El aspirante a presidir la Generalitat se ha atrevido a decir que Cataluña padece "una grave crisis humanitaria". Como ya sabemos que no se refiere a los catalanes, señor Torra, cualquiera que sea su origen, que desde que gobiernan sus partidos independentistas han perdido una importante calidad de vida, suponemos que piensa en los escasos políticos que por motivos fundados en nuestro Estado de derecho están en prisión preventiva. Entendemos que la privación de libertad es, objetivamente, un mal pero, como corresponde a los principios democráticos que rigen nuestro sistema penitenciario, se encuentran debidamente asistidos y se respetan los derechos que, como internos, les corresponden.
Pero, de crisis humanitaria nada de nada. Como antiguo empleado de seguros y modesto editor desconoce muchas cosas. Para iluminarlo, si es que es capaz de entender algo que vaya más allá del problema catalán, le muestro el alcance de lo que significa una crisis humanitaria en el mundo que vivimos, que va más allá de los límites territoriales de Cataluña.
Para ello, me limito a pedirle que lea una mínima parte del recurso presentado por varias organizaciones catalanas ante el Tribunal de Luxemburgo, aún pendiente de resolución, contra el Tratado de la UE con Turquía sobre el rechazo de los refugiados…
Señor Torra, preste atención:
111. En septiembre de 2015 se aprobaron por el Consejo Europeo dos decisiones. La primera, la 2015/1523, de 14 de dicho mes. La segunda, la 2015/1601, del 22 del mismo mes. Ambas se adoptaron con el propósito de abordar "la situación de emergencia caracterizada por una afluencia repentina de nacionales de terceros países" en Grecia y en Italia. En la primera de ellas se hace constar "la reciente situación de crisis en Mediterráneo" y el reconocimiento de "flujos migratorios excepcionales", que se reflejan en los siguientes datos. En 2014, "más de 170.000 inmigrantes llegaron a Italia de forma irregular" con un aumento del 277% respecto a 2013. A Grecia llegaron "más de 50.000 inmigrantes irregulares", con un aumento del 153% respecto a 2013. Para afrontar esta situación se decide la "reubicación" en otros países miembros de los solicitantes de protección internacional, especialmente de los más "vulnerables", que son expresamente citados en el Considerando nº 27. En la segunda de dichas Decisiones se adoptan decisiones similares sobre una realidad que se ha agravado considerablemente. La finalidad de la segunda Decisión es, igualmente, proceder a la "reubicación" de los nacionales de terceros países en otros Estados de la UE. Entre las razones que se exponen para tomar estas medidas se citan, entre otras, que en Grecia, en 2015 "llegaron más de 211.000 migrantes irregulares" y que desde el comienzo de 2015 habían llegado a Italia "de forma irregular unos 116.000 migrantes". Más allá de las particularidades de estas decisiones, como el fortalecimiento de la Oficina Europea de Apoyo al asilo (EASO) o la aprobación del programa Solidaridad y gestión de los flujos migratorios (SOLID) se hace costar un dato tan esencial como abiertamente incumplido que es su vigencia hasta el 26/9/2017.
112. El objetivo de las Decisiones, como se ha dicho, era, en la primera de ellas, la reubicación de 40.000 solicitantes de protección internacional y, en la segunda, de 120.000 solicitantes que se hallaban en Italia y Grecia, entre otros Estados de la Unión. Medida que se dice se adoptará "a más tardar el 26/9/2016", salvo algunas excepciones, procediéndose a la reubicación "lo más rápidamente posible" y, en cualquier caso, "en un plazo no superior a dos meses", que podía prorrogarse hasta dos semanas más. Dichas Decisiones han sido abiertamente incumplidas.
113. El Acuerdo con Turquía, que, fraudulentamente, evita referirse a los "refugiados", agolpados, abarrotados, como estaban en las fronteras europeas, marca el fin de los objetivos perseguidos por aquellas Decisiones. En su lugar, se decide que "todos los nuevos migrantes irregulares que crucen desde Turquía a las islas griegas a partir del 20 de marzo de 2016 se devolverán a Turquía". Y añade, en términos realmente ofensivos para los refugiados, que lo hacen para "poner fin al sufrimiento humano y restablecer el orden público". ¿A que "orden público" se refieren ?. El único "orden público" que se ha alterado ha sido el provocado a través de actuaciones, tan violentas como delictivas, de las policías europeas y de los grupos de extrema derecha contra los refugiados en las fronteras internas de la UE. Eso sí, para obtener la colaboración de un Estado tan violento como el turco se "recompra" dicha colaboración con 6.000 millones de euros y su futura incorporación a la UE.
Señor Torra, expresar tales falacias ya lo desacreditan para presidir algo más que su editorial. ¡Qué tragedia para la ciudadanía de Cataluña!
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