Ya lo escribí en años anteriores, este año repito, tengo las mismas sensaciones. Me ocurre siempre que salgo de Madrid, tome la dirección que tome, Norte, Levante, Sur u Oeste, siempre veo grandes secarrales, y pueblos abrasados por el sol y entonces recuerdo la necesidad de plantar 100 millones de árboles. Y la necesidad de instalar más gasolineras en las carreteras principales.
En años anteriores ya me dio por escribirlo. Lo reitero. Puestos de trabajo, e inversión en medio ambiente, una de las direcciones que debería tomar la salida de esta crisis nuestra. De las obras en carreteras durante el verano, lo reitero, parece que no tenemos otro momento para arreglar las carreteras, con innumerables tramos en obras.
Las carreteras españolas necesitan muchas más gasolineras de las que hay. Por alguna razón, que no son los intereses de conductores y viajeros, puedes conducir muchísimos kilómetros sin encontrar una en el lateral de servicio de la vía principal, no verás una salvo que salgas de la ruta hacia algún pueblo fuera de la carretera general, a veces desplazándote kilómetros, lo cual genera problemas de tiempo, de cambio de ritmo en la conducción al cambiar de carreteras y de aumentos de confusión para entrar y salir de la general, por tanto, aumentan los riesgos.
La campaña de la DGT que promueve descansar cada dos horas no tiene sentido si
no hay lugares adecuados para ello, y no lo son secarrales sin sombra alguna en
los que no puedes asearte ni entrar al W.C., al margen de la seguridad. Y esto
ocurre en todas las carreteras generales, están faltas de un punto de atención,
de descanso, de seguridad, de referencia, como puede ser una estación de
servicio no necesariamente de una gran compañía.
España necesita plantar 100 millones de árboles
España es un país semidesértico en gran parte de su territorio, necesitado de muchos árboles, y rápidamente, que frenen la subida del desierto del Sahara, que pongan freno al desgaste de las tierras, que ayuden a sostenernos algo mejor en la lucha contra el cambio climático. Supongo que saben ustedes que la producción de vino está subiendo a los países del norte de Europa, desde el Reino Unido a los nórdicos Finlandia o Noruega, están produciendo buen vino y empiezan a hacerlo a gran escala. Hasta hace poco, era un privilegio del Mediterráneo.
Si algún lector pensó que la cifra de 100 millones de árboles son muchos, le invito a reflexionar sobre unos pocos números. En España hay redondeando, 8.100 municipios, si se destinaran 12.000 árboles de media a cada uno de ellos llegaríamos a los 100 millones. Hay municipios por la inmensa península que carecen de sombras y necesitarían en los núcleos de población, en plazas y accesos unos cuantos cientos miles de ellos. En cuencas y riberas de los ríos pueden plantarse otras cuantas decenas de miles. Caminos, zonas de descanso de carreteras, zonas industriales, montañas y páramos necesitarían decenas de miles. Unas cuantas decenas de miles de ellos son necesarias desde hace mucho tiempo en las zonas de descanso de las grandes carreteras española, tengan o no gasolineras.
En cada viaje por carretera a cualquier punto de España, fíjense bien y podrán ver enormes extensiones de tierras sin un solo árbol. Las Castillas son enormes extensiones semidesérticas. Hay necesidad y sitio para cientos de millones. Sin tocar las tierras labradas, vean la cantidad de caminos de labranza o de paseos de pueblitos sin una sola sombra, miles de árboles podrían orillarlos. Alrededor de las casas de labranza, en los alrededores de los pueblos, en zonas industriales…
Taludes de las carreteras aceptarían centenares de miles, zonas montañosas abiertas para las autopistas, puentes y cambios de rasantes sin sombras les vendría bien para sujetar suelos unas cuantas decenas de miles. Piensen ustedes cuando vean un árbol triste y solitario al fondo, al pasar con el coche, que allí mismo cabrían 20 por lo menos, donde vean 40 pueden convivir 400. No se olviden de montañas barridas por incendios, sin fronda, o colinas y repechos semidesérticas.
Su cometido ya lo saben. Limpiar el aire, apoyar las sombras para reducir algo el calor de los mortales contribuyendo a reducir la producción de frío por medio de generar calor y gastar energía con aires acondicionados, contribuirían a asentar suelos y humedales, generar o mantener ecosistemas, (los ecosistemas nos mantienen/mantenemos mutuamente) provocar transpiración, mejorar la estética visual, elevar un punto o más, la calidad de vida. Por descontado, lo citado tiene una vertiente económica indirecta, pero también tienen un componente directo, tanto en producción de las especies, como en la reforestación, incluso muchos pueden utilizarse con fines industriales o agrícolas.
Total, una tontería. Pero, viajen ustedes a cualquier parte y miren por las ventanillas la enorme desolación y dureza del paisaje. Y el desierto subiendo cada año. Y los incendios.
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