sábado, 30 de diciembre de 2017

Grandes cambios a medio plazo. España, UE, ...


En estas previsiones, crecimiento del PIB medido en paridades de poder de compra, España en 2016 aparece situada en el lugar 16 mundial. Para el año 2030, tendría una caída entre dos y tres puestos. Y para el año 2050 su caída sería de diez puestos relativos.


El G7 , los actuales países más industrializados del mundo, y el E7, los países emergentes mas importantes, a través del tiempo: En 1995 los E7 eran la mitad que el G7. Actualmente, 2015, el peso relativo de ambos G7 y E7 son similares. Para 2040 el E7 doblará en peso relativo al G7.





Lo que las previsiones señalan es una pérdida de peso relativo de Occidente y un aumento de Oriente, lo cual está sucediendo en la entrada del siglo XXI, confirmando previsiones anteriores. Lo que sugieren las nuevas previsiones es que la decadencia occidental continuará, aumentando China e India su peso relativo mundial.

Los gráficos anteriores proceden del trabajo 'The Long View':


viernes, 29 de diciembre de 2017

Cambios en las grandes compañías. Siglo XXI


Cambios en las grandes compañías mundiales en 1917/1967/2017


Los cambios entre las super grandes corporaciones, las mas valiosas del mundo, se aceleran con el paso al siglo XXI

El peso del sector energético y materias primas, sector financiero e industrial disminuye velozmente y pasan a los primeros puestos integrantes del sector tecnológico. Entre las 10 grandes corporaciones, las cinco primeras son tecnológicas.




En 2007 el peso del sector energético en el índice MSCI se acercaba al 37% y el tecnológico al 12%. en 2017 prácticamente se invierten los pesos, el energético pasa a ser del 14% y el tecnológico pasa al 28%.

sábado, 23 de diciembre de 2017

Cataluña: Vaya cisco que tenemos organizado

El Carlismo ha llevado al Parlament una mayoría de independentistas, a pesar de haber sido derrotados en las urnas por los constitucionalistas. Las elecciones las ha ganado C’s en la mayoría de lugares ampliamente poblados. Y no, no se confunda nadie, no son un partido fascista, lo cual debería estar definido por su ideología y su práctica, está bastante lejos de las definiciones teóricas sobre fascismo. Algo que no puede demostrar el independentismo catalán ni en su ideología ni en su organización ni en su práctica.

Si alguien llegó a pensar que por convocar rápidamente elecciones en Cataluña todo quedaría resuelto, se equivocó. Había que convocarlas, sin duda, el momento parece que ha demostrado no ser el más adecuado a tenor de los resultados, que nos han vuelto a meter en un nuevo lio.

Durante años por parte de los indepes se han dicho tantas barbaridades, tantas mentiras, se han cometido tantas tropelías, se ha oprimido tanto a más de la mitad de catalanes, que volver a la normalidad requiere mucho tiempo y esfuerzo, para ir convenciendo a la mitad de los indepes de que una ilusoria independencia nunca resolvería los problemas del paro ni las desigualdades. Mucha firmeza y paciencia serán necesarias porque cuando un ser humano toma una decisión, se apunta a un bando o a una tribu, ni siquiera lee ni escucha argumentos de fuera de su círculo de fanáticos, la realidad, para esa persona, solo existe dentro de ese círculo, de ahí la necesidad tiempo para desarrollar argumentos. Convencer es la única salida.

Participación record, estas sí tenían tipo más plebiscitario que las del 2015. Si hablamos en términos plebiscitarios, consideración del número de votos, han perdido los independentistas, igual que en 2015. La mayoría de votos ha sido para los partidos constitucionalistas, pero no así los escaños parlamentarios.

La trampa de la ley electoral hace perder el Parlament a quienes sacaron mayoría de votos, un 10% más de votos han logrado los constitucionalistas, pero les corresponden menos parlamentarios que los que a los indepes, que perdieron las elecciones en votos, pero las han ganado en escaños. Mal que le pese a Puigdemont que en su discurso dice haber ganado al Estado español en votos y escaños.

Efectivamente, ha existido un pucherazo que favorece los territorios carlistas hoy ocupados por el voto independentista, a los nacionalismos. La ley electoral prima las zonas rurales sobre las urbanas, lo tribal frente a lo industrial y urbano, prima la concentración del voto y da mayor peso a unos votos que a otros. En Lleida tocan a 19.858 votantes por escaño, mientras que en Barcelona tienen un escaño por 46.775 votantes, más del doble de votos por escaño, en Girona 29.396. Por tanto los votantes en Gerona y Lérida están sobrerepresentados respecto a los de Barcelona.

La ley electoral española desde hace 40 años ha primado a CiU, a PNV,… sobre los partidos estatales; por ejemplo IU siempre sacaba muchos más votos que los nacionalistas y obtenía muchísimos menos parlamentarios. Este aspecto que siempre criticó la izquierda, ahora en Cataluña vuelve a primar a los más nacionalistas, a los independentistas.

El caso que es que la gobernabilidad parece extremadamente difícil en una sociedad partida al medio, encrespada y agresiva, porque los indepes actuaban creyendo que Cataluña era solo suya y de repente comprueban que hay gente, más de la mitad, que les exige compartirla.

La cuestión ahora es cómo resolver los problemas. Lo de negociar situaciones concretas, de diario, se da por hecho, pero el asunto es cómo resolver la problemática de la ilusión independentista. Una opción es aceptar el status quo, Comunidad Autónoma, España, Europa; otra salida es aceptar la independencia de Lleida y Gerona, dado su voto indepe y dejar Barcelona y Tarragona constitucionalistas, aplicar el derecho a decidir dentro de Cataluña. Otra posible vía es aprender de la Ley de Claridad Canadiense, lo cual requiere esfuerzo y tiempo, pausa y estudio.

Si quieren ir abriendo boca, pueden ver lo que escribí el 14 de septiembre de 2013 aquí en ‘Arian seis’: ‘’Catalunyasecesión. Claridad canadiense, I. Una aportación valiosa. Ley de Claridad Canadiense. Mientras tanto la ley electoral catalana hay que cambiarla urgentemente, al menos intentarlo, empezando por denunciar su sesgo independentista.


viernes, 15 de diciembre de 2017

No veo solución para Cataluña en estas elecciones

Estoy  saturado del tema secesionista, pero no queda otra que seguir. No veo solución en las elecciones, sus resultados serán de empate técnico, con algún partido de pocos votos en plan bisagra, la sociedad catalana está partida por la mitad. Aunque los indepes obtuvieran menos votos, el sistema electoral les favorece –prima pueblos pequeños del interior sobre grandes ciudades- y obtendrían proporcionalmente mayor número de escaños. En todo caso mayorías insuficientes para hacer lo que unos u otros quisieran, resultado, ingobernable.

No es verdad que exista un pueblo catalán en marcha hacia la independencia, nunca lo hubo. La idea de pueblo unido y único para designar a los suyos solamente, es una entelequia nacionalista, usada por el fascismo y populismo. Nunca existió un  pueblo catalán homogéneo, todos somos mestizos, sucedió que a unos se les veía en las calles y medios de comunicación, en el gobierno y en la policía, en la cultura y el deporte… y a los otros catalanes se les apartaba, ninguneaba, represaliaba, se les tapaba y despedía.

Sucede que a mucha gente se le hace el culo agua cuando ve movilizaciones masivas, da igual de lo que sean, y confunden las churras con merinas, pero nunca hubo mandato popular para la independencia con un 37% de votos del censo electoral en las elecciones del 2015. Hay gente que añora el franquismo, -para luchar contra enemigos inexistentes- unos hubieran disfrutado con aquellas movilizaciones franquistas, muy parecidas a las independentistas, con sus banderas y colores patrios por todos lados, su orden, autobuses pagados, movilizaciones promovidas desde y por el poder y protegidas por su policía. Los poderes políticos catalanes solo representan al 37% pero promovían, cuidaban, tutelaban, y financiaban las movilizaciones independentistas. ¿Algún día sabremos quien más financia todo eso?

Sucede que a nadie de quienes les apoyan le importa el carácter religioso y supremacista de la ideología secesionista, ni su catalanofascismo, ni ven ni quieren oír nada sobre sus apoyos ultras y xenófobos europeos, sobre apoyos rusos, o sobre el carácter neoliberal de la idea de que los ricos no paguen impuestos para redistribuir, esa es la esencia del España nos roba. Les da lo mismo que sean una colonia, o lo contrario, no se pararán a pensar que internacionalismo es lo opuesto de nacionalismo catalán, incluso lo juntan en las consignas, como hizo Lluis Llach, ‘’soy nacionalista porque soy internacionalista’’. Bravo por la racionalidad.

Mentiras tras mentiras, son invisibles para sus votantes. La independencia tiene bula y no es fácil penetrar en las mentes de quienes han tomado ya posición, no leen otra cosa, no escuchan otra historia. El problema es cómo aumenta el desprecio hacia los otros que van deshumanizando, típicamente fascista, los individuos, las personas desaparecen y el grupo la tribu entra en la dinámica de aceptar moralmente el todo vale contra esos demonios que pueden matarnos. Ojo, es una vicerrectora quien lo dice:
‘’Si gana el tripartito del 155, no sé qué políticas podremos hacer con los niños que tienen pesadillas y miedo de la policía, y que preguntan a sus padres, mamá ¿me dispararán?’’



La sociedad catalana está partida por la mitad, aumentan los odios secesionistas hacia lo español y catalanes no independentistas, hasta niveles cercanos a conflictos violentos, soterrados hasta ahora, cuando la mitad de la población callaba amedrantada. Ahora que hablan, veremos.

Me temo no hay arreglo, repetir una y otra vez elecciones hasta que sea irrespirable. No creo en indultos, se dieran o no, no creo en reformas que los calmen, lo acaba de repetir Puigdemont, solo les vale la independencia. Y ellos ven la garantía en próximos futuros de hornadas de jóvenes adoctrinados durante años que se incorporarán al voto año tras año. ¿Una puerta posible? la experiencia de Canadá, la Ley de Claridad Canadiense.

martes, 12 de diciembre de 2017

Los robots ya están aquí



Manuel Herranz

Capitalismo siglo XXI: los robots ya están aquí

Revista Trasversales número 42 octubre 2017


"Entramos en una etapa global, de altísima complejidad por la aportación de algunas soluciones a problemas productivos, al tiempo de generar problemas de relaciones sociales sin respuesta, una situación muy difícil de abordar, pero a la que sin duda hay que dedicar atención urgentemente"
(...)
Sigue leyendo el artículo en la web de Trasversales

lunes, 4 de diciembre de 2017

Una de las dos Españas

Corría mayo de 1937 y Azaña acabó de decidir el nombre de quien sería el último presidente del Gobierno republicano… El hasta entonces ministro de Hacienda se había formado principalmente en medicina, aunque posteriormente había estudiado química y economía… Negrín, perteneciente a una familia de comerciantes de Las Palmas, era un hombre ilustrado que hablaba seis idiomas. Se había formado en Alemania y era catedrático desde los 30 años. Aunque era un socialista moderado, un simpatizante del SPD alemán favorable al mercado (fue el primer suscriptor en España de The Economist), a las libertades individuales y contrario al comunismo, su relación con el PCE no era hostil…
El peso creciente de sus competencias políticas obligó al doctor a abandonar su carrera científica, decisión que lamentarían sus alumnos, pues Negrín, además de científico, fue un profesor muy querido por sus estudiantes, entre ellos el futuro Nobel Severo Ochoa…

Lograron hacer creer que España era Franco y Mola y el fascismo y la dictadura, lograron revivir la leyenda negra del imperio español, oponiéndolo a las democracias europeas, para ello ocultaron los fascismos inglés y francés, amén del alemán e italiano, ocultaron la explotación y los campos franceses, alemanes, belgas,… en África, el imperio inglés en el mundo o la reciente y repetida intervención militar británica durante años en Irlanda.

Lo peor de todo es que muchos españoles se lo tragaron. La secesión en Cataluña ha hecho aflorar la crisis en España, los nacionalistas periféricos han logrado que muchos españoles desafectos sigan sus postulados secesionistas, ello a pesar de sus ideales supremacistas, de su ideología católica tradicionalista-carlista y de su extendida práctica fascista.

Llama la atención que amplios sectores de población apoyaran objetivos neoliberales y siguieran considerándose de izquierdas, ¿cómo fue posible que durante años asumieran la creación de desigualdades primando a los supremacistas catalanistas? Un gran salto de progreso se produjo en el pasado cuando el futuro de una persona no se vinculaba a su apellido, daba lo mismo donde se naciera, todos con iguales derechos, defendieron los progresistas, desde hace 300 años, hoy ya no. Ahora en Cataluña ayudan que los apellidos catalanes tengan el monopolio exclusivo del poder ¿Qué pasó para que el racismo y el tradicionalismo carlista, cimientos de la ideología de los independentistas se extendiera con tanta facilidad?

Sobre todo llama la atención que quienes apoyan estas ideologías, objetivos y métodos se consideren progresistas. Muchas gentes son realmente de la izquierda reaccionaria, esto era un  hecho evidente, nada es lo que fue, la realidad vivida recientemente descubre aspectos que dieron contenido al concepto. Difícilmente puede considerarse progresista a quien defiende desigualdades, por no hablar catalán, por haber nacido en otra parte, por no apoyar mi religión… por crear fronteras, por apartar, despedir, despreciar, odiar, por violentar a los otros, por asumir como propia la representación del pueblo,… tampoco es tan difícil comprobar estos aspectos, solo mirando los apellidos de las élites políticas, económicas, sociales, se comprueba el inmenso peso catalanista y la ausencia de la mayoría de apellidos de los que nacieron y viven en Cataluña.

Un aspecto que explica lo anterior es el desprecio que existe por España y lo español en muchos sectores de población que data de la época franquista, pero los españoles, los catalanes, como todos los demás en todas partes y todas las épocas, la gente es diversa, y cambiante, solo existe la idea de pueblo homogéneo en el ideario populista, nacionalista, fascista. Igual que existieron los indios sioux y Toro Sentado, también el General Custer y el 7º de Caballería; en España el fascismo y también los anarquistas, la tradición carca y los liberales y republicanos…

Seguro que encuentran argumentos para justificar rechazar decir haber nacido en España, por no sentirse como los ultras, ni con la idea de que le asimilen a la España franquista, ni siquiera quieren ser rozados con símbolos que ven utilizados patrimonialmente por el PP, ni con ideas rancias de la patria fascista… Algo de ésto desarrollé en mi trabajo ‘Sobre el patriotismo democrático’. Ahora me quiero referir al desconocimiento de España y lo español al que nos hemos ido acostumbrando como lo normal.

El secesionismo catalanista ha captado enormes simpatías de no catalanes, lo acompaña el desprecio por el nacionalismo español que nunca hubo para los nacionalismos periféricos, pero los cabrones, fachas, explotadores, mea pilas, aristócratas, explotadores de esclavos negros, etc. etc. fueron  los mismos, formaban legión en toda la piel de toro y Europa. Olvidaron los fascismos francés e inglés, o el carlismo catalán y vasco navarro… fueron embellecidos por relatos de resistencia y nunca puestos en duda ni criticados en la España democrática, en la que lo español podía ser escupido, pero nunca lo catalán.
Por extrañas razones se ha considerado más democrático y progresista lo catalanista y lo vasquista,… un complejo de inferioridad se extendió entre la población española considerando que aquellos periféricos eran más modernos, más listos y productivos que el resto. Una gran mentira, tan falsa como los duros de madera.

Durante el siglo XIX y XX los intelectuales catalanistas han escrito cientos de páginas justificando diferencias, reales o inventadas, que les situaran siempre en lo alto del resto de españoles, -catalanistas preocupados porla raza catalana-. Esas razones supremacistas afloran desde hace 30 años acompañando el process, el desprecio y la violencia al otro, al español, que como todo despreciado y enemigo no se le reconocía conciencia de sufrimiento.

Volvamos al comienzo del artículo. Cuando hablen de España y los españoles, incluyan al último Jefe del Gobierno durante la II República, Sr. Negrín, y al Presidente de la II República, Sr. Azaña, y a todos los españoles que lucharon por la igualdad, la libertad y solidaridad. Y para comparar con la lista de catalanistas del XIX, citada anteriormente, facilito una serie de nombres de españoles que convendría conocer, de la misma época pero éstos son progresistas, regeneracionistas, ilustrados,… científicos, catedráticos, pensadores, escritores, colaboradores de publicaciones liberales, republicanas, socialistas, anarquistas,…


Leopoldo Alas Clarín, Rafael Altamira, Álvaro Alvarez-Buylla, Gumersindo de Azcárate, Pío Baroja, Eduardo Benot, Julián Besteiro, Vicente Blasco Ibáñez, Ignacio  Bolívar, Odón de Buen, Cossío, Joaquín Costa, Rafael María de Labra, Joaquín Dicenta, Pedro Dorado, Pedro Estasén, José Fernández Nonidez, Francisco Giner de los Rios, Augusto González Linares, Anselmo Lorenzo, Antonio Machado, Lucas Mallada, José Martínez Ruiz, Benito Pérez Galdós, José de Perojo, Adolfo Posada, Santiago Ramón y Cajal, Manuel Revilla, José de Rodríguez Carracido, Rafael Salillas, Nicolás Salmerón, Aniceto Sela, Luis Simarro, González Solás y Saavedra, Miguel de Unamuno, Federico Urales, José Ustáriz, Jaime Vera, Antonio Zulueta… son unos pocos españoles que chocan con esa idea rancia de lo español fabricada por algunos para intentar justificar su placentera supremacía moral/intelectual.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Despidan a los polis fascistas ya

Pero qué es eso de esperar la salida judicial? Los jueces podrán determinar la cuestión legal, ustedes, el Ayuntamiento, deben actuar como representantes de la ciudadanía y evitar que estos individuos  con placa, uniforme y arma, pagados por todos, vayan en contra de ese conjunto de todos que representaría el respeto a la filosofía de la Constitución y ello al margen de que su comportamiento fascistoide y asquerosamente antidemocrático, por anticiudadano, sea tipificado como delito.

Actúen inmediatamente, de hecho ya tenían que estar apartados del servicio, deben ser despedidos, ustedes tienen que demostrar que la autoridad democrática no acepta fascistas en los cuerpos de orden público, por el bien de todos los ciudadanos.

Y por supuesto den las gracias a ese valiente ciudadano policía que denunció tales comportamientos fascistoides; en mi nombre y en el de mucha más gente que valora la valentía que supone hacer lo que hizo y lo peligroso de su posición.

domingo, 19 de noviembre de 2017

Recibieron amenazas de aplicar violencia en las calles?

Pero bueno, estos independentistas son más tontos de lo que pensaba. Ahora montan una campaña pamplinera basada en que no les dejaron autodeterminarse, advirtiéndoles el Estado que aplicaría la fuerza.

Si hubo advertencias explícitas o implícitas, realmente debería ser secundario, lo fundamental es que ellos pensaran que podrían crear un nuevo estado desgajando una parte del mismo, en el año 2017 y en la Unión Europea, y sin oposición del Estado, de sus instituciones, que no olviden que parte de esas instituciones son compartidas, cedidas, son europeas.

No se trata de que usted o yo rechacemos la violencia, se trata de entender en qué mundo vivimos y cuales son sus reglas y limitaciones. Ningún estado del mundo aceptaría secesionarse o romperse así, no hay experiencias históricas de que se haya producido una autodeterminación sin violencia y sin acuerdos, ni en el mundo comunista de la URSS ni en China, ni en Sudamérica ni en Europa, en todas partes se produce violencia entre el estado que quiere ser nuevo y el viejo que caso de aceptarlo, quedaría como estado fallido, desaparecería como tal. Checoslovaquia fue la excepción histórica, saliendo de una etapa de larga dictadura y mediante acuerdos aceptados por las partes.

Increíble la desfachatez con la que manipulan con estas patrañas sobre el pacifismo y la violencia, durante años todas las movilizaciones indepes han sido aplaudidas, promocionadas, pagadas, tuteladas… por los poderes catalanistas, eran la  lucha del poder catalanista contra más de la mitad de la población catalana. Nadie advirtió a esas gentes que eran movilizaciones arropadas desde el poder, sin oposición, porque el Estado estaba desaparecido, sin peligro, para ellos. Aunque más de la mitad de catalanes se sintieran atemorizados, parecían no existir.

Durante años la violencia de baja intensidad ha sido ejercida en contra de más de la mitad de población catalana. Dicha violencia no existía para los indepes, pero sí para quienes la sufrían, que eran los otros, violencia verbal, y física, amenazas en trabajos y colegios, calles y domicilios, que a una persona la pintan la puerta de su casa amenazándola es violencia, que la pinchen las ruedas de coche, o se lo quemen, es violencia, que insulten y peguen palizas es violencia.

El odio a España y los españoles engendró violencia, pero no la sufrieron los indepes ni sus aliados. Y ahora dicen que de haber seguido ejerciendo su violencia, el Estado, alguien les dijo, o se dieron por avisados que se hubiera producido sangre. Increíble que se den por asustados los jefes del independentismo, evidentemente nunca dijeron a los escudos humanos que utilizaban que podrían sufrir daños, que lo normal en las movilizaciones es que se produzcan daños. Cinco hospitalizados, o dos, por los sucesos del día 1-O, montones de hospitalizados por las movilizaciones del 15-M en Barcelona –ninguno en Madrid-. Montones de hospitalizados y detenidos por las movilizaciones durante el franquismo, aquel que de verdad existió, produjeron durante la transición decenas de muertos.


¿Para qué eran los rifles de asalto que estaban negociando comprar a los mossos?

martes, 14 de noviembre de 2017

Revisando cifras de alcaldes independentistas

En las escaleras de la Generalitat el día que proclamaron la República Catalana aparecen unos 200 alcaldes blandiendo sus bastones de mando en señal de apoyo a parlamentarios independentistas, a Bruselas para apoyar a Puigdemont, acudieron unos 200 alcaldes a manifestarse. En Cataluña puede que sean unos 750 alcaldes/ayuntamientos quienes apoyan la independencia, a tenor de los municipios inscritos en la AMI, Asociación de Municipios por la Independencia.

Las movilizaciones protagonizadas por alcaldes independentistas parecerían el reflejo de un pueblo, mayoritariamente en marcha en apoyo a la autodeterminación, aunque rascando un poco aparece una diferente realidad. Como ocurre en otras ocasiones, las cifras secesionistas esconden la mitad de Cataluña. La utilización del concepto ‘pueblo’ para designar a una totalidad de siete millones y medio de personas con diferentes identidades e intereses, es un recurso típicamente nacionalista, fascista y populista, el todo catalán, expulsa o esconde a los catalanes no independentistas. No existe, ni existió nunca, un pueblo catalán homogéneo, como no existe pueblo español unilateral, no todo el pueblo catalán está representado por los secesionistas, ni existió un mandato de independencia en las urnas ya que los votos nunca fueron mayoría ni en las elecciones de 2015, ni en las anteriores.

La declaración de independencia es apoyada por los diputados representantes de 1.628.714 de votantes a JuntxSí, mas los representantes de 337.794 votantes de la CUP, en total sumarían 1.966.508 votos de ciudadanos sobre un censo electoral de 5.510.853 de catalanes con derecho a votar. Los votos de las últimas elecciones que arroparían la declaración de independencia representan un 35.68% del cuerpo electoral catalán, lo cual es profundamente antidemocrático.

En general basándonos en los datos que facilita la Generalitat podemos afirmar que los votantes independentistas viven en mayor proporción en el interior de Cataluña que en la costa, y más en pueblos pequeños que en ciudades grandes. A ello se puede añadir por coincidencia histórica que los territorios en los que el carlismo era fuerte coinciden con los pueblos en los que actualmente el independentismo es fuerte. También dicen los datos de la Generalitat que son independentistas quienes tienen rentas más altas, y votantes de la CUP las altas de las altas.

De las últimas elecciones municipales de 2015 podemos extraer informaciones interesantes: Cataluña tiene unos 950 pueblos, de los cuales 540 son pequeños, tienen cada uno menos de 1.000 habitantes en el censo electoral, los hay que más que pueblos, parecen pequeños barrios de segundas viviendas vacacionales. En general las cifras aquí facilitadas lo son de censo electoral y no de población total, el censo de 5.376.553 de personas representa aproximadamente un 71.5% de la población total catalana, 7.518.903 habitantes.

En las elecciones municipales de 2015 -con una abstención del 41.5%-  eligieron 9.077 concejales y 947 alcaldes para todos sus pueblos, en diferente número por municipio según población, reservando un mínimo de 3 concejales para los pueblos más pequeños, aquellos que tienen menos de 100 habitantes; los que tienen entre 101 a 250 habitantes eligen 5 regidores y 7 los comprendidos entre 251 y 1.000 habitantes.

Las normas anteriores suponen adjudicar un regidor cada 35 votantes en aldeas de menos de 100 habitantes, o cada 142 papeletas en un pueblo pequeño de entre 251 y 1.000 habitantes, o adjudicar un regidor cada 3.000 o 4.000 electores en las poblaciones grandes, lo cual supone primar sobremanera lo pequeño, perjudicando a los partidos y ciudadanos en las ciudades grandes.

La particular despoblación de media Cataluña interior y el efecto de la ley electoral que prima lo rural y poco poblado, sobre lo urbano costero e industrial con mayor población, provocó en las elecciones municipales desigualdades tales como que, por ejemplo el PSC en general sacara 20.000 votos más que ERC, pero obtuviera poco más de la mitad de regidores, de 1.278 el PSC a 2.381 ERC. En la comparación de Ciudadanos con la CUP ocurrió algo similar, C’s obtuvo en general 10.000 votos más que la CUP y solo 176 concejales, para más del doble la CUP hasta 372, insistimos, con 10.000 votos menos.

Que sea legal no oculta la realidad de que obtuvieron más votos, ganaron el apoyo del pueblo,  pero lograron bastantes menos concejales y por ende menos alcaldes. La explicación es que los unos obtienen los votos en pueblos pequeños en muchos casos medio abandonados y los otros en ciudades, el resultado asignará a esos partidos independentistas un número mayor de alcaldes, chillones que se pavonean con el bastón creyendo representar a mayorías de catalanes, mientras las mayorías parecen ser las perdedoras.

Los independentistas y sus apoyos siempre han ocultado enfrentar la realidad que representan esos 750 alcaldes, con por ejemplo los de 7 de las ciudades gobernadas por los socialistas del PSC, cuyos censos electorales soportan los siguientes números redondeados: Hospitalet de Llobregat, 175.000; Terrassa, 153.000; Lleida, 93.000; Tarragona, 90.000; Mataró, 86.000; Santa Coloma, 79.000; Cornellá, 62.000.

Naturalmente los socialistas no han obtenido la totalidad de votos de esos censos electorales, como tampoco lo hicieron los alcaldes independentistas de la totalidad de sus pueblos, solo lograron la mayoría que les permite representar al conjunto de sus poblaciones, la apabullante puesta en escena de los alcaldes independentistas parecería representar a la mayoría de población, cuando una sola ciudad, como Hospitalet,  puede sumar la población de 540 pueblos.

Retengan la cifra global de las 7 ciudades citadas anteriormente, que representan un censo electoral de unos 750.000 habitantes y comparen con 195.253 que es la suma del censo electoral de los 540 pueblos de Cataluña cuyo censo está por debajo de 1.000 habitantes cada uno, en los cuales obtuvieron muy amplias mayorías, tanto en las elecciones autonómicas Junts per sí, o partidos equivalentes en las municipales, y la CUP. -De la totalidad de 947 alcaldes, CiU sumó 437 alcaldías, ERC 259 y la CUP 19-.


jueves, 9 de noviembre de 2017

Vuelta y revuelta. Pero lo fundamental es convencer

Parece que todo se mueve, pero solo es la superficie, no el fondo. Lo básico es convencer a decenas de miles de jóvenes que la secesión no es democrática, no es progresista, no es revolucionaria. Convencer implica razonar, hablar, no dar por buenas las consignas y clichés, la política a desarrollar debe contener lo básico, convencer de que España no solo son esos individuos y tópicos que los indepes manejan, también somos usted y yo, y centenares de miles de ciudadanos progresistas actuales, y la clase obrera catalana, que no se ve por ninguna movilización indepe. Miren la huelga general, como de costumbre movilizaciones indepes en las calles son mayoritariamente de jovencitos y funcionarios, pocos obreros industriales en uno de los territorios mas industrializados de Europa.

Convencer de que los españoles no solo fueron Franco y Mola, también Azaña y Giner de los Rios, Tunón de Lara, y los ilustrados y los republicanos del XIX y del XX, y la Institución Libre de Enseñanza, y el enorme movimiento anarquista y los socialistas y comunistas y los luchadores antifranquistas y los demócratas  de antaño y los actuales y que jóvenes no solo hay en las calles de Cataluña, también están en las universidades y en el paro y trabajando y otros muchos  jóvenes que están por el mundo, o por Badajoz o Zamora. 

Me resulta insoportable considerar progresistas, el odio, la xenofobia y la fragmentación social que provoca el nacionalismo, fragmentación que luego une en un todo revuelto en torno a la identidad nacional. ¿Alguien progresista se imagina que los multimillonarios jugadores del Barça compartan intereses con los parados y precarizados? Me resultan imposibles de aceptar los argumentos que utilizan los independentistas para movilizar y conseguir sus fines, ‘España nos roba; Catalunya es una colonia española; el déficit fiscal de 16.000 millones año; la lengua catalana está reprimida, etc.etc.’.

Por muchas manifestaciones de 900.000 personas que se produzcan, la racionalidad debería primar en muchos sectores e individuos, pero sobre todo en los partidos políticos. Sin duda son muchísima gente, 600 o 700 mil, tanto da, bajo las banderas y consignas de independencia, y uno se pregunta por qué tantos analistas/críticos/militantes izquierdistas ahora olvidan los matices que antaño eran señalados en casos similares: grandiosas movilizaciones montadas por el aparato de estado y sus aledaños, organizadas por el poder nacional, político ideológico y económico, catalán y en apoyo de sus objetivos; como si de batallas se tratara, contaron con apoyo logístico de autobuses, trenes, prensa, radios y televisión, policías, funcionarios… en nada son comparables a las movilizaciones obreras o sociales que se realizan contra los poderes, con la poli incordiando, sin medios de publicidad ni propaganda, sin cobertura de transportes, con impedimentos de todo tipo, multas…

La secesión es un problema que genera incertidumbre a mucha gente, de las izquierdas también, no solo respecto al futuro, genera dudas sobre cómo abordarlo y posicionarse en el presente, ¿cómo interpretarlo? ¿Es progresista apoyar la secesión, es de izquierdas? Muchas posturas mezcladas pueden encontrarse, tantas como izquierdas existen que son casi tantas como izquierdistas; desde luego abordarlo hoy resulta complicado al encontrarse con movilizaciones masivas ampliamente transversales, resulta bastante más difícil si durante años no se dijo nada en torno al nacionalismo. Si durante años no se abordó como gran problema la cuestión del patriotismo democrático, -ni la derecha ni la izquierda hicieron esfuerzos por conseguir de forma inclusiva símbolos e historia de España amplísimamente comunes-, como pretender hoy que se defiendan valores de igualdad, solidaridad, justicia, libertad, democracia, con mayor ilusión que un revuelto mágico de consignas.

La cuestión principal a debatir hoy no debería ser votar un referéndum, sino todas las preguntas previas que no se respondieron ¿para cuándo un urgente y ambicioso plan de empleo?  ¿Justicia acelerada para los corruptos, cárcel y devolución? ¿Y las listas electorales desbloqueadas? ¿Las balanzas fiscales en un estado federal como el español deben ser solidarias? ¿Saben ustedes que España es un estado federal desde hace muchos años, a enorme distancia del que ha ofrecido Cameron en el Reino Unido tras el referéndum de Escocia? Muchos defienden el derecho a decidir como la verdad suprema de la democracia, llama la atención que se sitúen en este terreno y no en los citados antes, en todo caso si hablamos de democracia, tendremos que aceptar, según su versión, que en el Planeta Tierra no hay demócratas, salvo en el Reino Unido y en Canadá, ya que en ninguna otra parte existe ese derecho a decidir una secesión.
  
¿Por qué no hay manifestaciones para exigir una urgentísima reforma fiscal con el objetivo de lograr recaudar mayores impuestos de ricos y corporaciones? Justo en dirección opuesta a la que pretenden fabricar los nacionalistas, basada en el principio de los impuestos para quien los paga. Este principio se puede ver formulado de diferentes maneras en sus declaraciones y textos teóricos sobre la secesión; por supuesto lo consideran refrendado por las masivas movilizaciones en las que el objetivo independentista se comió todo lo demás.

Resulta que el derecho de secesión no existe en ninguna de las constituciones que se conocen, salvo en la antigua constitución de la URSS, que como todos saben no permitía ejercitarlo de ninguna de las maneras,  -así cuando se rompe, se producen en cascada la independencia de múltiples repúblicas soviéticas.- El derecho a la autodeterminación está aceptado internacionalmente, en cuanto a su utilización para colonias; ¿acaso los defensores del derecho a decidir defienden el argumento soberanista de que Cataluña es colonia y España metrópoli?, pues así parece ya que esta es una de las líneas argumentales de la separación, lo cual nos enfrenta en conflicto con los izquierdistas que lo apoyan y justifican. ¿Cataluña una colonia de España? una de las regiones más ricas del mundo y con mayor nivel de derechos políticos y económicos, gobernada en todos los rincones de los distintos poderes solo por élites catalanas, quieren asemejarse social e históricamente a los negros de EEUU. Esto es el mundo al revés.

Posicionarse a favor del derecho a decidir es muy sencillo, solo hay que dejarse llevar por la corriente, supone poco desgaste porque el mundo democrático al completo lo defiende. De hecho la ciudadanía cátalo-española decide en múltiples formatos y votaciones desde hace muchos años. Pero la cuestión deja de ser tan simple cuando se manipula y convierte en campaña por la independencia. Reclamar el derecho a decidir, en este caso concreto, significa reclamar el derecho de secesión, todavía hay ingenuos que creen que estén pidiendo una consulta no vinculante para saber cuánta gente quiere la independencia. Por favor, seamos serios, un estado nuevo se puso en marcha hace años, se está montando en paralelo a la Generalitat y en parte subsumido en ella, se está actuando políticamente en la dirección de proclamar la independencia y la consigna sobre queremos votar, pedimos un referéndum o queremos derecho a decidir son solamente elementos tácticos de agitación para la declaración de independencia, que posiblemente se proclame unilateralmente. -Lo que ocurra después es una incógnita-

Si solamente quisieran conocer cuanta gente opina a favor o en contra, hay múltiples formas de saberlo, encuestas, votaciones, etc. sin necesidad de montar un estado paralelo. Hay mucha gente preparada y con experiencia política que pretende conducir el debate sobre un derecho al voto democrático que se niega a la población, olvidando todo lo demás ¿Por qué lo hacen? porque están a favor de la corriente movilizadora de la independencia, porque es una batalla más para enfrentarse al PP, e históricamente a la derecha española, porque evitan quedarse desplazados de las movilizaciones, porque pretenden entrar en el movimiento para así poder pescar e influir en el futuro, por evitar sentir el rechazo de colegas, no quieren sentirse señalados por amigos y vecinos que les dirán que no están donde están las masas, etc. etc. Al margen de los por qué, el hecho es que consiguen fortalecer las posturas nacionalistas, sus objetivos y argumentos, lo cual incluye posicionarse a favor del España nos roba o españoles vagos –¡extremeños, castellanos, gallegos y andaluces robando a los catalanes!- es cerrar los ojos ante la otra mitad de cataloespañoles que no están en las calles, pero existen.

Lo que está sobre la mesa con el soberanismo, es el derecho a la secesión. La disputa sobre si el nacionalismo y la defensa del independentismo es progresista o no. Lo que debería estar sobre la mesa es si con la secesión se mejoran las condiciones de vida y trabajo, si crea empleos, y se aumentan las libertades civiles, si el mercado de trabajo variará y serán los trabajadores quienes ganarán capacidad de decidir, etc. etc. lo que debería estar sobre la mesa, es si la secesión supondrá mayores impuestos para los ricos, mayor lucha contra el fraude fiscal y contra la evasión. Unos izquierdistas apoyan una opción y otros la contraria, ambos cargan las tintas en unos aspectos olvidando un poco los otros que consideran secundarios ante lo que sitúan en primer plano.

El 29 de septiembre de 2014 escribí en este mismo blog lo anterior

martes, 7 de noviembre de 2017

Gracias Paco. Gracias Justiniano

Un problema es olvidar, otro mas grande es ocultar, y otro es mentir, de todo está habiendo en la viña secesionista con los apoyos que le presta la izquierda reaccionaria y los Peter Pan.


El pasado 29 de octubre, en la manifestación convocada en Barcelona, Paco Frutos dio voz a la izquierda antiindependentista; gracias, Paco.

Diré quién soy. Fui, en 1979, concejal en Barcelona, miembro del equipo de gobierno de Pascual Maragall. También, diputat en el Parlament catalán, miembro de su Comisión de Derechos Humanos.

Gracias, Paco, por recordar que las instituciones catalanas democráticas no fueron producto de apaño como dicen el vocero de la mentira populista o el barato independentismo.

Pero mi historia viene de antiguo. Fui guerrillero, pasaba la muga con las planchas del prohibido Mundo Obrero a mis espaldas, fui responsable del PCE de Murcia en la clandestinidad, fui detenido, fui torturado, como atestiguan mis vértebras, cumplí seis años de cárcel, grité amnistía, perdoné a mi torturador. No me hablen de libertades quienes solo las han disfrutado.

No importa, me llaman fascista. Pero el fascismo mata, el franquismo mataba, que lo sepan esos miserables que al mentir, insultan la memoria de nuestros muertos y muertas. Gracias, Paco, por recordar a catalanes y catalanas la voz del estimado PSUC, partido nacional que no nacionalista, la voz de la izquierda comprometida con su clase.

Fui secretario general del PCE en Madrid, hasta que mi salud me lo permitió, miembro de su Comité Central. Partido de militancia y no grupúsculo, como el que hoy usurpa la sigla, convertido en un sindicato amarillo de intereses personales.

No dude nadie, gracias Paco por recordarlo, que el nacionalismo grande o pequeño es una traición a la clase obrera. Fui secretario de la Construcción de las Comisiones Obreras de Cataluña; y algunos pijos me llaman burgués y fascista, mientras asisten a huelgas pagadas por patrones y gobiernos.

Necesitamos que se recuerden las voces, la historia y la verdad porque necesitamos que nuestros nietos no compren las revoluciones en las redes sociales o las pistas cubiertas, necesitamos que se recuerden las huelgas de semanas, las cajas de resistencia, los salarios no cobrados. Hoy se hacen huchas para los responsables del “tres per cent”, no para ningún trabajador en huelga

Gracias Paco por recordar que la democracia no se conquistaba huyendo ni comiendo butifarras en las plazas, sino conquistando las plazas.
…/…

Gracias, Paco, por recordar la bandera de la izquierda que no le baila el agua al independentismo, sino que es capaz de crear un proyecto autónomo.

Me llamo Justiniano Martínez. Y yo sí fui preso político. Exsecretario general del Partido Comunista de España en Madrid



domingo, 29 de octubre de 2017

Catalanismo, supremacismo, fascismo. (3)

«El hombre andaluz no es un hombre coherente, es un hombre anárquico. Es un hombre destruido [...], es generalmente un hombre poco hecho, un hombre que hace cientos de años que pasa hambre y que vive en un estado de ignorancia y de miseria cultural, mental y espiritual. Es un hombre desarraigado, incapaz de tener un sentido un poco amplio de comunidad. A menudo da pruebas de una excelente madera humana, pero de entrada constituye la muestra de menor valor social y espiritual de España. Ya lo he dicho antes: es un hombre destruido y anárquico. Si por la fuerza del número llegase a dominar, sin haber superado su propia perplejidad, destruiría Cataluña. Introduciría en ella su mentalidad anárquica y pobrísima, es decir su falta de mentalidad.»  Jordi Pujol, "La inmigració, problema i esperança de Catalunya". Editorial Nova Terra 1976.

El supremacismo aspecto esencial del fascismo: Para justificarse superior hay que justificarse diferente, así los catalanistas del XIX y XX tuvieron una obsesiva preocupación por encontrar rasgos que diferenciaran la, para ellos, raza catalana, del resto de los españoles. Lógicamente las distinciones les favorecían resaltando la raza catalana como superior a cualquier otra comparación española, para ello estudiaron diferencias en la genética, en la evolución, buscaron en el aire y sus compuestos, (Pompeyo Gener) parece que diferentes allí que aquí, en el suelo y sus materiales, (Miquel Coll) parece que diferentes allí que en Castilla,  buscaron en las mezclas migratorias, siempre tema recurrente en Cataluña y grave problema por su pequeñísima población y por tanto necesidad de inmigrantes, a los que había que colonizar interiormente…
El imaginario supremacista, su abrazo del imperialismo, (Prat de la Riva) les faculta para dirigir a todos los pueblos de la Península y del Mediterráneo, en su relato demuestra que fueron superiores en el pasado en cultura laboriosidad e inteligencia, por tanto sus leyes son superiores a cualquier otra, sus ideas son superiores a las del resto y ellos, no pueden vivir en términos de igualdad, tienen que ser dominantes, de hecho esta pulsión supremacista es la que invalida la salida federal para el 20% de catalanes independentistas, que solo quiere el trato de tu a tu, confederal o independizados. El choque con la realidad al no ser tratados como superiores, desarrolla por una parte un constante victimismo y odio a quienes se supone que lo impiden y no les reconocen, ese es el odio a lo español. Por otra parte, hace necesario alimentar sucesivos sueños liberadores.

Gente que hoy apoya el secesionismo desde las izquierdas lo hace influido por teorías favorables a la autodeterminación de los pueblos oprimidos, tomadas del pasado y cuya justificación se encontraba en una situación colonial, explotadora y represiva, carente de mínimas libertades y capacidad de decisión de los individuos, pero que hoy poco tienen que ver con la realidad de Cataluña. Aquellas ideas se dan de bruces con las poblaciones de la Unión Europea, y sin estudiar la realidad concreta, el aquí y ahora, tratadas de aplicar hoy se convierten en meros clichés. ¿Y si un día se dieran cuenta que apoyaron a supremacistas?

No han considerado que el movimiento nacionalista por la independencia, está sustentado en bases ideológicas y comportamientos supremacistas. El movimiento soberanista es transversal, sí, pero la base ideológica que le da cuerpo, el catalanismo, es una doctrina nacionalista con altos componentes de raza superior, que se desarrolló fundamentalmente en el siglo XIX y comienzos del XX. Hoy, en la Unión Europea, solo tiene el sentido de una regresión al pasado más reaccionario.

Las élites que dirigen el proceso hunden sus raíces en el carlismo catalán. ¡Dios, Patria, Rey! fue su grito básico y su objetivo la defensa del viejo orden señorial, entonces generaron las guerras carlistas durante cuarenta años,  la primera guerra 1833/40, la tercera 1872/76, para combatir el desarrollo del liberalismo, que en aquellos momentos era la expresión democrática. Aquellas juntas carlistas estaban dirigidas por la nobleza catalana, por sus obispos y curas, asumiendo la identidad religiosa más carca y el tradicionalismo. Años después fueron una de las columnas vertebrales de Franco en el golpe de  estado y guerra civil 1936/39.

‘’en 1837 y 1838 en la dirección del carlismo catalán coexistieron con dificultad nobles (el hijo del marqués de Sentmenat, el marqués consorte de Monistrol, el conde de Fonollar, el barón de Peramola, Fernando de Sagarra, José Ignacio Dalmau de Baquer - sobrino del obispo Guardiola- y Jacinto de Orteu, presidente interinoa la espera de la llegada del conde de España), eclesiásticos (Torrabadella, los canónigos Vilella y Milla, el vicario Sampons y el fraile mercedario Magín Ferrer) y letrados (Narciso Ferrer e Ignacio Andreu y Sans).’’ Gerifaltes de antaño. Los señores catalanes en el primer carlismo. Manuel Santirso Rodríguez /ES La Serreta. Rubí

En el terreno teórico podemos encontrar en una extensa pléyade de autores catalanistas una gran preocupación por las razas y la búsqueda de elementos diferenciales superiores de la raza catalana,  mostrando en su obra un conjunto de abundantes rasgos supremacistas.

A ello han sumado múltiples comportamientos fascistas, similares al nazismo, franquismo y fascismo italiano, desarrollando un catalano-fascismo de nuevo cuño, puesto en marcha desde hace muchos años apoyados por el poder catalanista, político, económico, ideológico, cultural…

No crean que la preocupación por la raza y el supremacismo solo fueron cosa del pasado, forma parte importante del sentir catalanista e influye poderosamente en el process, revisen los abundantes escritos de Jordi Pujol desde mitad de siglo XX. También pueden ver lo que escribirá en 1978 quien posteriormente fuera presidente del Parlament 1984/88, Miquel Coll i Alentorn.

 Miquel Coll i Allentorn ‘La naixenca de Catalunya’, Fundació Jaime I, Barcelona 1978, p. 28. Citado en ‘Racismo y xenofobia en el nacionalismo catalán’, edic. a cargo de César Guarde, Agon, Grupo de Estudios Filosóficos. Barcelona 2016.

 O pueden seguir a Oriol Junqueras, quien sigue preocupado por la genética de la raza catalana en 2008 escribiendo en Avui: "En concreto, los catalanes tienen más proximidad genética con los franceses que con los españoles; más con los italianos que con los portugueses; y un poco con los suizos".

¿Qué harán en el futuro cuando se den cuenta de a quienes y qué apoyaron? no lo duden, ellos nunca dijeron o hicieron nada de eso.

En los últimos 150 años es muy difícil encontrar una lista tan amplia de españolistas, preocupados por la raza, y que en su obra aporten tan variados rasgos supremacistas. Aquí tienen un ejemplo de catalanistas:

Aiguader i Cortés
Jaume Anton
Almirall i Llozer
Valentí  
Armengou i Feliu
Josep
Ballester Canals
Joan
Batista i Roca
Josep Maria
Bofill i Torrents
Camil
Bofill 
Jaume
Bosch i Gimpera
Pere
Cambó
Frances
Cardó i Sanjoan
Carles
Cardona i Civit
Daniel
Carreras i Candi
Frances
Casas i Carbó
Joaquín
Coll i Alentorn
Miquel
Cortada 
Alexandre
Curet i Payrot
Francesc de Paula
d'esplugues
Miquel
Folguera i Poal
Joaquim
Gener Babot
Pompeu
Guimerá i Jorge
Angel
Lluhí i Rissech
Joaquín
Maciá i Llusa
Francesc
Maluquer i Viladot
Joan
Maragall
Joan
Martí i Juliá
Doménec
Nadal i Mallol
Hipolit
Par i Tusquets
Alfons
Pernau i Canals
Salvador
Pi i Margall
Francesc
Pi i Sunyer 
Carles
Pijoan i Soteras
Josep
Prat de la Riva
Enric
Puig i Cadafalch 
Josep
Puig i Sais
Hermenegil
Pujol
Jordi
Robert i Yarzábal
Bartomeu
Roca
J. Narcís
Rosell i Vilar
Pere Martir
Rovira i Virgili
Antoni
Sampere i Miquel
Salvador
Sants Oliver
Miquel dels
Sentís i Anfruns
Carles
Torras i Bages 
Josep
Vallés i Vidal
Emili
Vandellós i Sola
Josep Antoni
Vendrell
Ernest
Vilá i Estruch
Joan Baptista

Continuará...