La batalla política, por ahora parece que la gana la eurozona, dirigida por Merkel y Sarkozy, y la pierden los países de la UE que están fuera del euro, liderados por el Reino Unido, que se queda solo, lo cual augura fuertes luchas en el gobierno británico, partidos y sociedad por su claro distanciamiento del resto de Europa. Los objetivos del euro para mantenerlo vivo exigían mayor unidad económica, controles y rapidez en las decisiones, que conducen, sin duda, a mayor integración política, mientras que los del RU y afines en la UE, solo contemplaban un mercado único en el que poder operar libremente con mercancías y servicios financieros, manteniendo lo más íntegra posible la soberanía nacional.
La causa principal de las broncas fueron el diferente tratamiento del sistema financiero, controles, tasas específicas, mayor regulación, atentan contra los intereses de la City gran potencial económico británico. Los acuerdos adoptados por los 26, lo son bajo la fórmula de cooperación reforzada (acuerdos entre grupos de países) con un pacto dentro del tratado de la UE, que será difícil de llevar a término legal, (y económico y político) y que parece que el gobierno Cameron se plantea denunciar a la justicia por contradicción en los intereses que defendería el nuevo pacto sobre el tratado de la UE.
La propuesta de Merkel Sarkozy para los 17 del euro, mas 9 de los 10 restantes de la UE que se sumaron, supone una UE paralela, u otra organización reforzada dentro de la UE que tenderá a sustituirla. Contempla dotarse urgentemente de una nueva estructura estable; presidente, cumbre de presidentes de gobierno y jefes de estado y grupo interministerial por debajo, con reuniones mensuales mientras dure la crisis; con los objetivos de dotarse de un marco jurídico común, compatible con la UE que desarrolle normas sobre regulación financiera, mercado de trabajo, políticas de ayuda al crecimiento, armonización del impuesto de sociedades e instauración de una tasa sobre las transacciones financieras. Con la firme voluntad de asociar plenamente a la Comisión Europea en la nueva arquitectura, así como al Parlamento Europeo y a los parlamentos nacionales… para asegurar "la disciplina presupuestaria, un crecimiento más fuerte y una mayor competitividad". Esto implica "reglas más ambiciosas y severas para los Estados miembros" que ayuden a corregir las políticas económicas y presupuestarias que no están saneadas "antes de que se conviertan en una amenaza para la estabilidad de la eurozona".
Esas reglas son:- Trasposición de las normas de equilibrio presupuestario del Pacto de Estabilidad a un nivel constitucional o equivalente, con una nueva ley que precisará "las exigencias mínimas". - El Tribunal Europeo de Justicia, a petición de la Comisión o de un Estado miembro, podrá verificar si la transposición al marco nacional es adecuada. - Los Parlamentos nacionales deberán tener en cuenta las recomendaciones adoptadas a nivel europeo.
Estructura organizativa y normas en la dirección de austeridad, mayor unidad fiscal y controles económicos, con sanciones automáticas, tienen como objetivo facilitar la gobernanza que permita tomar decisiones con mayor rapidez, para lo cual se terminará con la actual unanimidad requerida que paralizaba en exceso, para hacerlo mas sencillo con decisiones tomadas por mayorías. Con el truco de veto para los 3 grandes, Alemania, Francia e Italia, cada uno de los tres por encima del 15% de cuota de poder (peso económico, aporte de capital al BCE), que salvaguarda el 85% requerido para sancionar. España con el 13% queda fuera de este poder de veto.
La carta dirigida al Presidente del Consejo Sr. Van Rompuy, anunciando sus intenciones, que fueron las propuestas de discusión, se cierra con un rotundo mensaje de que la quiebra griega en lo concerniente al sector privado, para que asumiera voluntariamente pérdidas fue excepcional y no se volverá a repetir. Esta última llamada tiene mucho que ver con lo que significó la imposición de Merkel-Sarkozy en la cumbre anterior para los inversores privados quienes asumieron de forma voluntaria (o menos) la quita, lo cual impidió cobrar coberturas pagadas, los CDS, para caso de quiebra, que legalmente no se produjo, aunque sí realmente.
El ejemplo es significativo de las contradicciones de cada medida, si los inversores aceptan voluntariamente el canje de deuda griega por menor valor, la pregunta que se hacen es ¿para qué pagar seguros (CDS) de cobertura si cobrarán lo mismo sin pagarlos?, así que si no hay seguridad el mercado de los CDS puede resentirse y aún más peligroso, si no hay garantías en las deudas soberanas europeas, mejor venderlas todas. Conclusión que pusieron en práctica un amplio sector de bancos, fondos, etc. durante las semanas anteriores.
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