El problema no es ser
independentista, el problema es tomar postura usando argumentación con alta
dosis de postverdad. La crítica a errores, mentiras y medias verdades, será necesaria ya que nunca podrá llegarse a acuerdos duraderos, sin poner cada
cosa en su sitio prescindiendo de tanto simplismo. La racionalidad es un
factor esencial de progreso, el trumpismo, la postverdad, lo es de regresión. -Los
párrafos referenciados son literales del artículo citado en post anteriores ‘Cataluña en las conciencias’-.
El cuadro forma parte de la publicidad independentista para mostrar su fortaleza
su aportación
al PIB nacional es superior a lo que recibe.
Si a cada cual le dieran lo mismo que aporta, no existiría el estado de bienestar, adios gobiernos de progreso. A cada cual lo mismo que aporta es la tesis central del neoliberalismo, mis impuestos para mi, o mejor para simplificar, sin impuestos, la idea nuclear neoliberal se basa en considerar mi dinero es mio que no me lo quite el estado, y si tuviera que pagar que me lo devuelvan en especie en mi calle, en mi puerta.
Más allá del error/lio que se hace
el autor sobre la mención a la aportación al PIB nacional, superior a lo que recibe, el asunto de las balanzas fiscales, si es que se refiere a eso, merece capítulo
aparte, por su complejidad específica; recuerden que entre las relaciones
económicas de un territorio con otros, las balanzas fiscales solo son un
aspecto, las relaciones comerciales son otro factor que deriva riqueza de uno a
otro lado.
El párrafo que sigue lo escribí en
el apartado Cataluña. Una región rica se construye
en la España de Franco,
que aporta información estadística sobre lo que aquí se mantiene.
Arturo
López Muñoz, -Juan Muñoz, Santiago Roldán y José L. García Delgado- fue un
seudónimo de análisis económico, muy influyente en la progresía de los 60 y 70,
editaron diversos libros y escribieron habitualmente en Triunfo y Cuadernos
para el Diálogo, en uno de aquellos artículos publicado en Triunfo, num. 297,
en 1968 escriben: ‘El aparato productivo catalán funciona sobre la base de colocar
en el resto de la Península gran parte de los productos que no son consumidos
en la región. La Balanza Comercial presenta un amplio superávit para Cataluña…
produciéndose de esta forma una diferencia crediticia a favor de la comunidad
catalana. Por otra parte el aspecto cualitativo de estas relaciones comerciales
le es aún mucho más favorable. Las exportaciones catalanas están casi en su
totalidad constituidas por productos industriales elaborados mientras que sus
importaciones se reducen a productos de origen agrario o primeras materias
necesarias a la industria transformadora de la región… Son las ya clásicas y
conocidas relaciones que se producen entre zonas desarrolladas y
subdesarrolladas.’ En 1968, treinta años
después de la guerra, unos vivían mejor que otros, el franquismo no había
destrozado a los catalanes, ni reprimido más que a otros españoles, los había
favorecido, los expertos distinguían nítidamente cuales eran las zonas
desarrolladas, entre las cuales estaba Cataluña, y las subdesarrolladas, casi
todas las demás.
Con una cierta
lógica si no estuviera, como está, basada en el abuso.
La idea básica que tomo de la
referencia anterior es la de una pretendida lógica
de abuso afirmando que los servicios están en mucho peor
estado que los demás. La realidad es otra distinta como se comprueba
comparando datos y territorios. Sin olvidar en la comparación las constantes
referencias del independentismo en la primera fase de su campaña de agit-prop
en las que hacía valer su superioridad respecto al resto lo cual pone en
entredicho la afirmación del abuso.
La cuestión que defiende el autor y
quienes compartieron el artículo es que España ha abusado de Cataluña. En el
cuadro que publico sobre la situación relativa de las CCAA según PIB per cápita
durante el largo plazo 1955-2004 resulta difícil pensar que la mitad de
territorios de dicha tabla hayan explotado/abusado de los catalanes, los cuales
figuran en el grupo de cabeza con País Vasco, Navarra, Madrid, La Rioja,
Baleares y Aragón. Lo que indica el cuadro es que algunas distancias entre CCAA
se redujeron en el largo plazo, pero los puestos de cabeza y cola se mantienen
con pocas variaciones. Con la salvedad de la caída sin recuperación de Cantabria
y Asturias.
‘Lecciones de economía española’ VVAA. Directores, José
L. García Delgado y Rafael Myro. Thomson, Civitas. 7ª ed. 2005
Los “servicios” de Cataluña están en mucho peor estado
que los demás.
Los cuadros que siguen proceden del
estudio que realizó CaixaGalicia aportan datos comparativos sobre cómo viven
los españoles, rentas y gastos y patrones de consumo, en distintos territorios
en los que se comprueba, una vez más, que Cataluña no se encuentra en mucho peor estado que los demás, algo
que se reflejaría en patrones de consumo y rentas si los servicios públicos
fueran de mucha peor calidad que en
el resto.
Pocos discutimos que tengan algunos
servicios en mal estado que requieran pronta solución, lo cual es muy diferente
a que, en conjunto, estén mucho peor que los demás españoles. Por ejemplo
siendo verdad que las autopistas
catalanas son de pago, las españolas no. Una realidad difícil de sostener, ¿Por
qué los manifestantes no le piden a su Gobierno que nacionalice, incluso puede
que las concesiones de esas autopistas podrían estar ya fuera de plazo. No me
parece argumento para una secesión, con esa idea cada poco tiempo tendríamos
una secesión en cada provincia. Recientemente la CUP propuso nacionalizar la
Catedral de Barcelona, no está mal, pero sería mejor, dejar de gastar dinero
anualmente construyendo la Catedral de Sagrada Familia, y más rápido, al fin y
al cabo ese dinero está en los presupuestos que ellos mismos aprobaron. Son
ejemplos de algunas cuestiones que deben ser resueltas allí responsabilizándose
sin echar balones fuera.
Por ejemplo, en Barcelona capital,
existen notorias desigualdades entre los niveles de renta que llegan a sextuplicar
los de individuos que viven en unos u otros barrios. En un estado moderno no
deberían pagar los mismos impuestos unos que otros, utilizando ese mecanismo,
junto con otros, para reducir desigualdades y mantener el estado de bienestar
que globalmente pueda llegar a toda la población. Si los impuestos que pagaran
los ricos se aplicaran a su territorio o barrio, como pretende el
neoliberalismo, sería imposible mantener un estado de bienestar tal como lo
conocemos en Europa.
Algunos ricos catalanes pagan más
impuestos que otros individuos menos pudientes, esencial en cualquier estado
moderno medianamente progresista. Cataluña es un territorio contribuyente neto
a la causa común, como lo es Madrid y Baleares, a veces Valencia, pero esos
territorios son contribuyentes netos en las balanzas fiscales porque en ellos
viven o tienen los domicilios fiscales, muchas personas ricas españolas, porque
los impuestos los pagan personas y no territorios. La pretensión del
separatismo es claramente un objetivo neoliberal, se traduce en la consigna los impuestos para quien los paga.
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