Con estos mimbres citados anteriormente comprenderán que no tendría por qué resultar raro encontrar en Cataluña, dentro del movimiento independentista, antiguos militantes antifranquistas, incluso organizaciones izquierdistas. Los dirigentes del fascismo procedían de estratos sociales diversos, unos podían ser burgueses, hijos de papá, o proceder de la aristocracia, otros del mundo del derecho o del ejército, y algunos fueron líderes del movimiento obrero como indica Sternhell, u otros estudios como recientemente el de Steven Forti en ‘Tránsfugas. De la izquierda al fascismo en la Europa de entreguerras’. Documento de trabajo 2015/2, Seminario de historia, Universidad Complutense de Madrid, en el que afirma que muchos dirigentes fascistas procedían de los sindicatos y partidos de izquierdas, anarquistas, socialistas y comunistas, en Francia, Italia y España, no fueron raras avis los tránsfugas, grupos de sindicalistas revolucionarios y anarcos italianos siguieron a Mussolini… otros abrazaron el fascismo después de la marcha sobre Roma…
Mussolini, fue activista
obrero y militante socialista; en la Italia de los primeros años veinte los ‘camisas pardas’ de Mussolini eran
presentados como continuadores de los ‘guerreras
rojas’ de Garibaldi. El fascismo forma parte de los grandes movimientos
sociales del primer tercio del siglo XX, es un movimiento con penetración en
amplios sectores sociales, policía, ejército, administración pública, entre el
campesinado, la pequeña burguesía, y la clase obrera, en 1922 el sindicato fascista Confederación Nacional de las
Corporaciones contaba con 700.000 militantes, principalmente trabajadores
agrícolas y miembros de profesiones liberales. En 1923 en las elecciones para
las comisiones obreras en la Fiat de Turín, los fascistas obtienen un 27,4% de
los votos, -citado por N. Poulantzas-. En Italia la penetración del
fascismo entre la clase obrera industrial fue bastante inferior a la lograda
por el nazismo.
Hitler fue socialista y nacionalista en su juventud, militante del Partido Obrero Alemán en 1919, organización que, al año siguiente, cambiará su nombre por el de Partido de los Trabajadores Alemanes Nacionalsocialista (NSDAP), -el partido nazi-. El NSDAP, presentará en 1920 en Munich su programa de 25 puntos, dice el punto 1): ‘Exigimos la unión de todos los alemanes para constituir una gran Alemania fundada en el derecho de la independencia de que gozan las naciones’. La dureza y chulería con la que marcan a quienes no piensan igual de entre los que viven a su alrededor, para marginarlos en principio y tratar de expulsarlo haciéndole la vida imposible, cerrando todas las puertas y posibilidades, ¡porque no se someten! porque no son tan catalanistas como ellos, estas actitudes masivamente practicadas hoy fueron típicamente fascistas, mal que les pese a las personas que insisten en ese comportamiento y se horrorizan cuando lo indicas. De ninguna manera se debe considerar toda movilización como de izquierdas, muchas personas no entienden que el fascismo es imposible comprenderlo sacándolo fuera de los movimientos de masas y de una ideología que corroe a los individuos.
En
1920 el programa nazi de los 25 puntos dice en el punto 4). Nadie, fuera de los miembros de la nación, podrá
ser ciudadano del Estado. Nadie, fuera de aquellos por cuyas venas circule
sangre alemana, sea cual fuere su credo religioso, podrá ser miembro de la
Nación… en el 5). Quien no sea ciudadano del Estado, sólo residirá en Alemania
como huésped y será considerado como sujeto a las leyes extranjeras. En el 6).
El derecho a sufragar para la formación del Gobierno del Estado y para la
sanción de las Leyes será ejercido únicamente por ciudadanos del Estado. Exigimos,
en consecuencia, que todas las funciones oficiales, sea cual sea su naturaleza,
tanto en la nación como en el campo y las localidades menores, sean
desempeñadas exclusivamente por ciudadanos del Estado.
Ideas similares a las
anteriores se encuentran instaladas hoy entre las élites independentistas,
traduzcan del programa nazi los puntos 4, 5 y 6, cambien la referencia a ciudadanos del Estado, o alemanes, por catalanes, o
catalanistas. Entiendan catalanes no como personas nacidas en Cataluña, además
de nacidas allí deben aceptar la nación, y el Estado independientes, la
República Catalana. Ello choca con la defensa de derechos universales de
ciudadanía, para todos por igual, además oculta la realidad sobre la formación
histórica de la población catalana; teniendo en cuenta solo las primeras
migraciones del siglo XX auspiciadas por los programas de obras públicas del
dictador Primo de Rivera, hoy habría descendientes catalanes, con padres
catalanes, abuelos catalanes y hasta bisabuelos catalanes, cuya lengua materna
será el castellano. En 1950 podrían haber nacido en Cataluña descendientes de
aquellos, podrían haber tenido hijos en 1975, y éstos a su vez tener hijos en
el 2000, todos ellos catalanes nacidos en Cataluña, pero no de pura raza
catalana, por lo que no tienen iguales derechos, en la práctica no ocupan los
puestos de dirección económica, política, educativa, etc.
Además, están los
españoles que viven en Cataluña nacidos en otras partes de España, considerados
extranjeros por el independentismo y a los que se quiere expulsar, salvo
integración, sumisión, absorción. En la realidad actual de Cataluña, la inmensa
mayoría de puestos con responsabilidad política, gubernamental, legislativa,
económica, sindical, mediática, deportiva, cultural, social, educativa… está en
manos catalanistas, independentistas, quedando como ciudadanos de segunda los
españoles no nacidos catalanes, los catalanes con sentimientos de identidad
española y catalana y los emigrantes residentes allí, nacidos en otros países.
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