La Península Ibérica existe en cuanto suelo desde hace millones de años y lleva poblada probablemente cientos de miles de años, -hace 500.000 los pitecantropienses, 200.000 los Neandertal, 40.000 Homo sapiens, según J. Vicens Vives-. Atapuerca tiene datas de mucho más lejos, 780.000 años.
Los estudios sobre pobladores en la
Península pueden acercarse a tres mil años antes de Cristo, AC, lo que quiere
decir cinco mil años desde ahora para atrás – Más atrás están Mesopotamia y
Egipto, 5.000 años A.C. - aumentan su importancia política para influir sobre
el presente a partir de los años setecientos europeos, cuando cobran
importancia las diferenciaciones entre aquellos pobladores que, para
simplificar mucho, llamaríamos árabes y cristianos.
J. Vicens Vives en Aproximación a la
Historia de España, 7ª edición de 1970, reseña la cohabitación de pueblos: indoeuropeos,
argáricos, fenicios, -tartesios-, helenos, iberos, celtas, celtíberos,
cartagineses; y romanos que durante cientos de años compartieron con pueblos
germanos; francos, suevos, alanos, visigodos. Y naturalmente, árabes –con
sirios y bereberes- y godos; musulmanes y cristianos, y sus mezclas mozárabes,
convivieron cientos de años.
Todos y cada uno de los pueblos que habitaron aquí, eran españoles, que dirían hoy. Cada grupo vivían en estas tierras y cuando llegaban los otros grupos migrantes, luchaban, se mataban, o terminaban mezclándose como en casi todo el planeta Tierra. Vuelvan a releer los distintos pueblos que pasaron por esta península y tendrán una idea de lo mezclados que somos los españoles actuales. Todos somos descendientes de migrantes, absolutamente todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario