Nacionalismo,
racismo, xenofobia, secesión, fascismo
‘’Si la
nacionalidad reaparece al encontrar un lugar y tiempo favorables, ya se ha
dicho que es debido a que no ha muerto el pueblo que la forma. Si
hubiese muerto el pueblo, habría muerto la raza aborigen: en este caso, la
nacionalidad no habría renacido, pues habría faltado el elemento diferencial.
La raza
catalana, pues, perfectamente conocida hoy por nosotros, atravesó sin desfallecimiento
a través de romanos y godos, elementos del todo extraños a su temperamento
aborigen y a las razas similares que vinieron después a darle forma.
Hay, pues,
una raza catalana, hay, pues, un pueblo catalán. ’’
Salvador Sanpere i Miquel. “Origens y fonts de lanació catalana. Las
Rassas Civilisadoras”, La Renaixensa.
Nacionalismo, racismo, secesión,
fascismo: Conceptos más unidos de lo
que el común de los mortales imaginaba. Más allá de los insultos repetidos
hasta la saciedad que dedican los independentistas, sean viejos, mayores,
jóvenes o niños, llamando fascistas a cualquier persona que no se incline ante
su comportamiento, el concepto fascista tiene un significado político e
histórico, y puede aplicarse, a quienes basan sus ideas en la ideología
fascista y desarrollan en su práctica social un comportamiento fascistoide, lo
sepan ellos mismos o no.
La
exaltación de lo nacional tiene sentido como elemento para aglutinar y
diferenciar, busca e inventa historias y mitos del pasado que conformen unidad
en una identidad diferente a la de otros, busca lograr un plus moral de
superioridad ya que nadie pretendería diferenciarse para justificar demostrarse
inferior a otros. Hablar de nación e identidad conducirá a buscar diferencias
profundas, llegarán a la raza como pretendida fuente de diferencias esenciales
que justifiquen superioridad y derechos distintos a otros que serán convertidos
en los causantes de todos los males a quienes se profesará odio que habrá que
alimentar constantemente. Odio y desprecio para intentar convertirlos en
bestias, deshumanizarlos, una pretensión de todo fascismo para justificar
marginarlos, marcarlos, atacarlos, privarlos de derechos…
‘’Cuando el viajante fenicio que Avieno
copió, reseguía, quinientos años antes de J.C., las costas del mar Sardo, se
encontró con el etnos ibérico, la nacionalidad íbera, extendida desde Murcia hasta el Ródano, esto
es, desde las gentes líbico-fenicias de la Andalucía oriental hasta los ligures
de Provenza. Aquellas gentes son nuestros antepasados, aquel etnos
ibérico, la primera anilla que la
historia nos deja ver de la cadena de generaciones que han forjado el alma
catalana…
Pero
bajo el peso de la dominación romana, el espíritu de las viejas nacionalidades
palpitaba con fuerza… y el viejo etnos ibérico, el primero, hizo resonar los acentos de la
lengua catalana desde Murcia hacia Provenza, desde el Mediterráneo hacia el mar
de Aquitania, ligures gaélicos y tartesios, griegos y fenicios, cartagineses y
romanos no habían hecho retroceder ni un palmo de tierra a nuestro pueblo. Las
fronteras de la lengua catalana eran las mismas que daba al etnos
ibérico el más antiguo de los
exploradores-historiadores. ’’
Enric
Prat de la Riva y Martí i Juliá: Iberisme, Socialisme. Fonaments
psico-biologics del socialisme i del nacionalisme. La Novel·la Nova,
II/68, 1918: Tomado de ‘Racismo y xenofobia en el nacionalismo
catalán’, edición a cargo de César Guarde, de ‘Argón, Grupo de Estudios
Filosóficos’,2016.
El
fascismo encuentra su acomodo en el ultranacionalismo. Todos los fascismos son fuertemente
nacionalistas, empeñados en poner fronteras y buscar elementos diferenciales
respecto a otros, necesitado de culpar de sus males a enemigos internos y
externos para lograr la unidad en la identidad, los otros, españoles,
murcianos, almerienses, andaluces, extranjeros… son culpables de todos los
males, pasados, presentes y futuros, los nacionalistas se reservan para sí la
consideración de pueblo elegido, vivirían mejor si dominaran, gobernando sobre
el resto de pueblos, diferenciado y enfrentado contra una única identidad portada
por cada individuo, sea biológica o cultural, sea raza, religión, cultura,
lengua... el nacionalismo sueña y busca una diferencia de pureza que defenderá
contra las impurezas de los otros, emigrantes, refugiados, españoles de otros
lugares, no aceptará mezclas, ni igualdad de condiciones y derechos.
El
ultra nacionalismo, sitúa la nación por encima del individuo, aunque no todo
nacionalismo es fascista, sí todo fascismo es altamente nacionalista. Luchan
por definir una identidad nacional única y diferenciada de los demás, sin
mezclas, y exaltan los elementos diferenciales que siempre existirán, -igual
que entre los pueblos Villarriba y
Villabajo- exaltar lo diferente lleva a ocultar experiencias históricas y elementos culturales comunes. Recurrirán
a mitificar hechos, reinventándolos, se proclamarán víctimas históricas de sus
enemigos, inventarán penalidades y sufrimientos presentes y pasados para
fomentar la imagen de un pueblo homogéneo humillado, llevado al sufrimiento por
un enemigo externo, lo cual utilizarán como exculpación de cualquier tropelía
individual o colectiva actual, siempre realizada contra el enemigo común, real
o imaginario, definido por los líderes del movimiento y contra el que desahogar
toda indignación y agresividad. La relación entre raza y nación la dejamos aquí
explicada por el catalanista Jaume Antón Aiguader i Cortés:
‘’Raza y
Nación son dos conceptos inseparables: el primer nombre significa un complejo
de características fisicopsíquicas parecidas que presenta un grupo de hombres;
el segundo nombre significa la unidad de este grupo de hombres…
La Nación
representa un deseo de poder: la Raza, un deseo de reproducción y de expansión.
Hay un sentimiento que las une, pues: el sentimiento del imperium.
… son dos sistemas útiles e inseparables.
Las razas,
en cambio, no pueden nunca desaparecer del todo: pueden estar como en letargo
durante siglos, pueden perder la consciencia de ellas mismas, pero en cuanto se
dan unas circunstancias favorables, rebrotan con nuevas energías. Es la misma
raza, no la misma nación: tiene otro espíritu, otra fuerza, incluso, a veces,
otra lengua; las nuevas familias dirigentes ocupan el lugar de la antigua clase
patricia degradada: nuevas tradiciones han aparecido. El individuo y la raza
son eternos a través del soma, que pasa de padres a hijos y no muere:
el uno y la otra perduran mientras evolucionan indefinidamente. Esta eternidad
del individuo y de la raza tan sólo puede ser frustrada por un cataclismo. ’’
Jaume
Anton Aiguader i Cortès. “Sobre els
errors delracisme i de l’antiracisme”, Quadernsde l’exili. Enero 1945
No hay comentarios:
Publicar un comentario