas conforman realmente la izquierda reaccionaria, era evidente su complejo de Peter Pan, pero, nada es ahora lo que fue en el pasado, la realidad vivida recientemente descubre aspectos que dieron contenido al concepto izquierda reaccionaria. Difícilmente puede considerarse progresista a quien practica desigualdades, por no hablar catalán, por haber nacido en otra parte, por no apoyar mi religión… por crear fronteras, por apartar, despedir, despreciar, odiar, por violentar a los otros, por asumir como propia la representación del pueblo entero,… tampoco es tan difícil comprobar estos aspectos, solo mirando los apellidos de las élites políticas, económicas y sociales, se comprueba el inmenso peso catalanista y la ausencia de la mayoría de apellidos de los que nacieron y viven en Cataluña.

Llama la atención que amplios sectores de población apoyaran objetivos neoliberales, -https://es.slideshare.net/ManuelMontero4/catalua-independentismo-una-forma-de-neoliberalismo- pero siguieran considerándose como de izquierdas, ¿cómo fue posible que asumieran la creación de desigualdades aceptando que los impuestos sean para quien los paga? O dicho de otra forma, que los ricos no paguen impuestos para redistribuir. ¿Cómo aceptan que la savia de la nueva república se base en privilegios de cuna, apellidos, lugar de nacimiento, o idioma? Un gran salto de progreso se produjo en la historia cuando el futuro de una persona no se vinculó a su apellido, daba lo mismo donde naciera, todos los individuos con iguales derechos, defendieron los progresistas desde hace 300 años. Ahora en Cataluña hay quienes ayudan a que los apellidos catalanes tengan el monopolio exclusivo del poder ¿Qué pasó para que el racismo y el tradicionalismo carlista, cimientos de la ideología de los independentistas se extendieran con tanta facilidad?

Entre otras cuestiones, pasó porque existe desafección con lo español, por el abandono del sentimiento de pertenencia a una colectividad que durante mucho tiempo el franquismo identificó solamente con la carcunda, excluyendo de la historia común española a los ‘malos españoles’, a la antiEspaña. Se olvidó que los españoles y los catalanes, como todos los demás, en todas partes y en toda época, son gente diversa, y cambiante, la idea de pueblo homogéneo solo existe en el ideario populista, nacionalista, fascista. Igual que existieron los indios sioux y Toro Sentado, al tiempo que el General Cúster y el 7º de Caballería. En España todo fue diverso y en lucha, el fascismo existió, -no más que en Centroeuropa- también el movimiento anarquista tuvo aquí una de sus expresiones más importantes, existió la tradición carca y los liberales, y los republicanos. Y mucho, mucho antes, los celtas, vettones, e íberos, fenicios, romanos, visigodos, árabes… y franco europeos, y cristianos y judíos, y ateos,… lo español no es lo que dijo el franquismo, o dice ahora la extrema derecha y los independentistas, lo español es un gran mestizaje de pueblos y culturas históricas condensado en gran parte en la España Constitucional.

Los desafectos encuentran argumentos para justificar el rechazo, les cuesta decir haber nacido en España, por no compararse con otros españoles ultras, no se los ocurre la comparación con los ilustrados, por ejemplo. Evitan el uso del nombre con la idea de que no los asimilen a la España franquista, ni siquiera quieren ser rozados con símbolos que ven utilizados patrimonialmente por el PP, ni con ideas rancias de la patria fascista… Algo de esto tiene complejos y desconocimiento de España y lo español al que nos hemos ido acostumbrando como si fuera normal. Aquí hubo franquistas y republicanos, anarquistas y socialistas, nacional-católicos y laicos, y ateos, tradicionalistas e ilustrados… judíos y moriscos, que fueron expulsados, pero convivieron aquí, todos ellos españoles, los unos no se entienden sin los otros, pero mucha gente quiere creer que solo existieron los unos.

Un fantasma recorre la mente de muchos españoles auto-titulados progresistas, creen que España padece un déficit democrático en comparación con el resto del mundo. Resulta que los indicadores democráticos internacionales al uso habitualmente sitúan España entre las democracias plenas y por delante, o con mejor democracia, que otros muchos países europeos. Han creído que la Inquisición es únicamente producto español, existió aquí y persiguió desde el ámbito religioso al progreso y la razón, pero también existió fuera con el mismo u otros nombres, las guerras de religión europeas generaron muchísimas más muertes y persecuciones. Creyeron la leyenda negra americana, olvidando las inglesa y holandesa, y del resto de europeos, las prácticas con los indios fueron denunciadas por los propios españoles.

El secesionismo catalanista ha captado enormes simpatías de españoles no catalanes, lo acompaña con el desprecio por lo español, nunca hubo similar desprecio para los nacionalismos periféricos, pero los cabrones, fachas, explotadores, mea pilas, aristócratas, etc. etc. fueron  los mismos, españoles o catalanes, formaban legión en La Piel de Toro y en Europa. Olvidaron los fascismos francés o finlandés, o el carlismo catalán y vasco navarro… fueron embellecidos por inventados relatos de resistencia que nunca fueron puestos en duda ni criticados en la España democrática, en la que lo español podía ser escupido, pero nunca lo catalán, o lo vasco. Es irracional e hipócrita sentirse mal con el esclavismo negrero español, pero no con el catalán en Cuba, origen de grandes fortunas que sustentaron parte de la industria catalana.
‘’Esa España de toros y urbanismo salvaje también es el país con mayor biodiversidad de la Unión Europea; y con casi el 30% de su territorio protegido, el país que más aporta a la red europea Natura 2000. Que esa España de Sálvame y OT también es el tercer país en el mundo (sólo superado por China e Italia) con más bienes declarados Patrimonio de la Humanidad y Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Que esa España de portadas de El Jueves y tweets de Rufián es de las que menos condenas recibe del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (sólo el año pasado, 6 condenas, frente a las 12 de Francia, 16 de Alemania o 20 de Italia). Que a pesar del morbo que generan algunos casos, somos el noveno país con menos homicidios del mundo (0,7 por cada 100.000 habitantes) y tenemos una tasa de criminalidad 17 puntos por debajo de la media europea. Que llevamos 26 años liderando el ranking mundial de donaciones y trasplantes, (este año llegando a las 5000 intervenciones), superando en más del doble la media de donantes de la UE (46,9 por cada millón de personas frente a 21,5 en la UE, o 30,8 en USA).’’ Tomado del muro de Facebook de Carlos Zamarriego.



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