El Guggenheim ha sido la llave
utilizada por las instituciones para modernizar Vizcaya. Y no duden que
influirá en sus gentes como toda gran catedral hizo siempre, el proyecto no trata
solamente de un componente arquitectónico, todo él contiene fundamentalmente una
filosofía que influirá en el entorno social, en el cual ya se nota su iteración.
Podemos interpretar que su realización fue posible porque las formas
utilizadas, los sistemas, las pretensiones, quedaron totalmente alejados de las
ideas nacionalistas.
El resultado económico provocado por
el museo ha sido un éxito, en los primeros cinco años el turismo aumentó un
500%, los más de 5 millones de visitantes, dejaron más de 500 millones de € en
consumos, hostelería y alojamientos, solamente con los impuestos relacionados
con dichos consumos, unos 100 millones, se pagó la construcción del Guggenheim.
A partir de entonces Bilbao despegó con
nuevas construcciones y proyectos situándose en otro nivel. El éxito ha sido
innegable, llevó a Bilbao, Vizcaya y País Vasco al escaparate del mundo moderno
y ello fue posible al romper el anclaje con ideas que privilegian el localismo nacionalista, buscando fuera de sus fronteras otras realidades, otra
calidad que no se encontraba en el País Vasco,
-Basque Country, así se definen
ellos en su publicidad internacional-.
El arquitecto será Frank Ghery,
canadiense simbólico internacionalista globalizador afincado en Los Ángeles, California,
uno de los paradigmas de la modernidad, de la fusión de razas y culturas antípodas
de conceptos tribales de pureza. El programa de diseño aeroespacial CATIA, de
Dassault Systemes, será un elemento de vital importancia para construir el
Guggenheim al permitir su diseño y cálculos necesarios partiendo de los dibujos
y maquetas de Ghery que contienen variedad de volúmenes interconectados.
El proyecto no buscó en el
territorio de la tribu las ideas o los materiales que utilizarán en la
construcción, encontraron en el mundo lo que consideraban necesario para
avanzar mirando más allá del terruño, anclaje de los ideales nacionalistas. Así
la piedra caliza de los revestimientos de suelos y fachadas proceden de Huescar,
Granada; el famoso recubrimiento exterior que le otorga personalidad mundial muestra el proceso de globalización, realizado tras la protección de aislantes antihumedad y térmicos, el recubrimiento con miles
de placas de titanio laminadas, utiliza el Rutilio, un mineral procedente de Australia , se funde en Francia antes de su laminación en Pittsburgh, y recibe un tratamiento especial en el Reino Unido antes de su colocación.
Las formas externas tan particulares y difíciles de definir, enormemente variadas, están basadas en similares retículas metálicas para soportar cargas en los laterales dejando grandes espacios libres para exposición, tuvieron que ser logradas con el programa de diseño CATIA, pueden apreciarlas muy similares en la ingeniería de los puentes de Nueva York, dichas retículas se forman con perfiles metálicos de unos 3m para facilitar transporte y ensamblaje en obra; aceros, yesos –drywall- escayolas o los vidrios fabricados con partículas metálicas en su interior para evitar calentamiento solar, pero dejando entrar la luz, fueron buscados donde mayor calidad ofrecían, sin importar cercanía o lejanía con el terruño…
Todo el proyecto está realizado
rompiendo anclajes con el pasado, los experimentos e investigaciones de diseño,
de construcción de materiales realizados en lustros anteriores fueron aplicados
y actualizados en este novedoso proyecto. Ha buscado ideas en la modernidad, y
las ha encontrado, lo cual se encuentra perfectamente alejado de la filosofía
de Sabino Arana.
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